Empresas españolas y ferias
Las empresas europeas consideran una estrategia promocional imprescindible su presencia en las ferias internacionales. Vender una buena imagen es algo que tienen muy en cuenta las empresas italianas, que proyectan su gusto por la imagen en la participación en ferias que saben que son lanzadera y escaparate ante un cliente internacional. No sucede lo mismo con las empresas españolas.
A estas alturas del año, el calendario de las empresas está bien definido en lo que ferias se refiere. Dentro de poco entramos en el verano y, cuando nos demos cuenta, estaremos en medio de un chaparrón de encuentros feriales para el que las empresas de toda Europa se preparan a conciencia. Iberflora-Euroagro, Jardin & Paysage o Plantarium son sólo algunas de las citas que esperan a los profesionales del sector de la construcción del paisaje, la bricojardinería y las áreas verdes.
Recientemente asistí a una rueda de prensa en Alemania con motivo de la próxima celebración de la Gafa, Salón Internacional del Jardín, que se realiza del 31 de agosto al 2 de septiembre en Colonia. Allí encontré periodistas de toda Europa con los que mantuve una interesante conversación. Cordula Busse y Maria Garofalo, de la organización de la KölnMesse -un saludo para ellas-, comentaron que, si bien cada año hay en el mencionado encuentro una representación de empresas españolas, nuestro país está aún a la cola entre todos los países representados en esta feria.
Se ve que las empresas europeas consideran una estrategia promocional imprescindible su presencia, en este caso, en la Gafa. Vender una imagen en un encuentro de carácter internacional y con el alcance de la Gafa-Spoga es algo que tienen muy en cuenta las empresas italianas, que proyectan su gusto por la imagen (es un país de referencia, por ejemplo, en moda) en la participación en ferias que saben que son lanzadera y escaparate ante un cliente internacional y obviamente interesado en novedades que distribuir en su país de origen.
En España, tal vez vamos descubriendo más lentamente los beneficios que aportan estos encuentros a nivel empresarial y comercial, pero sin duda estamos en el camino. Los españoles estamos empezando a saborear el gusto por jardín propio, lo cual abre una importante vía para las empresas de nuestro sector. Dado que en Europa cada día existen menos fronteras, la consolidación de las empresas que se dedican al jardín y al paisaje pasa por presentarse ante un público internacional, ansioso de novedades que le ayuden a disfrutar, un poquito más, de las áreas verdes.