El debate de la tercera revolución

Durante la preparación del SIAF, Salón Interprofesional de Alimentación en Fresco, que celebró su primera edición en Valencia el mes de Octubre pasado, llegamos a la conclusión que es momento de que reconozcamos que está surgiendo un sistema nuevo en la economía hortícola europea. Proponemos el análisis de lo que será la “revolución frutal”.

Publicado en la Revista Horticultura - 142, Enero 2000

Durante la preparación del SIAF, Salón Interprofesional de Alimentación en Fresco, que celebró su primera edición en Valencia el mes de Octubre pasado, llegamos a la conclusión que es momento de que reconozcamos que está surgiendo un sistema nuevo en la economía hortícola europea. Proponemos el análisis de lo que será la “revolución frutal”.

Para satisfacer la demanda europea de frutas y hortalizas está acreditada la capacidad exportadora de los españoles. Primero los cítricos, después, tomates y pimientos, más tarde, casi todo el resto de frutas y hortalizas: fresas, nectarinas, melocotones, lechugas, bróculi, melones, sandías, etc. La modernización del comercio hortícola internacional y la concentración de la distribución en los países europeos son el marco del recambio en el escenario hortícola para todos los actores económicos de las frutas y hortalizas: producción, servicios y comercio.

Los organizadores del SIAF consideramos que las actividades de la horticultura han entrado en otra etapa de cambio. Algunos la denominamos la “tercera revolución”. Sin embargo, para muchos, la nueva situación todavía no ha empezado. El verano pasado, en Almería, la región hortícola con mayor progreso de Europa, un ejecutivo de ventas de una de las grandes marcas de hortalizas se jactaba que para él, no hacían falta ni las ferias, ni tampoco nuevas relaciones internacionales, porque en su empresa lo tiene “todo vendido”. Es difícil adivinar, por ejemplo, como explicó a sus agricultores este brillante gerente las causas de los bajos precios de sus melones en el mes de mayo de este año.

Desde las asociaciones de agricultores y también por parte de algunos interlocutores válidos de administraciones representantes del comercio de frutas y hortalizas se propone la concentración de la oferta frente al actual poder de negociación de la GDO, Gran Distribución Organizada. Por otro lado, y también en Almería, con muchas más de 100 marcas pertenecientes a empresas y cooperativas, uno de los presidentes de un grupo de nueva creación en agosto de este año, declaraba que su empresa iba a introducir en el mercado los mismos productos de siempre, en las mismas condiciones que los demás... ningún cambio, ninguna innovación

Las frutas y hortalizas europeas han pasado por reiteradas crisis de sobreproducción y precios. La horticultura europea sufre tensiones internas muy fuertes tanto por parte de la distribución como entre las regiones productoras. En España, Almería, Valencia, Murcia, Sevilla, Huelva... se han producido “dos revoluciones” históricas. Una, durante los años setenta y ochenta con la modernización de la producción –variedades híbridas, nuevos plásticos, riego por goteo, fertirrigación...- y la otra, la modernización revolucionaria de las infraestructuras del comercio – almacenes de envasado, logística de frigoconservación y transporte... y las autovías desde las regiones del sur hacia las grandes capitales europeas.

Los agricultores actuales están en una nueva situación. En frutas y hortalizas se está debilitando la comunicación con las fruterías y la sociedad hasta dejar a los ciudadanos indefensos y perdidos en la jungla de los negocios alimentarios cuando tienen enfrente el poder del marketing de la televisión y los demás medios utilizados por los supermercados y las cadenas de restaurantes

En algunas empresas de la industria hortícola, sin dejar de lado la crítica para mantener el apoyo social a la actividad agraria en Europa, se elaboran proyectos de recambio. En el salón SIAF, muchos de sus participantes sostienen que las costumbres alimentarias de los europeos están en la antesala de una “revolución frutal”. En nuestra opinión, creemos que también para mucha gente está empezando una etapa de innovación y creatividad con una interesante cultura hacia la comunicación entre las marcas de frutas y hortalizas y sus clientes. Este es el inicio de un debate que desatará una “tercera revolución” en la horticultura del sur de Europa.

Es de esperar la participación entusiasta de Almería en las nuevas etapas del comercio hortícola. Las necesidades de los nuevos hábitos alimentarios precisan más raciones de frutas y hortalizas “en fresco” para la dieta de cada día. A la industria hortícola le interesa desatar pronto una “revolución frutal” entre los europeos.
Horticultura ha abierto un foro en Internet a los efectos de recoger opiniones y sugerencias sobre esta "revolución frutal". Todos los mensajes son bienvenidos bajo la dirección http://www.spe3.com/debate.html