Defensa de la biotecnología para un desarrollo sostenible
28 de agosto de 2002
La Fundación AgBio World ha exhortado a los participantes en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (Sudáfrica), a que se comprometan para facilitar la introducción de biotecnologías avanzadas en los países menos desarrollados en el plazo de 10 años.
La Fundación AgBio World ha exhortado a los participantes en la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (Sudáfrica), a que se comprometan para facilitar la introducción de biotecnologías avanzadas en los países menos desarrollados en el plazo de 10 años.
"En la Cumbre de la Tierra de Río en 1992, los negociadores acordaron utilizar la biotecnología para avanzar en los objetivos del desarrollo sostenible", explica el presidente de AgBio World, C. S. Prakash, profesor de genética vegetal de la Universidad de Tuskegee. "Pero durante los diez últimos años, los países más industrializados han impedido activamente que esto sea una realidad" .
Tanto la Convención de Biodiversidad como la Agenda 21 de las Naciones Unidas adoptadas por más de 178 países en la Cumbre de Río- reconocen que la biotecnología puede ser utilizada para mejorar la seguridad alimentaria, la salud y la protección del medio ambiente, y los gobiernos se comprometieron a promover su introducción. Miles de científicos de todo el mundo y docenas de equipos científicos independientes, incluyendo la Organización Mundial de la Salud y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), están de acuerdo en que los alimentos modificados genéticamente no tienen más riesgos para los consumidores que aquellos que proceden de cultivos tradicionales.
Y lo que es más importante, los métodos biotecnológicos pueden aumentar la producción de alimentos en los países menos desarrollados, a la vez que reducen el uso de fitosanitarios y mejoran la biodiversidad.
"Para satisfacer las necesidades de los 8,3 billones de personas que habrá en el planeta en 2025, la mejora genética de alimentos debe basarse tanto en la tecnología convencional como en la biotecnología", afirma Norman Bourlaug, prestigioso Premio Nobel de la Paz en 1970 y asesor del Centro Internacional de Mejora del Maíz y el Trigo en México.
A pesar de todo esto, el Informe de Desarrollo Humano 2001 de la ONU constata que la oposición al aumento de la productividad agraria [biotecnología] en los países industrializados con excedentes de alimentos podría bloquear el desarrollo y la transferencia de estos cultivos a los países deficitarios de alimentos.
El informe señala que las restricciones y regulaciones (injustificadas desde el punto de vista científico) podrían poner en peligro la capacidad de los países más pobres para alimentar a sus crecientes poblaciones.
"Continuar bloqueando la biotecnología, como ocurre en muchos países de Europa, Asia y África, supone derogar sus derechos reconocidos en la Agenda 21 y en la Convención de Biodiversidad", destaca Prakash.
"Los extremistas del movimiento ecologista, siempre ciudadanos de los países ricos o a los estamentos privilegiados de los países pobres, están haciendo todo lo que pueden para detener el progreso científico en este ámbito", opina Boulaug.
Es irónico: si se adoptara el programa de los extremistas anti-biotecnología, habría graves consecuencias para el medio ambiente y la humanidad.
La Fundación AgBio World (www.AgBioWorld.org) es una organización sin ánimo de lucro que proporciona información a profesores, periodistas, legisladores y la opinión pública sobre los desarrollos de la ciencia vegetal, biotecnología y agricultura sostenible.
Fuente: AgBio World