III Jornada Técnica AEFATech, con participación del Ministerio y la empresa privada

La Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA) organizó una Jornada Técnica con el objetivo de informar, exponer y aglutinar a todo el sector. Los ponentes de la administración pública y empresa privada centraron sus intervenciones en explicar la normativa apoyada en criterios de sostenibilidad y respeto del medio ambiente.

El recién aprobado Reglamento Europeo de Fertilizantes fue el eje de la primera intervención técnica, protagonizada por Ángela Varo, de la empresa Green Universe, y Juanjo Serra, de LIDA Plant Research. Desde su perspectiva como expertos en legislación de empresas fabricantes españolas dieron un amplio repaso a esta nueva norma que regulará el sector de los fertilizantes a nivel europeo y que está previsto que su adopción definitiva llegue en marzo de 2019 entrando por tanto en vigor en 2022.

Además, ambos ponentes, que también forman parte del Consejo Europeo de la Industria de Bioestimulantes (EBIC), con muchos intereses comunes a AEFA, desde su visión y trabajo como presidenta de la Task Force España y presidente del Grupo de Public Affairs, respectivamente, presentaron las prioridades de EBIC, que realiza un importante trabajo para tratar de obtener un marco legal adecuado y abordable para los biestimulantes en Europa.

Varo subrayó durante su intervención que "con bioestimulantes las producciones aumentan entre un 5 y 25% y la calidad de la cosecha es mayor". El sector trabaja para responder a las demandas de los consumidores, que buscan alimentos más sanos y saludables. "Se invierte en I+D entre el 3 y 10% y el 33% del personal está implicado en estas labores". También se refirió a la ubicación de este tipo de fábricas en zonas rurales, lo que juega a favor de la vertebración del territorio.

AEFA y la certificadora CAAE firmaron el año pasado un acuerdo de colaboración para trabajar conjuntamente en la expansión de las Normas UNE para insumos aplicables en agricultura ecológica y ambas formaron parte muy activa del comité técnico que ha desarrollado estas normas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

En los catálogos de las empresas de AEFA abundan los productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, y la certificación de los insumos como productos ecológicos mediante estas normas aporta un extra de calidad y confianza a los inputs que los asociados están muy interesados en obtener. Como continuación de esta colaboración entre las entidades, Juan Carlos Pérez Montero, director técnico de CAAE, desarrolló en la segunda ponencia de la mañana las claves y retos para abordar el proceso de certificación de fertilizantes mediante las normas UNE 142500, UNE 315500 y UNE 66500.

La agricultura ecológica mundial supone una facturación de 80.000 millones de euros al año, con un crecimiento progresivo del 10-15%. Son 58 millones de hectáreas en todo el planeta, de las que 2.082.000 se encuentran en España, primer país en superficie, aunque no en producción. CAAE certifica la mitad de la superficie nacional, con Andalucía como comunidad destacada con el 46,8% del total, seguida por Castilla-La Mancha, con el 17,8%.

Pérez afirmó que “la certificación de insumos no se encuentra dentro del alcance actual del Reglamento 834/2007 y tampoco lo estará en la nueva Regulación 848/2018 que se implementará el 1/1/2021, por lo que los sistemas actuales de certificación se basan en normas privadas”.

La representante de la administración central fue María Luisa Ballesteros Jareño, consejera técnica de la Subdirección General de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades Vegetales, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Detalló las novedades del Real Decreto 506/2013 y de los productos basados en microorganismos. Recordó que no existe una legislación armonizada en la Unión Europea y que se va a aprobar un Reglamento para la puesta en el mercado de productos fertilizantes UE que incluirá microorganismos.

Ballesteros se refirió al Grupo 4 del Real Decreto 506/2013, definiendo los abonos como los “productos que aportan a otro material fertilizante, al suelo o a la planta, sustancias para favorecer y regular la absorción de los nutrientes a corregir determinadas anomalías de tipo fisiológico”.

Advirtió de que los abonos a base de microorganismos deben de inscribirse en el RPF, previamente a su puesta en el mercado. Deben demostrar la eficacia agronómica y sus características, han de estar depositados en un ‘banco público’ y tener un informe positivo de ensayos de eficacia por grupos de cultivo, lo cual debe hacerlo un organismo independiente.

El Registro permite ‘clones’ con distinto número de registro, siempre que el registro del PF para el que se hicieron los ensayos “esté vivo”. Se puede hacer una inscripción inicial y solicitar modificación, como por ejemplo ampliando usos a otros grupos de cultivos.

La representante del MAPA concluyó recordando que, en la actualidad, solo se pide un ensayo en una campaña —salvo hortícolas, que se piden dos especies—, aunque existe la posibilidad de cambio en el futuro.

El tramo final de la jornada estuvo protagonizado por las mujeres. Precisamente en la previa al Día Internacional (8 de marzo) tres ponentes con una reconocida trayectoria y experiencia en el sector abordaron la problemática que están encontrando en la preparación de la documentación de los informes para la inscripción de los productos fertilizantes basados en microorganismos anteriormente presentados por el ministerio desde tres puntos de vista diferentes.

Estefanía Hinarejos, de Mathex, como consultora experta en el área de la biotecnología, planteó la complejidad que supone el hecho de que "un laboratorio externo pueda redactar todo el protocolo que avala al producto desarrollado". Apeló más a la eficiencia agrónomica que a la eficacia en el rendimiento. También cuestionó que los fabricantes estén obligados a compartir sus productos con las empresas certificadoras y reclamó confidencialidad.

Camino García, Noelia Vera, Estefanía Hinarejos y Esther Debón.

Las tres ofrecieron la visión de las empresas fabricantes de fertilizantes, utilizando como hilo conductor sus experiencias y casos prácticos, cada una desde su particular punto de vista, reflejando las dificultades existentes en el registro de estos productos especiales. Noelia Vera, de Seipasa y miembro de la Comisión Técnica de AEFA, señaló que la caracterización se puede hacer dentro de la empresa, “aunque es aconsejable que lo realicen organismos independientes”. Expuso también las dificultades que encuentra con la realización de los ensayos en campo y los problemas para conseguir datos climáticos de los últimos 20 años.

Esther Debón, de Syntech Research, especialista en la realización de ensayos oficiales reconocidos para fertilizantes y bioestimulantes, coincidió en las dificultades de obtener datos climáticos y cuestionó el interés que tienen sobre la acción del producto.

Reunión con el MAPA

En el coloquio abierto que surgió a raíz de estas intervenciones, la representante del MAPA justificó su participación en el coloquio por la carga de trabajo que tiene actualmente su departamento. No obstante, solicitó la posibilidad de tener acceso a un informe con las preocupaciones y problemáticas que está encontrando la industria, y ofreció a la Comisión Técnica de AEFA una reunión donde se puedan expresar todas "nuestras preocupaciones y sugerencias para la mejora en la presentación de los dossiers referidos a Microorganismos y otros productos del grupo 4.4". AEFA ya ha confirmado que en los dos próximos meses preparará la documentación para dicha reunión y trasladará las conclusiones a las empresas asociadas.