A la sombra de un olmo
La búsqueda de un tema es tal vez una de las partes más difíciles de la labor del escritor.
"La Columna" de Francisco Ponce de Horticultura - 163, septiembre 2002.
Pienso que puede ser una sabia decisión escribir sobre muchos temas, hasta dar con el adecuado. Hay innumerables caminos que conducen a la "luz" cuando falta inspiración.
Es un escritor sabio y experimentado, aquel que ha asimilado muchas imágenes, aquel a quien las piedras, las plantas, los animales y un sinfín de objetos le han sugerido algo, le han enseñado algo.
Creo innecesario advertir a los lectores, que estos pensamientos no son míos, aunque me esfuerzo por practicarlos y acercarme al modelo al que alude Thorean en sus diarios.
Este verano, más concretamente, en los últimos días de agosto, me senté en un banco al pie de un frondoso y centenario olmo, del pueblo donde marche a pasar unos cortos días de descanso, a leer la prensa, rito del que me molesta ser interrumpido.
Apareció al poco, un grupo de ancianos dispuestos a jugar a la petanca, mi primer impulso fue retirarme a otro lugar donde pudiera leer tranquilo, pero el entusiasmo adolescente que aquellos jubilados ponían en el lanzamiento de las bolas y el encendido comentario de las jugadas, me hizo rectificar, cerré el periódico y me dispuse a observar el juego, de cuyas reglas no tenía ni sigo teniendo el menor conocimiento.
El resultado fue que al finalizar la partida, acabe metiéndome de rondón en el corro que efusivamente felicitaba a un tal Genaro y dándole la mano le dije "es usted un fenómeno".
Aquel anciano listo y socarrón, me preguntó si yo jugaba a la petanca y le conteste, sin ningún rubor: "Soy un campeón", "pues venga mañana y echaremos una partida" replicó con una sonrisa de complicidad dirigida a su pandilla.
Me salvó que al día siguiente finalizaban mis vacaciones y partía de regreso. Pero aquella vivencia me ha sugerido esta columna: cada quien es cada cual y le gusta lo que le gusta.
Por eso al igual que para aquellos lugareños, lo más importante era su juego, quien tiene el atrevimiento de escribir, espera que existan muchos gustos en los lectores para agradar en alguna oportunidad a unos o a otros con mis relatos y opiniones.
¡ Eso espero!.