Villa Castillo dijo que sí
Los campos de frutales son fértiles y la huerta productiva en hortalizas, sin embargo aquel año un impresionante pedrisco lo arrasó todo, hasta los invernaderos del tío Emilio.
"La Columna" de Francisco Ponce Carrasco de Horticultura - 185, junio 2005.
Los campos de frutales son fértiles y la huerta productiva en hortalizas, sin embargo aquel año un impresionante pedrisco lo arrasó todo, hasta los invernaderos del tío Emilio.
- To Nicasio, que no se ha salvao na.
- La culpa la tiene el párroco, que se llevó a la Santa a restaurar hace dos años y no la ha traído en todavía.
Ya de buena mañana van llegando los vecinos, que se agolpan junto a la ermita de la aldea “mudaos” para la ocasión.
Los más, contentos porque de nuevo les traen a la Santa y por otro lado felices de haberse quitado de encima la obligatoria-voluntaria, colaboración dineraria que durante tiempo vienen aportando para la restauración.
De pronto se escucha el griterío de los niños que suben por la cuesta.
- ¡Ya están aquí, ya llegan!
En las estrechas callejuelas, hasta lo imposible, que trepan arañando la ladera de la montaña, la gente se concentra y abre paso, con actitud respetuosa, a D. Julián, el cura del pueblo, al cabo de la guardia civil y al alcalde que entre otros portan a la Santa, resplandeciente, hasta la ermita para bendecirla de nuevo.
El año siguiente fue, en general, excelente y las cosechas muy abundantes... y entonces se cumplió la inexorable “ley de mercado”, la oferta superó a la demanda y los precios cayeron estrepitosamente.
Ante este nuevo contratiempo, el alcalde reunió a todas las fuerzas “vivas” y tras largas deliberaciones y con el consenso de todos, firmó aquel abultado contrato e hizo engalanar el balcón principal del ayuntamiento, con banderolas y guirnaldas al tiempo que reunió a todo el pueblo. Se asomó y con voz ceremoniosa comenzó:
- Convecinos, ni los pedriscos, ni las pérdidas por malos precios... nos deben ya preocupar..., pues la propuesta del proyecto que teníamos pendiente de autorizar y que abarca las tierras de nuestro municipio, ha sido firmado e integrado en el plan de la Sumico... o Sumoto, vamos los japoneses esos del parque temático y de diversión.
Finalizó con un viva a Villa Castillo y otro al progreso.
De esta forma desapareció la paz del riachuelo, los atardeceres calmos y un montón de hectáreas de frutales y huerta ya irrecuperables para siempre como tierras de cultivo.