La fruta ecológica muestra una dureza y firmeza en la pulpa igual o ligeramente superior, aunque la producción es inferior
Cultivo ecológico del ciruelo: aspectos técnicos y varietales
Antonio Daza, Carmen Santamaría, Luís F. Pérez-Romero y Francisco T. Arroyo (IFAPA-Centro Las Torres-Tomejil) e-mail: antonio.daza@juntadeandalucia.es26/07/2012
En la finca experimental del IFAPA Centro ‘Las Torres-Tomejil’, Alcalá del Río (Sevilla), se ha evaluado durante el periodo 2005-2012 el cultivo ecológico de 14 variedades comerciales de ciruelo japonés (‘Prunus salicina’ Lindl.). Se ha estudiado la incidencia y el comportamiento varietal frente a las enfermedades fúngicas más incidentes sobre el cultivo como el cribado (‘Wilsonomyces carpophilus’), el oidio (‘Sphaerotheca pannosa’), la roya (‘Tranzschelia pruni-spinosae’) y el momificado de los frutos o moniliosis (‘Monilinia spp.’). En relación con las plagas, se ha evaluado la incidencia de dos especies de áfidos, el pulgón que provoca enrollamiento de las hojas, ‘Brachicaudus helichrysi’ (Kaltenbach) y el pulgón ceroso, ‘Hyalopterus pruni’ (Geoffroy), así como la del piojo de San José, ‘Quadraspidiotus perniciosus’, y la mosca mediterránea de la fruta, ‘Ceratitis capitata’. Se ha comenzado también a evaluar la incidencia de otras plagas como el agallador de las yemas (‘Acalitus phloeocoptes’), anarsia (‘Anarsia lineatella’) y la araña roja (‘Panonychus ulmi’). Por otra parte, se ha valorado la eficiencia de la fertilización orgánica sobre el crecimiento y vigor de la plantación y se ha determinado la producción de fruta y sus parámetros de calidad.
Se ha observado que existen variedades con menor susceptibilidad a las enfermedades criptogámicas estudiadas, como ‘Souvenir’ y ‘Red Beaut’. Por el contrario, hay variedades más problemáticas como ‘Showtime’, ‘Friar’ o ‘Santa Rosa’, especialmente por su elevada susceptibilidad a la roya, enfermedad de difícil control en agricultura ecológica. La mosca mediterránea de la fruta es la plaga que constituye el principal cuello de botella en el manejo ecológico, y se ha comprobado que la fruta de las variedades tempranas y medias, de mayo a julio, puede conseguirse prácticamente exenta de picaduras si se utiliza una estrategia de trampeo masivo. En el estudio comparado con una plantación experimental similar pero sometida a manejo convencional, se ha determinado que la plantación ecológica presenta menos vigor que la convencional, lo que se tradujo en que la producción ecológica fue aproximadamente el 75% de la convencional. La fruta ecológica tuvo un tamaño algo menor que la convencional, pero en otros parámetros de calidad (azúcares solubles, acidez, firmeza, color, etc.) presentó valores similares o mejores.
Introducción
La agricultura ecológica (AE) es un sistema de producción agraria certificada que persigue la obtención de alimentos de máxima calidad respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra mediante la utilización óptima de los recursos y sin el empleo de productos químicos de síntesis, y está regulada en Europa desde hace más de 20 años. España, junto con Italia, son los dos países de la UE con mayor superficie certificada en AE y Andalucía sola tiene algo más de la mitad de toda la superficie nacional española. A efectos prácticos la AE implica una fertilización basada casi en su totalidad en la materia orgánica y un control de las plagas, enfermedades y adventicias mediante el uso exclusivo de productos naturales autorizados, estrategias de control biológico o prácticas agrarias de manejo del suelo respetuosas con el medio natural. Así pues, conseguir con estas premisas y a unos costes asumibles unos rendimientos adecuados y de productos de calidad son retos esenciales a los que se enfrenta este sistema productivo. Los elevados costes productivos de las plantaciones de frutales y su elevada susceptibilidad a numerosas plagas y enfermedades hacen que la superficie certificada de frutales en AE sea aún muy escasa. Dentro de los frutales de hueso, el ciruelo es en muchos aspectos más rústico que otros cultivos como el melocotonero o la nectarina, pero a su vez comparten todos entre sí factores comunes que posibilita que muchos de los avances que se obtengan en el cultivo ecológico del ciruelo puedan ser de utilidad para los otros frutales.
