“Sería muy positivo para el sector hortofrutícola español contar con un lobby fuerte en Bruselas, que defendiese nuestros intereses y velase por ellos”
Entrevista a Alfonso Gálvez Caravaca, secretario general de Asaja Murcia
Redacción Interempresas10/10/2011
10 de octubre de 2011
Alfonso Gálvez Caravaca, secretario general de Asaja Murcia.
Hace cinco meses que explotó lo que comenzó llamándose ‘crisis del pepino’ y que acabó denominándose la crisis de la E. Coli. Una vez analizados motivos y consecuencias, ¿qué lecciones debemos obtener de ella?
Nuestra principal conclusión es que se ha cometido una gran injusticia con España y, especialmente, con el sector hortofrutícola español, que ha sido castigado injustamente con unas pérdidas millonarias. Además, esta crisis ha traído consigo una bajada en el consumo de frutas y hortalizas de origen español, lo que ha supuesto que la campaña de verano se haya visto salpicada por los efectos de la denominada 'crisis del pepino'. Hemos echado en falta una defensa en firme y fuerte de los intereses de nuestro sector en la Unión Europea.
¿El gobierno español ha estado a la altura en esta crisis?
Creemos que no, ya que se ha actuado en opinión de Asaja Murcia demasiado tarde, pues se tenía que haber defendido antes la gran calidad que tienen nuestros productos hortofrutícolas, y no descargar la culpa del virus de la 'E.Coli' en ellos. Se podía haber hecho mucho más y creemos que no se ha tratado a nuestros agricultores de una manera justa.
¿Se ha demostrado en esta crisis que las instituciones europeas no velan por los intereses de una política agrícola común?
Sí, efectivamente. Se ha demostrado que no se puede culpar a todo un sector de una problemática sanitaria como es la bacteria 'E. Coli' sin tener pruebas serias y científicas, porque se ha hecho mucho daño.Y lo que es peor todavía, se ha puesto en duda la profesionalidad de nuestros agricultores y la óptima imagen de los productos hortofrutícolas españoles.
La UE ha defendido que las ayudas de compensación llegarían al agricultor de una forma inmediata. Por lo que han podido comprobar a través de sus asociados, ¿ha sido así?
Creemos que las ayudas han sido totalmente insuficientes para los productores españoles. En este sentido, los 72 millones de euros aprobados no compensan las pérdidas de mercado y la destrucción de mucho género que no se pudo vender porque los consumidores no compraban productos españoles. Además, las ayudas no han llegado de manera inmediata.
En un principio se habló de pérdidas que rondaban los 40 millones de euros a la semana durante el apogeo de la crisis. ¿Esas cifras eran reales? ¿Qué consecuencia está teniendo aún hoy sobre la producción hortofrutícola española?
Sí, efectivamente las pérdidas en Murcia, Andalucía y toda España han sido millonarias, y la principal conclusión es que la campaña de fruta de verano ha resultado muy perjudicada por esta crisis. Además, muchas explotaciones se han abandonado y algunas empresas han tenido que cerrar por no tener demanda de productos hortofrutícolas de sus clientes.
Algunos medios han recogido la necesidad que los productores españoles cuenten con un lobby en Bruselas que les defienda y que cree sinergias positivas hacia el sector hortofrutícola español. ¿Qué opina?
Desde Asaja Murcia entendemos que sería muy positivo para el sector hortofrutícola español contar con un lobby en Bruselas fuerte, que defendiese nuestros intereses y velase por ellos, para que España no sea quien pague siempre los platos rotos, y además de una manera injusta y sin razón.
¿Qué acciones se están llevando a cabo para recuperar la confianza del consumidor europeo? ¿Para cuándo se espera recuperar los números previos a la crisis?
En nuestra opinión es necesario poner en marcha intensas campañas de promoción y comunicación para conseguir recuperar la confianza de los consumidores europeos, y aunque la situación ha vuelto a la normalidad, se han pasado dos meses de verano muy negativos. No será fácil recuperarse de una crisis tan dañina para nuestro sector, ya que lo que se ha perdido es mucha credibilidad en la Unión Europea.