Una limitación tradicional del cultivo de alfalfa son las altas necesidades de agua, cuya escasez en periodos críticos afecta notablemente al rendimiento
Riego por goteo subterráneo en el cultivo de la alfalfa
La alfalfa (Medicago sativa L.) está considerada la reina de las forrajeras por su capacidad productiva y adaptación al medio. Nació como cultivo en Turquía hace más de 9.000 años. Actualmente se cultivan 32 millones de hectáreas en el mundo, desde Finlandia hasta Sudáfrica, destacando por países: Estados Unidos con el 32,7% de la superficie (primer productor y exportador mundial), Argentina con el 23,4%, Rusia con el 10,5% y Canadá con el 7,9%. España (segundo exportador del mundo y primero de la UE) cultiva el 1,0% de la superficie mundial.
El cultivo de alfalfa se ha extendido rápidamente por varios motivos: es un cultivo que aporta altos rendimientos de materia seca por hectárea, con independencia de las condiciones edafo-climáticas; contribuye a la mejora del medio ambiente favoreciendo la conservación del suelo y reduciendo las labores de cultivo durante unos 5 años aproximadamente, mitiga las emisiones de gases de efecto invernadero, y su paisaje verde perdura varios años, así como también reduce la fertilización nitrogenada debido a la capacidad para fijar nitrógeno atmosférico. Cade destacar, también, la evolución positiva de las exportaciones de forrajes deshidratados.
Introducción
Sistema de riego por goteo subterráneo para cultivo de alfalfa
La realización de un proyecto bajo los criterios de diseño adecuados y una práctica de riego correcta permiten obtener todos los beneficios económicos, agronómicos y ecológicos del riego por goteo subterráneo.
Para el cultivo de la alfalfa se plantea un sistema de riego por goteo en forma de cobertura total con la tubería emisora AZUD Premier PC AS enterrada a una profundidad de unos 40 cm y con los emisores AZUD Premier PC AS en la zona de mayor actividad radicular del cultivo, de tal forma que sea un sistema de riego que nos permita realizar una rotación entre ciclos de varios años de cultivo de alfalfa y cultivos como maíz u otros cereales. AZUD Premier PC AS es una solución diseñada y patentada por AZUD, que gracias a la tecnología aplicada en su laberinto, DS Technology, garantiza la máxima eficacia anti-obturante, de tal forma que el sistema pueda llegar a tener una larga vida útil.
Elementos para manejo y mantenimiento
• Caudalímetro para el monitoreo continuo del caudal.
• Equipo para inyección de los fertilizantes requeridos por el cultivo y de los productos químicos necesarios para el mantenimiento de la instalación.
• Sistema de filtrado AZUD Helix Automatic para tratar el agua de riego, evitando la entrada a la instalación de partículas con capacidad de obturación directa.
• Colectores de drenaje final de línea, que nos permiten agilizar las labores de mantenimiento.
• Ventosas para la extracción de aire y evitar los fenómenos de succión.
• Manómetros para el monitoreo de la presiones de suministro.
• Tubería emisora específica para RGS con gotero integrado AZUD Premier PC AS, altamente resistente a obturaciones.
La profundidad, el marco de instalación y el caudal de los emisores de goteo vienen condicionados por el tipo de suelo. Es aquí donde AZUD y sus distribuidores homologados en RGS aportan su experiencia para este tipo de instalaciones, garantizando el éxito de las mismas y consiguiendo significativos ahorros de agua y energía.
Ventajas del sistema RGS
Son muchas las ventajas del RGS frente a otros sistemas de riego tradicionales, entre ellas las más importantes recaen en una mayor rentabilidad (aumento de la calidad y productividad del cultivo); un menor consumo de agua y de fertilizantes, superior al 30% con prácticas de riego adecuadas; menores requerimientos hidráulicos (caudal instantáneo y presión) que otras alternativas; una menor presión de operación frente a otros sistemas de riego que permite un notable ahorro de energía; y unos incrementos de producción de hasta un 40%, dado que la práctica de riego es compatible con cualquier labor de cultivo, incluidas las labores de corte y secado, permitiendo mantener estables los niveles de humedad del suelo y acelerar la aparición de nuevos brotes. Gracias a la mayor cantidad de materia seca por unidad de superficie, se obtiene un mayor número de brotes, con tallos y hojas de mayor tamaño.
También cabe destacar la reducción drástica de las malas hierbas, al permanecer seca la superficie del terreno; un sistema radicular muy estable y uniforme, mejorando la uniformidad del cultivo; la mejora de la estructura del suelo, gracias a la mayor aireación del sistema radicular y suelos con menor compactación; la inexistente interferencia con las labores de mantenimiento, corte y empaquetado de la alfalfa; y la posibilidad de poder aprovechar toda el área disponible para el cultivo, con independencia del tamaño y geometría de la parcela.