Evento de referencia en el que se transfieren al sector conocimientos y herramientas para mejorar sus procesos de producción y ofrecer un producto de calidad al consumidor

El pasado martes 16 de mayo, el IRTA celebró en Lleida la XVI Jornada Técnica de Poscosecha. Más de 150 personas asistieron al encuentro, en el que se dieron a conocer las últimas novedades en herramientas tecnológicas aplicables al sector. Las empresas necesitan optimizar al máximo sus costes de producción y ofrecer un producto de calidad, contando, en ocasiones, con medios insuficientes para hacerlo. Por ello, es necesario un firme compromiso entre el sector, las instituciones, las organizaciones y los centros de investigación para trabajar coordinadamente y ofrecer técnicas alternativas que puedan solucionar los problemas que se plantean actualmente.

Después de 16 ediciones, la jornada se ha convertido en un evento de referencia en el que desde el IRTA se transfieren al sector conocimientos y herramientas para mejorar sus procesos de producción y ofrecer un producto de calidad al consumidor.

El IRTA reunió a técnicos agrícolas, gerentes de empresas, comerciales, frigoristas, técnicos de calidad y otros perfiles profesionales del sector.

En esta edición, se ha analizado la campaña de poscosecha de 2016 y las perspectivas para la próxima campaña. Además, se han explicado las nuevas estrategias para el control de enfermedades de poscosecha de fruta de semilla, y la influencia de los parámetros de funcionamiento de las cámaras sobre la calidad de la fruta. También se han dado a conocer los dos nuevos métodos desarrollados por el IRTA para predecir el bitter pit en manzana, una afectación que provoca alrededor de 5 millones de pérdidas en el sector en España.

La primera ponencia de la jornada corrió a cargo de Elena Costa, del Programa Poscosecha del IRTA, titulada ‘Análisis de la campaña poscosecha 2016. Perspectivas para la nueva campaña’. Costa hizo especial hincapié en la problemática de Monilinia en fruta de hueso, destacando que el porcentaje de muestras de podridas en entrada en 2016 fue menor a 2015, y aseguró que “la campaña actual está respondiendo mucho mejor a esta problemática”. Concienciados de este problema, y como explica Costa, cada vez son más las empresas que incluyen el riesgo de Monilinia en el Escandallo de entrada, con el fin de conocer el momento y las especies de riesgo, y la información a productores. En contraposición a lo que ocurre con Monilinia, se ha producido un incremento en el riesgo de Rhizopus sp., “a causa de las condiciones secas de la campaña y de que los tratamientos fungicidas en campo solo están pensados para Monilinia sp. Entre los tipos de tratamientos poscosecha existentes contra Monilinia, Costa destacó Fludioxonil, cuya correcta aplicación “ha permitido un buen control de hongos durante toda la campaña, alcanzando el 99% de eficacia”.

En cuanto a fruta de pepita, especialmente manzana y pera, Costa afirmó que “la campaña actual se está desarrollando mucho mejor en cuanto a los problemas”, y expuso las diferentes técnicas de conservación poscosecha que se están utilizando en la zona de Lleida. Por un lado, el 1-MCP y, por otro, las atmósferas dinámicas. Hizo referencia, también, a los fungicidas poscosecha y a la necesidad de tratamientos fungicidas en largas conservaciones.

Entrando en variedades en concreto, Costa hizo referencia al pardeamiento interno en pera Conference como "una incidencia mucho menor en la campaña 2017, dadas las distintas condiciones de floración y recolección". En cuanto a manzana Golden, "existe una elevada producción de Golden de bajo calibre, así como un volumen bajo de venta durante los primeros meses del año, lo que provoca mucho stock de manzana en cámaras", afirmó para finalizar.

Seguidamente tomó la palabra Carla Casals, también del Programa Poscosecha del IRTA, con una ponencia que versó sobre las nuevas estrategias para el control de enfermedades poscosecha de fruta de pepita, la importancia de los tratamientos precosecha y una correcta desinfección de la central. Todo ello a partir de un proyecto realizado por un grupo operativo solicitado por 2 empresas. Los principales objetivos de dicho grupo se centraron en el desarrollo de unas estrategias efectivas basadas en aplicaciones en campo de productos químicos o biológicos para el control de los principales patógenos de manzana y pera, el desarrollo de estrategias de limpieza y desinfección de envases, ambientes y superficies de las centrales hortofutícolas, la evaluación del potencial de distintas estrategias de poscosecha que permitan eliminar o disminuir los residuos pesticidas, el establecimiento de una estrategia de manejo específica para cada variedad, y la formación del personal de la empresa.