En este contexto, en el año 2005 se inició en el IFAPA Centro ‘Las Torres-Tomejil’ una evaluación holística del cultivo ecológico del ciruelo japonés (Prunus salicina Lindl), que incluye un total de 14 variedades comerciales. La existencia de un campo de variedades similar cultivado en agricultura convencional nos ha permitido contrastar ambos tipos de manejo. En este trabajo se exponen algunos de los resultados obtenidos en este estudio.
Figura 1: La fertilización de la parcela ecológica ha consistido en la siembra y enterrado de cubiertas vegetales de leguminosas (izq.) y el aporte de estiércol de origen animal (dcha.).
Material y métodos
El estudio se ha realizado en el periodo 2005-2012 en dos parcelas experimentales similares ubicadas en el Ifapa Centro ‘Las Torres-Tomejil’, en Alcalá del Río (Sevilla). Ambas parcelas contienen 14 variedades comerciales de ciruelo japonés (Tabla 1), distribuidas en un diseño aleatorio con tres repeticiones conteniendo cada una de ellas 6 árboles de cada cultivar.
Tabla 1: Características de los cultivares incluidos en el estudio.
Una de las parcelas se manejó en agricultura ecológica y la otra en producción convencional. La fertilización en la parcela orgánica se basó en la adición anual de compost de origen animal a una dosis de 3-4 kg/m2 y en la siembra en otoño y enterrado en marzo de cubiertas vegetales (Figura 1). La fertilización en la parcela convencional se ha realizado a base de abonos minerales complejos (NPK), nitrato amónico y sulfato potásico a una dosis por ha de 150 UF de N, 55 UF de P y 150 UF de K. El crecimiento anual de los árboles se midió determinando el diámetro de la sección transversal del tronco 20 cm por encima del punto de injerto. Se evaluaron también la floración, la producción de fruta y los parámetros de calidad de la fruta. Los diferentes tratamientos con plaguicidas autorizados se ajustaron a las normativas vigentes en agricultura ecológica (EC No 834/2007) y producción integrada (Orden de 3 de mayo de 2000, BOJA 58). La incidencia y severidad de las diferentes plagas y enfermedades, así como la diferente susceptibilidad de los cultivares, se evaluaron semanalmente de acuerdo con un rango de 1 a 5. El análisis estadístico de los datos se ha realizado con el programa Statistix 9.0 (Analytical Software, USA). Las medias se compararon mediante el análisis de la varianza con un nivel de significación de 0,05.
Resultados
Plagas, enfermedades, sistemas de control y comportamiento varietal
Entre las enfermedades que afectan a los frutales destacan la roya (‘Tranzschelia pruni-spinosae’), el cribado (‘Wilsonomyces carpophilus’), el oidio (‘Sphaerotheca pannosa’) y la moniliosis o momificado de los frutos (‘Monilia spp’) (Montesinos et al., 2000). Entre las plagas sobresalen la mosca mediterránea de la fruta [’Ceratitits capitata’ (Wiedemann)], varias especies de áfidos, el piojo rojo de San José [’Quadraspidiotus perniciosus’ (Comstock)], el ácaro agallador de las yemas del ciruelo (‘Acalitus phloeocoptes’), la araña roja [’Panonychus ulmi’ (Koch)] y el gusano cabezudo [’Capnodis tenebrionis’ (Linnaeus)] (Viggiani, 1991; Ogawa et al., 2000).
