El Día 'D'
Nuevas celebraciones se suman a las efemérides familiares, que aunque son de "rascar el bolsillo", también generan ilusión, cariño y cohesión familiar.
"La Columna" de Francisco Ponce de Horticultura - 175, marzo 2004.
El pasado mes de febrero fue el día de los enamorados; en este mes de marzo, el día del padre y el próximo mes de mayo el día de la madre. Todas estas efemérides ciertamente son un buen negocio para el comercio en general y para los grandes almacenes en particular, y además no falta quien dice que es un "invento" fomentado por ellos para obtener beneficios. Otro punto de vista, sería el que en estas celebraciones, a pesar de que nos "rasquemos el bolsillo" también se genera ilusión, cariño y amor.
Aglutinar a la familia es un proyecto importante de la sociedad en que estamos viviendo, sobre todo de cara a un futuro no muy lejano en el que se vislumbra un grave quebranto de la estructura social.
La propia dinámica actual, que por un lado ha impuesto normas de conducta acertadas, como la plena integración de la mujer al mundo del trabajo externo -ya que la mujer siempre ha trabajado y no poco en el hogar-, pero por otro lado los sistemas de educación y enseñanza, que vienen incorporando a los niños a la escuela desde muy pequeños, están determinando importantes cambios sociales.
Quizá por ello se está institucionalizando el día de los ABUELOS, que se celebra el 26 de julio (es conveniente empezar ya a difundirlo con tiempo). En mi opinión, esta fecha de homenaje esta ganada a pulso y también se le podría llamar día del "canguro", pues no son pocas las jornadas y los fines de semana que los nietos quedan al cuidado de sus abuelos. En esta fiesta deben participar todos: abuelos, padres y nietos, para dar sentido al vínculo de tres generaciones en un acto de ternura para los mayores y los niños.
Si en esta celebración intima y familiar se consigue arrancar una sonrisa a los ancianos, a la vez que hacerlos protagonistas, será una bonita conmemoración. Los valores de las personas mayores, también su sabiduría, pueden aportar a las generaciones nuevas, que se están formando, un inmenso caudal de experiencias.
Regalemos cualquier cosa, No importa su valor. En realidad se trata simplemente de decir ¡te quiero!, ¡me acuerdo de ti!
Los sentimientos no tienen precio. Al regalo póngaselo usted.