A partir de las variedades de fruta analizadas en el proyecto, y como principales conclusiones, Casals afirmó que “en variedades tempranas y de corta conservación como Gala no fue necesario tratamiento. En cambio, en variedades de media estación como Golden, Rojas, o algunos casos de Conference la necesidad de tratamiento respondía a la existencia o no de unas condiciones óptimas de cosecha, conservación, higiene y desinfección; en caso afirmativo no era necesario el tratamiento, pero en caso negativo era esencial un tratamiento pre y poscosecha. Por último, en variedades tardías como Pink Lady, Fuji o algunos casos de Conference, sí era necesario el tratamiento dado el alto riesgo de infecciones". Además, sentenció que, en general, los desinfectantes evaluados fueron efectivos, y que el nivel de efectividad dependió de la superficie desinfectada.

Después de una pausa, el programa de ponencias continuó de la mano de Jordi Giné, miembro también del Programa Poscosecha del IRTA, con una presentación bajo el título ‘Influencia de los parámetros de funcionamiento de las cámaras sobre la calidad de la fruta’, en la que expuso los resultados de una investigación de la que ha formado parte, junto a la Universitat de Lleida e Ilerfred, centrada principalmente en pera Conference. Tal y como expuso, “los resultados de este ensayo demuestran la importancia del estado de madurez en determinar el potencial poscosecha en pera Conference”. Una vez realizada la investigación, Giné explicó que el índice de almidón es el indicador que mejor se relaciona con la madurez fisiológica del fruto, a la vez que una madurez inicial temprana produce mayores problemas de conservación. Hay que tener en cuenta, también, que asumiendo una gestión óptima de la atmósfera y temperatura de conservación, otras variables como la ventilación pueden afectar significativamente a la calidad y el potencial de conservación de la pera Conference. Aprovechó su intervención para señalar que “los datos de este estudio se están utilizando para la creación de sistemas Big Data que permitan optimizar la gestión de las cámaras considerando la calidad de la fruta". Y concluyó de forma clara: “Es muy importante la instalación donde ponemos la fruta”.

A continuación, Estanis Torres, compañero de Giné, expuso los métodos de predicción de bitter pit desarrollados por el IRTA. Torres se centró en dos métodos concretos: el análisis mineralógico temprano, el más utilizado; y el método por inducción de síntomas, un método pasivo. Lo primero que puso de manifiesto es que “cuando hay incidencia de bitter pit es muy evidente”. El primero de los métodos, como expuso Torres, pretende definir cuál es la relación directa entre el contenido mineralógico del fruto en estadios tempranos y el bitter pit en posrecolección, y cuál es el mejor momento para realizar los análisis. Para determinar estos puntos, y como relató Torres, se llevó a cabo un ensayo en 10 fincas de la zona de Lleida, durante 3 años y en diferentes momentos de muestreo. En cuanto a este ensayo, concluyó que “el calcio es el elemento que mejor se correlacionó con la incidencia de bitter pit, especialmente los años de alta frecuencia, dándose el mejor momento de muestreo a los 60 días después de floración”.

La sesión, además, contó con la participación de Angelo Zenella, experto del Research Centre Laimburg (Italia), que habló sobre los enfoques innovadores para la predicción de la calidad de la manzana en la cadena de suministro desde la maduración hasta el consumidor. Según Zenella, uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector y sobre el que hay que incidir se centra en intentar limitar las pérdidas. “Tenemos una avanzada industria de la fruta, pero que experimenta significativas pérdidas poscosecha”, ha afirmado. Para ello, ha expuesto los diferentes métodos existentes para determinar la calidad de la fruta, así como los diferentes factores que interfieren en ella. Zenella, además, ha planteado otro reto: “Hay que determinar métodos que permitan comprender la edad biológica de la fruta”.

Para finalizar el programa de ponencias, se llevó a cabo una mesa redonda en la que se debatió sobre los retos que supone la exportación fuera de la Unión Europea. En dicho debate se contó con la participación de Irene Marque, de Edullesa (Aduana de Lleida); Jordi Gázquez, de Actel; y Fernando J. González, de Frutaria.

Cuando se habla de mercados fuera de Europa, ¿de qué se habla? A esta pregunta respondió Marque, remarcando que la fruta es el principal producto que pasa por la aduana de Lleida, aproximadamente un 82%, del cual un 30% se destina a Brasil, quedando en segundo plano países como Bielorrusia, Israel o los Emiratos Árabes.

Con el ejemplo de Brasil Fernando J. González expuso su experiencia: “Brasil supone un peso importante en nuestras ventas, todo empezó mandando ciruela a ese país”. Aprovecho, además, para remarcar que “el principal problema de la poscosecha es discriminar que mandas y que no”.

También se debatió hasta qué punto vale la pena exportar, y si supone un buen negocio. Sobre este tema, Jordi Gázquez afirmó que “el cliente es el que manda, y es rentable exportar si controlas todos los eslabones de la cadena. Es imprescindible saber cuáles son las variedades que permiten viaje, como tratarlas y como cosecharlas”.

A la jornada asistieron técnicos agrícolas, gerentes de empresas, comerciales, frigoristas, técnicos de calidad y otros perfiles profesionales del sector, y contó con la colaboración de más de una docena de patrocinadores.