Carta del presidente de ASIF a los lectores del Informe Anual 2010
Javier Anta, presidente de ASIF, Asociación de la Industria Fotovoltaica15/07/2010 15 de julio de 2010
Estimado lector del
Informe de ASIF de 2010:
Hemos esperado hasta el último momento para cerrar la presente edición del Informe Anual de ASIF, con la esperanza de que las duras circunstancias que rodean al sector fotovoltaico en España evolucionaran favorablemente, porque queríamos publicarlo cuando ya se hubieran despejado las grandes incertidumbres que nos vienen acechando durante los últimos meses y que pueden afectar tanto a nuestro futuro como a nuestro pasado.
No ha sido posible, y escribo esta carta introductoria cuando seguimos atenazados por una indefinición regulatoria que, una vez más, tiene paralizadas a nuestras empresas. Además, este momento, y quizás debido a ello, ha coincidido con la crisis económica global y con grandes tensiones en el sistema eléctrico que han llevado a algunos actores relevantes a pedir públicamente al Gobierno que deje de apoyar el desarrollo solar, basándose en argumentos a menudo falaces y demostrando una escalofriante falta de visión de futuro.
Evidentemente, nuestra actividad no es independiente del devenir del país y si España, a mediados del 2010, atraviesa momentos muy difíciles —ya se ha tomado plena conciencia de la magnitud de la crisis económica y financiera que padecemos como nación—, no es de extrañar que el sector de las energías renovables en general, y de la fotovoltaica en particular, también sufra por dicha crisis.
“La fotovoltaica ya ha demostrado la sencillez y fiabilidad de su tecnología de generación, su capacidad para ser una parte importante del mix eléctrico y su vertiginoso descenso de costes”
Si en un sector económico, de la noche a la mañana, lo que es impensable pasa a ser percibido no solo como posible, sino, según algunos, como inevitable, no es extraño que se produzca confusión y paralización. La situación que estamos viviendo, por otro lado, es aún más grave, porque se produce tras un año 2009 de práctica moratoria. Tal y como expone este Informe, apenas tuvimos actividad durante el pasado ejercicio por la transición obligada desde el marco regulatorio establecido por el Real Decreto 661/2007 hasta el marco fijado por el Real Decreto 1578/2008.
Lo que nos sorprende, y todavía no hemos salido de nuestro asombro, es que la crisis amenace en llevarse por delante los pilares de nuestro desarrollo. El primero de ellos, sin duda, es la confianza en que el Gobierno cumplirá sus compromisos. Igual que la Unión Europea o el mundo de las finanzas le piden al Gobierno que no falle y haga todos los esfuerzos necesarios para cumplir sus compromisos financieros, ASIF y todo el sector fotovoltaico le piden que respete lo establecido por la Ley; la apuesta a largo plazo por la industria fotovoltaica no debe desperdiciarse.
Ante este sombrío panorama en el mercado interno, no es extraño que la industria fotovoltaica española mire al exterior: casi un 50% de las empresas ya tienen presencia más allá de nuestras fronteras, porque nuestros empresarios están buscando en el extranjero la actividad que no pueden tener en España. Gracias al empuje de los años anteriores, ahora volvemos a ser una industria exportadora, pero de mayor calado.
Quizás en esa actividad exterior esté el único y relativo consuelo en estos momentos. Pero no podemos olvidar que el otro 50% del sector ni siquiera tiene ese alivio. Por la naturaleza de su actividad, no puede trabajar en otros mercados y no puede aferrarse a ello como tabla de salvación. El desánimo se extiende al constatar que los proyectos empresariales se vienen abajo, por mucho que el discurso político gubernamental siga afirmando que apuesta por la fotovoltaica.
“El afianzamiento definitivo de la fotovoltaica está a punto de llegar, y, sin que pueda caber ninguna duda, llegará”
Además de las virtudes que la hermanan con las demás fuentes de energía renovable, la fotovoltaica ya ha demostrado la sencillez y fiabilidad de su tecnología de generación, su capacidad para ser una parte importante del mix eléctrico y su vertiginoso descenso de costes. Todo ello garantiza, a corto plazo, el alcance la paridad de red y la rentabilidad directa del autoconsumo fotovoltaico en numerosas aplicaciones.
Por eso, porque las ventajas de la fotovoltaica son innegables, por muy difícil que sea la coyuntura que atravesamos, el cierre de este comentario sólo puede ser optimista. El afianzamiento definitivo de la fotovoltaica está a punto de llegar, y, sin que pueda caber ninguna duda, llegará. Porque la razón, al final, se impone. Y porque las empresas y la tecnología tienen tal fuerza que superarán todos los obstáculos que les pongan por delante.
Precisamente en ese cometido está ASIF, ya desde hace más de 12 años; como suelo referir con relativa frecuencia: “quitando las piedras que nos encontramos en el camino”.
Con la confianza de que se superarán en España las dificultades actuales y con el deseo de que disfruten de la lectura de este Informe, les saludo muy cordialmente.
Empresas o entidades relacionadas
Asociación de La Industria Fotovoltaica - Asif