La renta agraria acumula una caída del 30% en la última década, a pesar del ligero repunte de 2015
La Renta Agraria total en términos corrientes durante el pasado año 2015 experimentó un ascenso del 1,7% respecto a 2014, según la primera estimación de la renta agraria publicada por el MAGRAMA. Del estudio realizado por el Departamento de Economía Agraria se desprende que, a pesar de este ligero repunte, desde 2003 el sector acumula una caída del 30,1%. En ese mismo periodo, los costes de producción experimentaron una subida del 46%. El nivel de endeudamiento del sector sobre la renta se sitúa en el 74%.
“La volatilidad de precios y la espiral alcista de los costes de producción están dañando seriamente la rentabilidad de las explotaciones agrarias. A tenor de esta tendencia, desde COAG se ha pedido a los principales partidos políticos que han concurrido a las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, la creación del Observatorio de Costes y Mercados de Insumos para aumentar la vigilancia de los oligopolio que controlan los insumos del sector: (energía, fertilizantes, piensos, semillas, etc.) y evitar así la especulación y los costes injustificadamente elevados para los agricultores y ganaderos”, subrayó Miguel Blanco, secretario general de la COAG.
Tras las macromagnitudes, en el balance agrario de 2015 cabe destacar como temas más relevantes la crisis láctea, el primer año de aplicación de la nueva PAC, el impacto del veto ruso, la sentencia del Tribunal de la UE que anula el acuerdo agrícola con Marruecos y las pérdidas por sequía y las altas temperaturas en otoño-invierno.
Lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón y el acuerdo para la sostenibilidad de la cadena de valor del sector lácteo, que COAG no firmó, no está sirviendo para garantizar un precio remunerativo para los ganaderos que al menos cubra los costes de producción. Según datos oficiales, el precio medio en nuestro país se situó en octubre en 0,30 euros el litro, muy por debajo de los costes (0,34 €/l.). Tal y como se argumentó en su momento, el texto firmado no ofrece seguridad jurídica a los productores porque es una mera declaración de intenciones, generalista e inconcreta, que deja a la buena voluntad de industrias y cadenas de distribución el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
La solicitud única PAC 2015 fue la primera de aplicación de la reciente reforma de la PAC. A partir de ella se está procediendo a la asignación de los nuevos derechos de pago básico a los beneficiarios que así lo solicitaron y cumplen las condiciones exigidas. De las 840.000 solicitudes de derechos de pago básico se espera que finalmente se asignen derechos de unos 820.000 beneficiarios. Si tenemos en cuenta que en los años anteriores a la Reforma de la PAC, los beneficiarios en el Estado Español ascendían a 910.000, la reducción en el número de perceptores es de unos 90.000 y nos sigue situando muy por encima de nuestros socios europeos, como Francia y Alemania, dónde los beneficiarios de la PAC suman unos 350.000. Esto resulta muy decepcionante después del intenso debate que en el marco de la aplicación de la Reforma de la PAC en España, se planteó sobre la figura del agricultor activo y la actividad agraria. COAG siempre consideró insuficiente el porcentaje del 20% de ingresos procedentes de la actividad agraria que se recoge en la definición de agricultor activo, entendiendo que la condición de agricultor exige unos compromisos de naturaleza económica mayores, para lo que proponíamos utilizar la figura vigente de agricultor profesional.
Los agricultores y ganaderos españoles pagaron un año más la factura de una crisis geopolítica. La prórroga de un año del veto ruso a los alimentos perecederos procedentes de la Unión Europea, la cual se anunció en junio de 2015 por Vladimir Putin, influyó sobretodo en las cotizaciones de frutas de hueso y porcino. La incertidumbre provocó el hundimiento de los precios de paraguayos por debajo de costes, y en otros productos, en el caso del melón y sandía, los precios se situaron durante buena parte de la campaña de verano por debajo del umbral de rentabilidad (0,18 euros el kg, mientras que los costes de producción medios se sitúan en 0,20 €/kg). En porcino, los ganaderos acumulan desde el pasado agosto una caída del 25% en el precio del cerdo vivo. El precio ha caído por debajo del euro (0,96 €/kg), mientras que los costes se sitúan en 1,12 euros el kg. Esta situación supone una pérdida de 3.800 euros a la semana en una explotación media.
Tras la publicación oficial, COAG pidió por carta al Gobierno, partidos pollitos y europarlamentarios españoles que pongan en marcha una ofensiva diplomática en Bruselas para pedir la suspensión cautelar del acuerdo de libre comercio agrícola con Marruecos, la línea que plantea el Tribunal de Justicia de la UE. La sentencia destaca que el acuerdo no garantiza el desarrollo de la población saharaui y además, según acreditó el Frente Polisario, beneficia exclusivamente a grandes corporaciones extranjeras que producen para la exportación, esquilmando los recursos naturales de la zona. La Comisión y el Consejo de la Unión Europea no sólo no velan por los intereses de los agricultores sino que, en sus acuerdos de libre comercio, se desentienden también de los derechos fundamentales de la población autóctona.
Hay preocupación en el campo por la sequía y por las temperaturas anormalmente altas para el último trimestre del año. Si continúa el clima actual, puede haber mermas importantes en cereales, oleaginosas y hortalizas de invierno. Durante el pasado 2015, los precios de cereales y, sobre todo, vino y aceite tuvieron un comportamiento negativo, al igual que la mayor parte de las producciones ganaderas, donde destacan las caídas de los precios de leche y porcino.