En cuanto a las enfermedades (Figura 2), se ha observado que la incidencia y severidad del cribado ha sido irrelevante en la mayoría de los cultivares, siendo ‘Santa Rosa’, y en menor medida ‘Larry-Ann’, los más susceptibles. Igualmente el oidio sólo afectó de forma importante al cultivar ‘Red Beaut’, y casi nada al resto de cultivares estudiados. Por el contrario, la enfermedad de la roya sí afectó de forma importante a casi todos los cultivares, llegando a ocasionar una marcada defoliación prematura en los más susceptibles (García-Galavís et al., 2009; Daza et al., 2010). Con relación a los mecanismos de control de las enfermedades, no se han realizado tratamientos específicos contra el cribado, salvo el tratamiento otoñal a la caída de la hoja con cobre; el oidio se ha controlado relativamente bien con aplicaciones de azufre, producto que se ha utilizado también para combatir, pero con reducida eficacia, la roya.
Figura 2: Incidencia de las enfermedades fúngicas del cribado, el oidio y la roya en diferentes cultivares de ciruelo japonés en manejo ecológico. Los datos son la media del periodo 2007-2009.
En cuanto a la moniliosis (Figura 3), no se detectó incidencia alguna en la fruta de los años 2008-2010, pero el año 2011 sí hubo un ataque ligero que afectó a algunas variedades tardías como Larry-Ann. De hecho, se determinó también la presencia de ‘Monilinia fructicola’ (Arroyo et al., 2012), especie americana aún poco frecuente en Europa, pero que había sido ya encontrada previamente en el Valle del Ebro afectando a melocotoneros (De Cal et al., 2009). Junto a ‘M. fructicola’ existen otras dos especies de este género provocando momificado (‘M. laxa’ y ‘M. fructigena’). Aunque hasta el momento no se ha realizado un estudio detallado de la susceptibilidad varietal a estas tres especies, parece que determinadas variedades negras, que fructifican formando conjuntos numerosos de piezas apretadas en la zona interior de los árboles, constituyen, los mejores nichos cuando el tiempo es favorable para el desarrollo de la enfermedad. Aunque los tratamientos en poscosecha con agua caliente frenan el desarrollo de la enfermedad (Casals et al., 2011), que sepamos, no existe ningún producto autorizado en AE para aplicación en campo que sea eficaz contra esta grave enfermedad existiendo, pues, un importante reto de investigación en este campo.
Figura 3: La moniliosis es una enfermedad de difícil control en agricultura ecológica.
Con respecto a las plagas, se ha observado un ataque constante cada año de dos especies de pulgón, ‘Brachicaudus helichrysi’, que afectó a casi todos los cultivares (Figura 4), y de ‘Hyalopterus pruni’, que atacó sólo a algunos. La primera especie se controló con cierta eficacia con jabón potásico conteniendo un 6% de piretrinas naturales, mientras que ‘H. pruni’ se controló mejor con extractos de pelitre al 4%. El piojo de San José, ‘Quadraspidiotus perniciosus’, se ha combatido con extractos de neem, y la mosca mediterránea de la fruta, ‘Ceratitis capitata’, mediante una estrategia de trampeo masivo con atrayentes alimenticios y hormonales. Con respecto a esta última plaga se ha observado que los porcentajes de fruta picada han sido prácticamente nulos en los cultivares de maduración temprana (finales de mayo y junio), bajos en los de época intermedia (julio) y medios o elevados en aquellos cultivares que maduran a lo largo de agosto y septiembre, ya que suele ser una fruta con elevados contenidos de azúcar y además en esas fechas las poblaciones de mosca son muy elevadas. Se ha detectado un ataque moderado de anarsia (‘Anarsia lineatella’) en 2010 y algo más acusado en 2012.
Figura 4: Incidencia de pulgón que provoca enrollamiento de la hojas ('Brachycaudus amygdali') en diferentes cultivares de ciruelo japonés en manejo ecológico. Los datos son la media del periodo 2007-2009.
