Los productores de frutas y hortalizas rechazan nuevas concesiones a Marruecos
24 de enero de 2003
Los productores y exportadores españoles de frutas y hortalizas rechazan nuevas concesiones comerciales en el sector hortofrutícola a Marruecos. Éstas provocarían, a medio plazo, la desaparición del sector en las zonas productoras españolas, según afirman las asociaciones españolas de productores.
Los productores y exportadores españoles de frutas y hortalizas rechazan nuevas concesiones comerciales en el sector hortofrutícola a Marruecos. Éstas provocarían, a medio plazo, la desaparición del sector en las zonas productoras españolas.
ASAJA, COAG, UPA, CCAE y FEPEX, no están dispuestas a consentir que se utilice al sector de las frutas y hortalizas como moneda de cambio en los Acuerdos Comerciales de Terceros Países, con el fin de alcanzar objetivos comerciales en beneficio de otros productos y sectores económicos.
En el contexto de la actual negociación que están llevando a cabo Maruecos y la UE, la propuesta de la Comisión Europea consiste, en el caso del tomate, en establecer un contingente de octubre a mayo de más de 200.000 toneladas libres de arancel (la campaña 2002/2003 es de 168.757 tn.) y en suprimir el sistema de autolimitación. Esto permitiría que Marruecos pueda exportar tomate ilimitadamente en el marco de los acuerdos de la OMC que significaría que el sector del tomate español desaparecería a medio plazo. A cambio, la Comisión Europea pretende mejorar sus posibilidades de exportación de sus productos continentales (cereales, ganadería) a Marruecos.
El sector hortofrutícola intentará que el Gobierno Español consiga el apoyo suficiente de otros países para bloquear estas nuevas concesiones en los calendarios que afectan a las producciones nacionales.
Además del tomate, Europa prevé abrir aún más sus fronteras para productos como la fresa, la patata, los cítricos, el calabacín, la fruta de hueso y el melón.
Esta política comercial europea vulnera el principio de preferencia comunitaria, y pone en peligro y amenaza gravemente el tejido económico, social y comercial de amplias zonas del país.
