Bienvenido euro!
El EURO está llamado a ser el punto de partida de una filosofía que unifique posturas y oportunidades en Europa y cuyos beneficios alcancen a todos por igual.
"La Columna" de Francisco Ponce de Horticultura Internacional - 34, noviembre 2001.
Modestamente pienso que el sistema monetario EURO, es bueno en su conjunto, pues a parte de que se amplían los mercados y con ello aparecen nuevas oportunidades de negocio, se eliminan los pagos por transacción monetaria, etc. También hay quien afirma, que se abarataran los costes de financiación como consecuencia directa de la mayor competencia en el sector bancario.
Pero el EURO, debe significar mucho más y está llamado a ser el punto de partida de una filosofía para unir pensamientos y criterios económicos que unifiquen posturas y oportunidades en Europa y cuyos beneficios alcancen a todos por igual.
Claro está que las opiniones son libres -faltaría más- de la misma forma que la percepción de la realidad es siempre subjetiva. Una duda razonable que se plantea el ciudadano, y a la que le teme, es que si con la llegada del EURO los precios se incrementarán.
Nuestra nómina, al principio, nos puede parecer que ha sufrido un recorte aparatoso y menguado considerablemente. También nos tendremos que familiarizar con los céntimos, que tienen su importáncia y no falta quien opina que va a ser un "lío".
En un momento de apuro, podemos poner en práctica lo que dice Genoveva, una señora muy mayor y amiga de casa a quien no pretendo ridiculizar ni hacer mofa -Dios me libre- aunque, me parece gracioso, cuando afirma: "Yo sino me entiendo en el precio, pondré los "URONES" en la mano y la dependienta que coja los que sean"
Pero el dinero, que según D. Ramón Gómez de la Serna, "además de ser un vagabundo, siempre ha valido lo que cuesta ganarlo". Se llame como se llame siempre es necesario.
Creo que al poco tiempo de su implantación, todos podremos contar alguna anécdota, sin embargo el EURO, que afectara, según la estadística, a mas de 300 millones de personas, es una experiencia que estoy seguro merece la pena vivir.
Sean ¡Bienvenidos! Los EUROS a la estrecha oscuridad de nuestros bolsillos.