Aunque de momento no se ha aplicado, existe también la posibilidad de controlar esta plaga mediante trampeo masivo con atrayentes específicos. El agallador de las yemas (‘Acalitus phloeocoptes’) y la araña roja se han controlado relativamente bien con azufre. Desde hace unos años las elevadas poblaciones de pájaros están constituyendo auténticas plagas para los frutales, especialmente para los ecológicos, ya que en las plantaciones convencionales algunos de los plaguicidas empleados tienen cierto efecto repelente de aves. Mirlos comunes, rabilargos, cotorras e incluso loros, cada día también más numerosos, pueden llegar a picar y estropear cantidades importantes de fruta (Figura 5). En consecuencia, se hace necesario establecer sistemas para ahuyentar estas elevadas poblaciones de aves, lo que no parece un tema de fácil resolución, dado lo rápidamente que se habitúan a los diferentes mecanismos que se usan para ello. La Tabla 2 recoge un resumen de los tratamientos utilizados contra las principales enfermedades y plagas.
Figura 5: Ciruela Red Beaut picoteada por pájaros.
Tabla 2: Principales enfermedades y plagas del ciruelo y sistemas de control en AE.
Vigor de la plantación ecológica, rendimiento y calidad de la fruta
El mantenimiento de una correcta composición físico-química del suelo que posibilite una adecuada nutrición y producción de las plantas a base de fertilizantes orgánicos es otro de los grandes retos de la agricultura ecológica (Labrador, 1996). De hecho, la mayoría de los trabajos en los que se comparan las producciones ecológicas y convencionales de diferentes cultivos se constata siempre un menor rendimiento en los sistemas ecológicos (de Ponti et al., 2011).
Tabla 3: Contribución bruta en materia seca y principales macroelementos de las diferentes cubiertas vegetales utilizadas en la plantación ecológica de ciruelos.
La fertilización de la parcela ecológica se ha llevado a cabo a base de estiércol y de cubiertas vegetales conteniendo leguminosas (Tabla 3). Los diferentes análisis físico-químicos del suelo y foliares en ambas parcelas han mostrado un contenido similar de los macro y microelementos, tanto en suelo como en hojas (Tabla 4).
Tabla 4: Composición foliar de los cultivares ‘Souvenir’ y ‘Showtime’ en los dos sistemas de manejo (mayo 2012).
No obstante, las áreas de la sección transversal del tronco fueron mayores en los árboles sometidos a manejo convencional (Tabla 5), lo que unido a una mayor generación de restos de poda, revela un vigor superior en la parcela convencional. Se ha constatado también que la floración de la parcela ecológica se inicia de tres a cuatro días más tarde y dura 4 o 5 días menos que en la parcela convencional (Figura 6).
Tabla 5: Áreas de la sección transversal del tronco (TCSA) de las diferentes variedades en noviembre de 2011 en ambas parcelas de manejo.
Figura 6: La floración y brotación de las primeras hojas se ve ligeramente retrasada en la parcela ecológica (izq.) con respecto a la parcela convencional (dcha.). En la figura, la variedad ‘Souvenir’ fotografiada el día 21-03-2012.
Otro aspecto relevante observado ha sido la existencia de una defoliación otoñal adelantada en la plantación ecológica, más acusada en los cultivares más susceptibles a la roya, como Showtime o Friar (Figura 7).
La producción de fruta en la parcela ecológica ha estado en torno al 75% de la producción convencional. Con respecto a los parámetros de calidad de la fruta, analizados durante el periodo 2008-2011, se han extraído las conclusiones siguientes (Daza et al., 2012):
- La fruta ecológica tuvo un tamaño y peso menores que la convencional
- Existen pocas diferencias en el color. Las variedades negras fueron más uniformes en la parcela ecológica
- Los sólidos solubles totales fueron igual o ligeramente superiores en la fruta ecológica
- La fruta ecológica ha tenido una acidez similar o ligeramente inferior a la fruta de producción convencional
- La fruta ecológica muestra una dureza y firmeza en la pulpa igual o ligeramente superior.
