Control de calidad de sustratos
Es necesario demostrar la calidad del sustrato con hechos, y ello solo puede realizarse con la experimentación y el desarrollo de productos, que pueden ser llevados a cabo por el productor de sustratos o bien por el consumidor de tierras y sustratos para sus condiciones concretas.
Opinión publicada en la Revista Horticultura 143 - Marzo 2000.
En unos pocos meses van a empezar a editarse en español las normas CEN (Comité Europeo de Normalización) de sustratos y enmiendas.
Curiosamente, algo que parece tan simple como medir el volumen de un sustrato, es hoy en día completamente arbitrario. Uno de las primeras normas CEN que se van a publicar es la de medición del volumen, que se hará con el cilindro de 20 litros. Direc-TS lleva ya dos años en el mercado dedicándose a la experimentación y desarrollo en tecnología de sustratos. Nuestra experiencia empresarial nos ha llevado a observar que los sustratos son un factor que se controla muy mal por parte del usuario, sobre todo en el ámbito de la jardinería. Esto ocurre principalmente por desconocimiento de las funciones y de las características de los sustratos o tierras. El sustrato para el profesional se suele evaluar en función del rendimiento que de él se obtiene y puede ser valorado en términos económicos, lo cual da al usuario una herramienta para medir la bondad del sustrato utilizado. No ocurre lo mismo con las tierras para jardinería, donde el resultado no se valora en términos económicos puesto que el aspecto de un jardín no puede medirse en términos productivos, hecho que viene agravado por la importancia del mantenimiento, por la simultánea utilización de distintas especies en distintos grados de desarrollo y por la ocurrencia al mismo tiempo de condiciones de implantación distintas (falta de homogeneidad en el subsuelo, presencia de pendientes y desniveles, falta de uniformidad en el drenaje, etc.) que hacen que el usuario no pueda a posteriori atribuir resultados a la utilización de uno u otro sustrato de cultivo.
Por ello se hace necesario demostrar la calidad del sustrato con hechos, y ello solo puede realizarse con la experimentación y el desarrollo de productos, que pueden ser llevados a cabo por el productor de sustratos o bien por el consumidor de tierras y sustratos para sus condiciones concretas.
Los grandes proyectos de jardinería deberían comprender un estudio del sustrato necesario para los mismos en función de los condicionantes particulares del proyecto. Por ejemplo, la capacidad de retención de agua de un sustrato tiene una importancia primordial en el futuro manejo del sistema de riego; pero la capacidad de retención de agua de un sustrato no es un factor fijo: varía con la altura de sustrato para un mismo sustrato. Así, no necesitará el mismo riego un sustrato extendido en una capa de 20 cm sobre un subsuelo impermeable que el mismo sustrato extendido en una capa de 50 cm sobre una tierra de cultivo. Esto es especialmente importante en condiciones extremas o limitantes; por ejemplo, cuando existen restricciones de suministro de agua o cuando el agua es de mala calidad o proviene de depuración de aguas residuales. En estos casos Direc-TS juega un papel muy importante desarrollando el tipo de sustrato idóneo para estas condiciones, principalmente cuando se trata de obras que requieren una gran uniformidad en el aspecto final de la plantación como campos de golf o grandes extensiones de césped y donde es necesario concretar el consumo de agua. Es aquí donde la aplicación de nuestras técnicas nos permite hacer jardines más sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
