Producción y comercialización: un sistema integrado
La distribución hortícola, con todos los indicadores que se quieran manejar, continua siendo heterogénea, fragmentada y con numerosos contrastes según los países.
Opinión de Horticultura - 155, Septiembre 2001.
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Tanto en el Norte como en el Sur de Europa hay canales diferentes para el comercio de frutas, hortalizas y flores. La distribución hortícola, con todos los indicadores que se quieran manejar, continua siendo heterogénea, fragmentada y con numerosos contrastes según los países. Además, con el conocimiento y la comunicación entre los operadores de los canales de distribución se puede influir sobre los consumidores. De todas formas, no todas las líneas de productos (determinados tomates, coliflor, crisantemo, planta ornamental de vivero, etc) tienen el mismo atractivo o potencial de cliente similar para cada región o país.
El conocer estos canales y los cambios en las formas de consumo europeo de los productos hortícolas, en mi opinión, ha hecho necesario también otros cambios en la elección de los contenidos publicados en esta revista durante la última época. En la revista Horticultura, se trata de informar no solo de forma puntual, sino también mediante conceptos amplios para los productores.
Para determinarle a un agricultor propuestas de variaciones para calendarios de cultivos, variedades en la forma o características de frutos, sistemas de producción forzados, biológicos, integrados o hidropónicos, etc., no es imprescindible informarle de que esto viene de Holanda o de América, sino divulgar la tecnología adecuada junto a las razones que determinan los cambios.
Hay actualmente en España 300.000 bares, 47.000 restaurantes, 19.000 kioskos, 4.000 tiendas de conveniencia en las gasolineras, etc. ¿En cuántos de estos puntos de venta están debidamente surtidos (y/o promovidos) los productios hortícolas para los consumidores en estos establecimientos? En España, al igual que en los demás países europeos, el consumo y los precios de ciertas frutas, hortalizas y flores evolucionan, y no lo hacen de forma caprichosa, sino predecible. Por ejemplo, durante el último año el porcentaje de consumo y precio para cada consumidor español en kiwis se incrementó por encima del 20 %, mientras que las fresas disminuían un porcentaje mayor del 10% (datos del panel de consumidores de Taylor, Nelson y Sofres).
Durante los últimos tiempos los kiwis han sido una fruta nueva para los europeos y por ello ha sido necesaria la promoción. Por el contrario, para los españoles, las fresas son una fruta tradicional de la primavera. ¿Puede ser que alguna organización hortícola piense que las fresas son un producto agrícola indiferenciado, como la soja o la colza?
En esta revista invitamos continuamente a redactores y autores para que mantengan su voluntad de destacar a los productos, las empresas, y a las organizaciones que sintonizan con patrones del conocimiento y tecnología necesarios para facilitar a los productores hortícolas su adaptación a los comportamientos de los consumidores actuales.