Andalucía desarrolla un proyecto para recuperar variedades olivareras en desuso
09/12/2010
10 de diciembre de 2010
La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), ha puesto en marcha un proyecto de transferencia de tecnología y formación que pretende ensayar en seis comarcas de Andalucía variedades de olivo poco utilizadas o en desuso.
Dichas variedades se encuentran registradas en el Banco Mundial de
Germoplasma del Olivo (BMGO), ubicado en el centro Ifapa Alameda del
Obispo, de Córdoba, con más de 30 años de historia y que representa la
mayor colección viva de esta especie en todo el mundo.
Aparte de antiguas variedades olivareras andaluzas como la Carrasqueña de Alcaudete, Ocal, Royal de Cazorla o Verdial de Huévar, que pueden dar óptimos resultados en cuanto a rendimiento y producción, los investigadores reconocen que existe otra variedad, la Changlot Real, de origen valenciano y fácil adaptabilidad a las condiciones agroclimáticas de algunas zonas de Andalucía y que destaca, sobre todo, por ser, probablemente, la más resistente a la verticilosis, enfermedad del olivo causada por un hongo y que provoca la seca y muerte del árbol.
Así pues, este estudio, de cuatro años de duración y que se desarrollará en las provincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Granada, Málaga y Almería, reviste una gran importancia para el sector olivarero andaluz, al incrementar la oferta de variedades de interés para este cultivo, elegidas en función de sus óptimas características agronómicas, y su gran capacidad de adaptarse a ambientes concretos, caso de la resistencia a hongos aéreos en Huelva, o a las bajas temperaturas de la provincia granadina. En la actualidad, sólo las variedades Arbequina, Picual y Hojiblanca representan más del 95% de la producción viverística de la comunidad autónoma andaluza, cuya gran riqueza varietal se traduce en más de 120 registros.
Para las tareas de análisis y experimentación, se dispone de 78 parcelas, en fase de plantación, donde hay sembradas una treintena de variedades de olivo, hasta ahora nunca plantadas, tanto de Andalucía como del resto de España y países del Mediterráneo. Todas ellas proceden del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo, que constituye un reservorio genético de esta especie, sin precedentes, y el mayor referente mundial en la investigación sobre este cultivo.