Investigadores de la Unión Europea resuelven el misterio de la flor del guisante de Mendel
24 de Noviembre de 2010.
Su último estudio, financiado parcialmente por el proyecto ‘Grain Légumes’ (‘Nuevas estrategias para mejorar las legumbres de grano en la alimentación y los piensos’), que recibió alrededor de 15 millones de euros dentro del ámbito temático ‘Seguridad y calidad de los alimentos’ del VI Programa Marco de la UE, arroja luz sobre los mecanismos de genética molecular subyacentes al experimento de Mendel.
Los investigadores dirigidos por el John Innes Centre (JIC) del Reino Unido, compararon las secuencias de ADN (ácido desoxirribonucleico) del guisante con las de otras plantas con características marcadas e identificaron los genes que determinan el color de las flores de las plantas de guisantes.
"Fue una verdadera colaboración. No lo hubiéramos logrado sin todas las personas que participaron, que han tenido la constancia necesaria para solucionar un problema al que llevaba años dándole vueltas’, dijo el catedrático Noel Ellis del departamento de Genética de Cultivos del JIC.
El color púrpura de las flores del guisante silvestre, así como de las flores de muchas otras plantas, se debe a la acumulación de unas moléculas de pigmento llamadas antocianinas. Se lleva muchos años estudiando la bioquímica de su producción. El estudio, presentado en la publicación ‘Plos One', describe dos genes de guisante, que regulan la producción de antocianinas. “Este factor de trascripción después de una mutación, se vuelve inactivo y no se producen antocianinas, lo cual provoca que las flores sean blancas”, señaló el doctor Roger Hellens.
Para el estudio, los investigadores emplearon alrededor de 3500 líneas de guisantes. La colección, reunida en el JIC, incluye material de fuentes silvestres, cultivadas y semicultivadas, algunas de las cuales se remontan al siglo XIX.
El catedrático Noel Ellis añadió igualmente que se trata del “cuarto de los siete genes de Mendel que se ha caracterizado a nivel molecular, además del segundo en cuya investigación ha participado el JIC”.
El estudio contó con la participación de botánicos del Biotechnology and Biological Sciences Research Council (BBSRC) del Reino Unido, del Plant & Food Research de Nueva Zelanda, de la Unité de Recherche en Génomique Végétale (URGV) de Francia y de los servicios de investigación agrícola del Departamento de Agricultura (USDA) de Estados Unidos.