Preocupa la ‘Mancha negra’ presente en Túnez
Alerta por la presencia de nuevas plagas que amenazan a los cítricos en Europa
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), dada la extrema gravedad de los patógenos que acechan la citricultura y las mayores restricciones en materia de fungicidas e insecticidas, habla de un “estado de alerta fitosanitaria permanente”.
El Comité de Gestión de Cítricos considera que el sector citrícola español vive en un estado de alerta fitosanitaria permanente por la amenaza de plagas y enfermedades y las mayores restricciones en materia de fungicidas e insecticidas en el ámbito europeo.
Este organismo se refiere a la Xylella, la mosca oriental y la mancha negra, detectadas en distintos países europeos, y en el caso de esta última capaz de instalarse en España, según un estudio del IVIA.
En cuanto a la Xylella, indica que Portugal ha detectado este patógeno en cítricos por primera vez en la Unión Europea, en la subespecie “fastidiosa fastidiosa”, “muy raramente descrita para este cultivo” y distinta a la multiplex que afecta a los almendros de Alicante pero que también está presente en Mallorca; la mosca oriental de la fruta, que también afecta a cítricos, se detectó el pasado verano en el sur de Italia; y se suma una tercera enfermedad catalogada como prioritaria por la UE, la mancha negra, en Túnez.
Un reciente artículo del IVIA ha acreditado, en colaboración con el Instituto Superior de Agronomía de Chott Mariem de Túnez, que el clima "no supone un factor limitante para el establecimiento y diseminación de esta enfermedad” en la zona mediterránea. Las conclusiones del estudio, en el que se simularon mediante modelos matemáticos infecciones en todas las regiones citrícolas, son ahora "ciertamente incontestables", aseguran desde el CGC.
Los daños causados por B. dorsalis son producidos por la ovoposición en el fruto, y por la alimentación de la larva y la descomposición de los tejidos de la planta.
El Comité de Gestión de Cítricos señala que la estrategia europea “De la granja a la mesa“ mantiene unos objetivos de reducción del 50% del uso de plaguicidas químicos en ocho años, y recuerda que desde comienzos de siglo se han introducido en la citricultura española ”hasta 16 plagas y enfermedades foráneas”.
El Comité coincide con la postura expresada en el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE del pasado 20 de diciembre, que exigió a la CE una evaluación complementaria del impacto de esta medida, pero reclama que antes se evalúen las consecuencias de la eliminación de materias activas no solo para el control de plagas -por mermas, pérdidas económicas y caídas del rendimiento- sino por las resistencias que puedan generarse.
También reclama medir y armonizar los tiempos de transición para compaginar el avance de la lucha biológica, aún incipiente, con la paulatina retirada de estos productos.