El nuevo concepto de Fitó en pepino: SmartQ
Calidad de fruto en una planta más resistente. Así se resume el nuevo concepto SmartQ presentado por Semillas Fitó a lo largo del mes de diciembre en Almería. La casa obtentora mantiene su tradicional estándar de calidad en pepino (forma, color y poscosecha) añadiendo una novedosa línea de trabajo que incorpora resistencias de campo y una morfología de planta que la hace especialmente saludable y con tolerancias a plagas y enfermedades.
Esta línea resistente y de morfología saludable aúna sanidad de planta, calidad de fruto y alta producción, según destacaba el breeder Santiago García ante dos centenares de profesionales que se reunían en Roquetas de Mar (Almería) para asistir a tres charlas técnicas en las que se describía la actual mejora de Fitó en pepino, jornada que después continuaba en campo para comprobar in situ el comportamiento de las variedades englobadas bajo el concepto SmartQ.
Sanidad de planta y calidad de fruto van de la mano en Fitó. Alta tolerancia a enfermedades gracias a la resistencia poligénica por la que apuesta en la actualidad Semillas Fitó frente a la oligogénica, empleada hasta ahora y que estaba basada en el control de unos pocos genes. Santiago García explicó que gracias a esta nueva línea poligénica se logra una barrera más efectiva frente a agentes patógenos.
Por tanto, las especialidades SmartQ se han obtenido mediante el cruce de parentales hasta conseguir una resistencia poligénica que aporta mayor resistencia a la planta. Incluso, cuando se produce una infección por CYSDV, las líneas SmartQ permanecen con sus hojas verdes y más saludables por más tiempo.
Los asistentes pudieron ver en el invernadero las ventajas de las variedades SmartQ.
“Incorporar el trait SmartQ (refiriéndose a la característica poligénica) permite cruzar las líneas más avanzadas de nuestro programa (fenotipo homozigoto) con nuestras líneas tradicionales que aportan calidad de fruto a largo de todo el ciclo con el fin de conseguir variedades de planta muy sana y con muy buena calidad de fruto, tanto en caña como en rebrote”, describía Santiago García.
Se continúa así con el compromiso de calidad de fruto de Fitó, manteniendo dicha herencia, y añadiendo la obtención de una planta más sana y resistente con una nueva estructura, por ejemplo, hoja más pequeña en una planta compacta y aireada.
Los beneficios de una nueva estructura de planta
Germán Victoria, Cucumber Crop Advisor de Semillas Fitó, describía cómo SmartQ introduce una nueva estructura de planta que aporta distintos beneficios. “Esta nueva genética ofrece un mejor comportamiento a estrés abiótico ocasionado por temperaturas, humedad, tratamientos… y un menor envejecimiento de planta”, detallaba.
Germán Victoria, Cucumber Crop Advisor de Semillas Fitó.
Esa nueva estructura se visualiza en entrenudos cortos, en hojas más pequeñas y oscuras y en una posición horizontal de las mismas con tallos laterales más cortos. Flores más pequeñas y mayor número de ellas por entrenudo. Además los frutos son más cortos.
Este nuevo esqueleto de planta ofrece una serie de ventajas, según enumeró Germán Victoria y que se describen a continuación. Se logra una mejor aireación, más claridad hacia el interior de la planta con menos problemas de cola en los frutos, como ocurre con las variedades de mayor follaje y que están más tapadas. Derivado de lo anterior hay una menor incidencia de enfermedades y virus (mayor sanidad de planta), una mayor eficacia de los tratamientos con esta estructura de planta (mejor distribución en dichos tratamientos) y finalmente se consigue más producción (más entrenudos y frutos en el alambre) y calidad de frutos.
Gracias a esta nueva línea poligénica se logra una barrera más efectiva frente a agentes patógenos.
Finalmente la jornada se completaba con una visita a campo donde se pudo comprobar el distinto comportamiento de un testigo y de variedades tradicionales de Fitó con las nuevas variedades que entran dentro del concepto de SmartQ. Entre ellas hay dos números aún precomerciales, junto a Tejo –pepino adaptado al calor y con triple tolerancia– y Mitre –un pepino con buenos rendimientos y también triple tolerancia–.
Aproximación a los virus
Destacado aparte merece la magistral charla impartida por el científico Juan José López-Moya, miembro del Centre for Research in Agricultural Genomics, el CRAG de Barcelona, y colaborador del centro del CSIC en Málaga, La Mayora. El investigador desmenuzó ante los presentes las líneas maestras que enfrentan el estudio de los virus hoy día.
Patología de plantas; clasificación de virus y síntomas; ejemplos de patógenos devastadores; ecología de virus (incluyendo algunos beneficiosos); sus vectores como pulgones y mosca blanca (ésta, detrás de virus tan temidos como cuchara o Nueva Delhi); o los marcadores visuales de infección, que permiten describirlos en menor tiempo.
Juan José López Moya, virólogo investigador.
Uno de los aspectos que más interés despertó por su complejidad es el referido a las nuevas cepas de resistencia que van apareciendo y por tanto superando los genes de resistencia. Es un reto diario para mejoradores y virólogos sobre todo en el mundo vegetal donde, a diferencia de los humanos, no hay productos antivirales.
López-Moya concluyó con algunas referencias a la transgenia y reflexionando por qué en Europa es un tema tabú a diferencia de lo que ocurre en otras regiones del planeta. El científico adelantó algunos posibles avances como los que hoy día llevan a cabo investigadores cordobeses en cereales sin gluten; y recordó varios hitos, como el maíz con resistencias a taladro, evitando así los tratamientos insecticidas; o las modificaciones en arroz que han posibilitado alimentar a zonas del mundo en las que representa la base de su alimentación (Golden rice).