La respuesta está en Internet

José María Messeguer, director general de Cristóbal Messeguer S.A., explica cómo su empresa de fabricación de malla extruida para embalaje ha convertido Internet en un pilar indispensable de su comercialización.

El encargado del almacén de confección cae en la cuenta de que sólo le quedan dos bobinas de malla para envasar. A continuación, corridas, sofocos, y pedido al proveedor de las mallas. Y, luego, la incertidumbre: ¿cuándo se recibirá el material?

La firma Cristóbal Meseguer lo ha resuelto para los artículos más problemáticos, pero, a la vez, los más interesantes. Los productos estrella de la empresa son las bolsas Combinet a las que se han sumado las Vertipack, un nuevo desarrollo. En ambos casos se trata de un concepto nuevo de envase en que se combina malla soldada con una banda de plástico -que alcanza un tamaño extra ancho en las Vertipack-. Esta banda es el principal atractivo de estos envases, por la calidad que alcanza, similar al papel, y la gran superficie de comunicación que supone, es, a la vez, el cuello de botella en el proceso de fabricación de las bolsas. Un cuello de botella en franco crecimiento: mientras hace cinco años el 90% de la producción de la firma era genérica, hoy en día el 90% es con banda impresa, ya sea con la marca cliente o con la marca proveedor.

La empresa ha montado un sistema informático que permite al cliente conocer, para cada uno de los artículos que gasta, con qué disponibilidad de banda impresa cuenta en fábrica, lo que a la vez dará respuesta a las posibilidades de fabricación y entrega. En el caso de que exista banda y la planificación de la producción se realice en el transcurso del lunes, Cristóbal Meseguer SA se compromete a entregar la mercadería ese viernes.

¿Cómo se llega a esto?
En 1987 comienza la producción, que en ese momento es exclusivamente de malla. La gama de productos fabricados aumentó con la inclusión de sistemas de malla con banda patentados por la empresa, como Combinet y Vertipack, que constituyeron una innovación en el mercado, ajustada a las crecientes necesidades de «superficie de comunicación» en los envases de este tipo. En este proceso de innovación y al elegir la banda como soporte, ésta emerge también como una limitante en el proceso de fabricación. Este factor, unido a que la empresa comercializa desde sus inicios también fuera de España, les llevó a buscar las opciones que ofrecían herramientas novedosas, como Internet, ya utilizadas en otras industrias como intranet proveedor / cliente.

¿...y el resultado?
El sistema da acceso a una página en que aparecen los pedidos efectuados. De cada uno de ellos se indica la fecha, la referencia, la cantidad total ordenada, si existe o no «stock» de film, qué cantidad de esa referencia ya se ha servido y en qué fecha, y si hay cantidades remanentes del pedido original ya fabricadas o por fabricar. La clave está en la columna que indica la disponibilidad de film, para saber si el pedido podrá ser servido en el plazo mínimo de una semana. Cada producto, además de identificarse con un número de referencia, está acompañado de su imagen.

A través del mismo formulario se accede a realizar el pedido. Una vez recibido éste en la administración de la empresa, se solicita confirmación por fax y se confirma informáticamente a fábrica el pedido. El sistema realiza para fábrica también una priorización de partidas a confeccionar. El cliente, una vez comprobada las lista de pedidos pendientes y comprobar también que tiene lamina suficiente en stock para mas fabricación, puede priorizar su propia fabricación y solicitar las cantidades mínimas que necesita para su semana de trabajo, consiguiendo así reducir de forma dramática sus niveles de stock, tanto de malla como de lámina impresa. Una vez realizado el pedido, el cliente puede «seguirlo» también informáticamente vía Internet ya que su producción y el nivel de stock se actualizan de forma automática cada 8 horas, hasta su expedición.

Al mismo tiempo que el sistema informático está recibiendo un pedido, o una planificación de fabricación por parte de un cliente, los distribuidores y el jefe de ventas de Cristóbal Meseguer reciben un mensaje en el teléfono móvil (SMS) con las características de lo que el cliente solicitó. Los distribuidores son quienes han manifestado tener más ventajas con esta opción, que les agiliza el día a día con sus clientes. La percepción del cliente es que tiene un contacto mucho más ágil, ya que sin necesidad de hablar con nadie sabe, entrando en Internet, cómo está su pedido.

¿De qué forma se gestiona el sistema?
La actualización en fábrica la realiza cada turno saliente, al actualizar el stock de material producido y de material que se ha servido. A la hora y media de acabar el turno, el ordenador se pone en contacto con el «hosting» y manda la información para que la página quede actualizada. El futuro es una página web dinámica, en que esta actualización se realice «on line», lo que dará lugar a una actualización en tiempo real de la página.

¿Cómo se pasó de un sistema clásico de pedidos al actual?
La explicación del sistema informático se hizo distribuidor por distribuidor y cliente por cliente. En seis meses se logró que un total de 20 clientes lo utilicen; entre ellos hay distribuidores y clientes finales. De un total aproximado de 500 clientes, los que utilizan el sistema representan un 40% de la facturación.

El futuro es del sistema es aumentar las medidas de seguridad, haciéndolo un sistema más cerrado, con un «apagafuegos» muy ágil. También se dará información estadística a los clientes, como datos de facturación, consultar los saldos contables, etc. Con algunos clientes ya funciona el envío virtual de toda la documentación: facturas pro forma, albaranes, etc. Esto permite agilizar la facturación, que resulta muy rápida, al tener solamente que comprobar la carga.

Sobre Cristóbal Meseguer SA
La firma la crea en 1987 Cristóbal Meseguer, quien fallece a los dos años. A partir de ese momento es su hijo, José María, en ese momento especializándose en administración de empresas en el Reino Unido, quien se hace cargo de la compañía. La empresa fabrica malla orientada (extruida) con la que se confeccionan bolsas para envasar productos agrícolas, con y sin asas, y láminas cubrefrutas. A lo largo de los años patenta nuevos modelos como las bolsas Kanguro, las bolsas Netsac, las bolsas Combinet y el último desarrollo, el Vertipack, todos ellos bajo la filosofía de dotar a la malla de una superficie atractiva y de comunicación.

Paralelamente amplía su gama de productos con malla tejida, bolsas de polietileno, film de PVC, una línea de búsqueda de productos que atiendan las necesidades especiales de envasado que continúa. La introducción de nuevos productos continúa y en este momento la empresa comercializa también films plásticos alimentarios, tanto para envasado como para conservación en atmósferas protectoras. Asi como una gama de films, bandejas y cestas de permeabilidad selectiva.

La página web de la empresa, www.cmsa.es, muestra de forma sencilla los productos que fabrican, así como el calendario laboral, y da entrada a la sección específica para clientes y distribuidores.