Aguacates con acento asturiano
Aguacastur surge hace algo más de tres años de la mano de dos jóvenes emprendedores: Javier Cívicos y Andrés Ibarra. A raíz de poner en marcha su propia plantación de aguacates, el interés por el cultivo fue creciendo en su zona y en poco tiempo se vieron dando un servicio de asesoramiento casi sin pretenderlo. Actualmente desarrollan un sistema de cultivo del aguacate adaptado a las condiciones edafo-climáticas de Asturias, con el fin de aportar una opción viable para revitalizar el campo asturiano.
En Asturias, la franja litoral y prelitoral tienen unas temperaturas muy suaves. Estas condiciones protegen de los vientos fríos de la meseta por la Cornisa Cantábrica y el efecto termorregulador del mar hace que los inviernos no sean duros. Por otro lado, el ascenso paulatino de las temperaturas medias, tan perjudicial para muchas zonas, parece que puede tener una influencia positiva en este sentido. No obstante, "estamos estudiando a fondo los métodos de protección anti heladas porque somos conscientes del riesgo que suponen los temporales que se dan cada ciertos años", apunta Andrés Ibarra, uno de los impulsores de Aguacastur, una joven iniciativa surgida en el asturiano Concejo de Cabranes.
Edafológicamente, los suelos, a pesar de ser generalmente poco profundos en esta zona, suelen tener una textura adecuada (no muy arcillosos). "El pH ácido es ideal para el cultivo y basta una pequeña enmienda caliza para alcanzar el nivel ideal", afirma Ibarra. Y, en cuanto a la fertilidad de la tierra, la materia orgánica que contienen estos suelos constituye "un auténtico tesoro para la agricultura". Y en cuanto a las variedades que cultivan, "son las típicas": Hass, Bacon, Fuerte, Reed y Pinkerton. Además, se hace hincapié en el uso de porta-injertos de raza mexicana, por su tolerancia a las bajas temperaturas, como un aspecto clave en este sentido.
El "modelo asturiano"
El cultivo comercial del aguacate es una novedad en el norte, a pesar de no ser un recién llegado (véase el aguacatón de Porrúa, sembrado en 1906). Adaptar los métodos de cultivo que existen, provenientes de las distintas zonas productoras del mundo es complicado. Nada tiene que ver entre si California con Chile, ni Nueva Zelanda con Málaga. "Nosotros hacemos eso, analizamos todos los métodos de cultivo y tomamos las prácticas más adaptables a nuestras latitudes. Estamos probando diferentes patrones, dotaciones de riego, marcos de plantación, fertilización, etc., todo para dar con un modelo asturiano, un modelo del norte que sirva como base sobre la que trabajar en el futuro", aseguran desde Aguacastur.
La plantación de los socios de esta empresa tiene 2 años recién cumplidos. "Los aguacates que obtenemos de los árboles de estudio se venden al por menor, ya que comercialmente no suponen una cantidad considerable", matizan. Su objetivo para 2022 es iniciar conversaciones con distintas distribuidoras del centro de Europa que ya se han puesto en contacto con ellos. "Estamos barajando múltiples opciones para centralizar y gestionar la fruta desde Asturias. Nos ha sorprendido mucho el seguimiento que nos están haciendo dos grandes comercializadoras extranjeras aun sin tener producción, por lo que somos muy optimistas al respecto".
Cultivo en ecológico
Una de las claves del proyecto reside en el manejo ecológico del cultivo. En su opinión, el potencial del aguacate ecológico en Europa "es bastante grande". Para Andrés Ibarra, la diferencia real es la perspectiva con la que se observa el cultivo. "En el manejo convencional se emplean fertilizantes de síntesis para lograr un desarrollo rápido en la planta, buscando adelantar y maximizar la producción y minimizar los costes. Se gestiona la plantación, o así lo parece, como si fuese una isla, sin tener en cuenta el entorno, ni medioambiental ni socialmente. En el cultivo ecológico, ya sea de aguacate o de cualquier otra cosa, se busca obtener una rentabilidad, por supuesto, pero con una plantación integrada en el entorno. Se alimenta el suelo para que esté vivo, se aprovechan, en la medida de lo posible, los recursos cercanos -con fertilizantes orgánicos- y se procura contribuir a la economía de la zona. Esto no se consigue de la noche a la mañana, es un proceso cargado de aprendizaje", explica.
En lo que respecta al asesoramiento que llevan a cabo en la zona, el primer objetivo es "en primer lugar, que la gente no cometa los errores que nosotros ya hemos cometido y, en segundo lugar, a estudiar todo lo necesario para evitar errar en el futuro, en los pasos que aún nos quedan por dar para consolidar el sector". Asimismo aconsejan sobre la idoneidad de las fincas y si reúnen las condiciones adecuadas para un cultivo como el aguacate. También aportan sus conocimientos sobre la preparación del suelo y el abonado más conveniente, el diseño de los sistemas de riego, gestionan la adquisición de plantas de buena calidad -una labor muy difícil en algunos momentos según advierten-, y sobre las distintas vías de comercialización.
PLANTACIONES 'LLAVE EN MANO'
Una de las opciones que ofrece esta empresa es el diseño y montaje de plantaciones 'llave en mano'. Se encargan de realizar la plantación de la finca y de su cuidado, así como de la recolección y venta de la fruta. Según la experiencia de Aguacastur, el perfil típico de cliente 'llave en mano' es el de una persona de ciudad, con orígenes rurales, que ha heredado una finca en un pueblo y no sabe qué hacer con ella o la tiene alquilada a ganaderos a cambio solo de mantenerla limpia, prácticamente. "El campo en general, pero el del norte en particular, es difícil de rentabilizar. Con los estudios que hemos realizado calculamos que una hectárea ideal, con un buen manejo y unas condiciones climáticas perfectas podría llegar a producir, en plena producción, más de 60 kg por árbol. Estamos plantando entre 350 y 400 árboles por hectárea. El precio por kilogramo de fruta en ecológico a distribuidor podría rondar los 3 €/kg si el mercado sigue como está. Consideramos unos ingresos brutos que rondarían los 70.000 €/ha en condiciones ideales. No obstante, el campo siempre lleva implícito el riesgo a la variación de estos datos, a veces para mejor y otras negativamente, por el mero hecho de estar sujeto a los agentes meteorológicos".