"España es uno de los países europeos que menos invierte en su agricultura"
Entrevista a Esperanza Orellana, directora general de Producciones y Mercados Agrarios
La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) lamenta que España sea uno de los países de Europa que menos invierte en su agricultura. En unas declaraciones exclusivas realizadas a Interempresas Media durante la Cumbre Agrievolution, "un evento de enorme importancia", Esperanza Orellana sugirió que el Renove 2020 se encamine a la "sustitución de máquinas con problemas de seguridad, de contaminación o de eficiencia".
Esperanza Orellana —segunda por la derecha— siguió las primeras intervenciones de Agrievolution.
La intrevención del secretario general de Agricultura, Fernando Miranda, mantuvo a Esperanza Orellana fuera del foco principal de la Cumbre Agrievolution. Pero la directora general de Producciones y Mercados Agrarios es una profunda conocedora de la realidad de la mecanización del campo español, por lo que siempre son especialmente relevantes sus opiniones sobre los temas de actualidad que afectan al sector.
¿Qué representó la Cumbre Agrievolution para España?
Fue un evento de enorme importancia para la agricultura española, sobre todo porque lo que se ha pretendido con el enfoque que se ha dado a esta Cumbre es precisamente explorar mucho más las posibilidades de mecanización que tienen cultivos tan emblemáticos de nuestro país como son los mediterráneos, me refiero a frutas y hortalizas, vino o aceite de oliva. Es una oportunidad, no solo para poner en valor y mostrar la agricultura española, sino también para que se vea cómo la industria de la mecanización agraria tiene muchísimo potencial en todos los países del Arco Mediterráneo.
¿Qué imagen internacional tiene el fabricante español de este tipo de equipos?
España es una referencia y debe serlo más. Esta Cumbre precisamente debe hacer de escaparate del know-how de la industria española, que trabaja a demanda con una notable capacidad de flexibilidad y evolución constante, que le sitúa como una referencia para todos los países del mundo en los que este tipo de cultivos se producen.
¿Qué perspectivas manejan para el próximo Renove, dada la coyuntura actual de Gobierno?
Nosotros seguimos apostando por la renovación de la maquinaria. Lo que ocurre es que tenemos una situación de prórroga presupuestaria y tenemos que trabajar con un presupuesto fijo, este puede ser ya el tercer año así. Buscamos de alguna manera conjugar esa limitación presupuestaria con focalizar las ayudas en renovar las máquinas que más lo demandan desde un punto de vista de eficiencia, de seguridad, de reducción de la contaminación… Hace dos años, el Renove se centró en los mecanismos de aplicación de estiércol y purín, este año lo hemos ampliado. Pero creo que tenemos que tratar entre todos de buscar las mejores herramientas de financiación —subvenciones, créditos bonificados, etc.— y actuar de manera específica en aquellas máquinas que realmente hay una demanda, no solo por parte de los agricultores, sino también por parte de la sociedad para trabajar en una agricultura más eficiente y sostenible.
El Lucernario del MAPA acogió la Cumbre el 1 de octubre.
¿Tienen definidas las líneas de actuación del Renove 2020? ¿Hacia qué máquinas se puede dirigir especialmente?
En el anterior, la mayoría de las ayudas se destinaron a sembradoras de siembra directa. Está muy bien apostar por máquinas cada vez más modernas y con una tecnología más inteligente, pero lo que tenemos que buscar es apoyar fundamentalmente la sustitución de máquinas con problemas de seguridad, de contaminación o de eficiencia. El resto de máquinas también, pero quizás no a través del mismo mecanismo. Hay otras formas de ayudar a la gente a renovar su parque de maquinaria, pero no todo tiene por qué estar subvencionado.
¿Por qué cree que se ha llegado a esta situación de parque tan envejecido?
La verdad es que yo también me he hecho esa pregunta. Ahora que estamos trabajando en la elaboración del Plan Específico de la PAC, con obtención de información para hacer análisis de necesidades, una de las cosas que hemos evidenciado es que España es uno de los países de Europa que menos invierte en su agricultura en general. Las máquinas son un ejemplo más. Para ser una potencia agrícola como somos y queremos ser, tenemos un nivel de inversión bajo en ese tipo de activos. Quizá haya otras cuestiones en las que haya más inversión, quizá el precio de la tierra es más elevado que en otros países y limita otro tipo de inversiones, pero de la mano del proceso de relevo generacional que tiene que darse, de redimensionamiento y de mejora de las estructuras, la agricultura española tiene que apostar por la tecnología, por la innovación y por la digitalización, porque sin nuevas tecnologías es muy difícil tener una agricultura con futuro.
¿Están los agricultores y ganaderos españoles preparados, no solo en términos económicos, para afrontar el reto de la digitalización?
Tenemos que trabajar para que lo estén. Es una tarea que debemos hacer todos, no solo las administraciones, también las organizaciones agrarias, las cooperativas, etc. Este Ministerio va a trabajar en ese sentido en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural a través de oficinas de transformación digital y de una serie de estructuras que permiten facilitar esa transición. También hay una cuestión muy importante por la que la nueva PAC va a apostar de manera decidida, que es el asesoramiento agrario a través de AKIS (Agriculture Knowledge and Innovation Systems), una herramienta que busca poner a disposición de los agricultores el conocimiento y la innovación que se genera en distintos grupos de trabajo. El gran reto es configurar estructuras que de manera flexible, rápida y fácil pongan a disposición de los agricultores el conocimiento, porque sin ello va a ser muy difícil mantener y mejorar nuestra competitividad en los mercados internacionales.