Actualmente se está llevando a cabo un estudio comparado de determinados compuestos funcionales de la fruta como antioxidantes o vitaminas y una valoración del comportamiento en poscosecha de la fruta ecológica.
Figura 7: Se ha observado una defoliación adelantada en la parcela ecológica, que es mucho más acusada en variedades muy susceptibles a la roya. En la imagen, ramas de la variedad ‘Friar’ tomadas de la parcela convencional (izqda.) o ecológica (dcha.) el día 23-09-2011 para calcular el peso de las hojas.
Consideraciones finales
En este punto final quisiéramos responder a cuestiones como: ¿Es posible llevar a cabo con garantía de éxito el cultivo ecológico de ciruelo japonés? ¿Qué factores han de tenerse en cuenta? ¿Qué variedades son las más adecuadas?
Nuestros campos experimentales de variedades están ubicados en plena vega del Guadalquivir, muy próximos al mismo río, en un suelo franco-limoso fértil. Creemos que ello es positivo para que con una fertilización orgánica basada exclusivamente en estiércol y cubiertas vegetales podamos alcanzar un buen vigor de la plantación y una producción adecuada. Aunque la producción sea menor que la de la parcela convencional, la realidad es que algunas variedades han llegado a producir de 20.000 a 36.000 kg por ha, que pueden considerarse unas producciones medias o buenas. Entendemos que una plantación ecológica en un suelo menos fértil requerirá de esfuerzos de fertilización adicionales, y probablemente más costosos, que tendrán que ir en la línea de aplicar abonos orgánicos solubles mediante fertirrigación.
Por el contrario, la ubicación en la vega y en la proximidad del río conlleva que en determinadas fechas coexistan niveles elevados de humedad y temperaturas suaves, que constituyen un ambiente favorable para el desarrollo de la mayoría de las enfermedades fúngicas. Ya hemos comentado la elevada incidencia de la roya sobre algunas variedades, que desaconsejaría su cultivo ecológico en la zona, o en los últimos años la presencia de moniliosis, enfermedad sobre la que habrá que seguir trabajando para intentar controlarla en manejo ecológico. En esta línea, si la plantación ecológica se establece en zonas climáticas de menos humedad, algunos de estos hándicaps serían menos relevantes.
Basándonos en los resultados obtenidos en nuestros estudios podemos afirmar que es posible llevar a cabo el cultivo ecológico del ciruelo japonés aunque teniendo en cuenta ciertas realidades y limitaciones:
- Las producciones serán siempre entre un 20 y un 30 % inferiores a las que se pueden obtener en condiciones de manejo convencional
- Si el cultivo se establece en una zona en la que son frecuentes periodos de temperatura suave y elevada humedad, idóneas para el desarrollo de enfermedades fúngicas, hay que evitar variedades muy susceptibles a la roya, como 'Showtime' o 'Friar'
- De entre las plagas, quizá el principal cuello de botella lo constituya la mosca de la fruta. Mientras no se optimicen más los sistemas de trampeo masivo, recomendamos evitar el cultivo ecológico de las variedades de maduración tardía (agosto y septiembre)
- En lo referente a la calidad, hay que tener presente que generalmente la fruta alcanza un tamaño menor que la convencional. Sin embargo, otros parámetros de calidad apenas se ven alterados
- Teniendo en cuenta todos estos aspectos, es importante que aquellos agricultores que opten por el cultivo ecológico se informen antes de la demanda y canales de comercialización de la fruta
- Aunque son aspectos no desarrollados en esta comunicación, se ha observado una mejoría en determinados parámetros biológicos del suelo, derivados del manejo ecológico del mismo.
Agradecimientos
La financiación para desarrollar este trabajo se ha obtenido del proyecto Inia-Feder RTA2010-00046-00-00 y el Transforma de Producción Ecológica EI.TRA.TRA 2010.17.
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