Engañifa
Tener en nuestra empresa un buen contable es toda una suerte, y no digamos si, además, es perfeccionista y puntilloso. Los he conocido que han pasado una noche en vela para poder cuadrar un euro de diferencia; o que hablan y se irritan con los ordenadores cuando no les dan el cuadre adecuado.
"La Columna" de Francisco Ponce de Horticultura - 182, enero 2005.
La contabilidad muestra el fiel reflejo de la marcha de un negocio; anotar correctamente cada partida, permitirá buscar y encontrar, cuando se precise, el origen del cargo y quien lo autorizó.
Tener en nuestra empresa un buen contable, es toda una suerte, y no digamos si además es perfeccionista y puntilloso. Los he conocido que han pasado una noche en vela para poder cuadrar un euro de diferencia; o que hablan y se irritan con los ordenadores cuando no les dan el cuadre adecuado.
Esta escueta, pero merecida lisonja a la figura del administrador-contable viene a cuento de las cuentas, y éstas a veces no salen porque algunos desaprensivos oportunistas, aparecen tratando de colarte un cargo fraudulento, sobre todo a primeros de año, cuando los presupuestos están más abiertos.
Suelen ser de 300-600 euros, cantidad no muy alarmante, que viene remitida por algún enmascarado organismo oficial; y digo esto porque sus siglas o su nombre así lo aparenta, con el perverso fin de que uno caiga; pero si buscas, y averiguas nombre completo y CIF, no son más que timadores camuflados que intentan ver si “cuela”.
No les debe de ir demasiado mal, porque últimamente aumentan los casos.
Casi siempre es algo que no se compró, una publicidad que no autorizaste o algo que te van a enviar y que con ello podrás salvar a tu empresa de todos los posibles males de este mundo.
¿Que cómo conocen tus datos incluido el número de la cuenta corriente de tu banco? Pues no lo sé, o sí, ya que con frecuencia a través de sistemas informáticos llegan a saber de uno casi más que uno de sí mismo. Estos individuos que intentan medrar sorprendiendo la buena fe de los demás acaban desenmascarados, por lo que deberían dedicarse a otra cosa.
Aviso para navegantes: esto me ha ocurrido a mí y a algunos conocidos míos. Felicitemos sinceramente a los profesionales contables que los huelen como sabuesos y siempre consultan, lo que permite devolver el cargo. Como dice un proverbio persa, "Cuida que el pitillo tenga un buen filtro, evitarás que pase la nicotina".