Entrevista a Antonio Vergel, presidente del COITAND
Antonio Vergel es un profesional destacado de la agricultura andaluza. Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND), ha sido, un año más, uno de los impulsores del 13º Symposium de Sanidad Vegetal. Con una valoración muy positiva del encuentro, Vergel ha querido dejar claro dos aspectos: la importancia de la figura del asesor y la necesidad de conocer las nuevas normativas por parte de los profesionales del sector.
Sin duda es un éxito, una nueva superación reunir a más de 600 inscritos en el Symposium…
Cada vez estamos más contentos.La superación es parte de la humildad, del esfuerzo, del trabajo y de la ilusión que siempre hemos tenido en poder demostrar y desarrollar actos informativos a todos los técnicos y profesionales de las empresas. Es un esfuerzo grande el de organizar un buen programa, adecuado y atractivo. Este año hemos querido ofrecer una parte administrativa en la que se expusieran todas las nuevas reglamentaciones, así como la presentación en público de las nuevas guías de Gestión Integrada de Plagas por cada uno de los coordinadores. Todo junto ha sido un gran atractivo. Esta última presentación no ha sido solamente la muestra de un documento, se trata de nuevas guías vivas y actuales. Una ayuda para los profesionales apoyada en sistemas TIC aplicados a nuestro sector. Al fin y al cabo, el mundo de la tecnología ha llegado para quedarse. Por eso, como ya estamos trabajando en la próxima edición del Symposium, nos planteamos darle mucho más protagonismo al apartado TIC.
El abanico de personas a quienes se dirigen siempre está abierto y es muy amplio. Los asistentes son técnicos y empresas que utilizan este foro para conocer las novedades pero también para intercambiar opinión e intentar hacer negocio. Los técnicos tienen que saber qué se cuece para poder trabajar con ello día a día a pie de campo.
Efectivamente, el Symposium tiene distintos aspectos. Una parte técnica donde se acredita al congresista, una parte abierta al público donde se encuentran los stands y, simultáneamente, las presentaciones de producto por parte de las empresas comerciales a las que va el congresista y los invitados de la empresa y aprovechan este marco para atraer a clientes. Por lo tanto, se une a un conglomerado de gente muy amplio: el fabricante, el distribuidor, el consumidor final, la administración, los técnicos… Es un punto de encuentro de formación, de información y de negocio.
¿Cómo han recibido los asistentes esta edición?
De forma muy positiva. Los profesionales que han asistido son muy conscientes de la situación que atravesamos y de lo que hay que hacer, legalmente hablando. Siempre hay quien pone objeciones, pero el camino que seguimos hoy en día es el que hay que recorrer… Solamente hay que aclarar las distintas normativas aplicables a la agricultura y qué normativa debe aplicar cada uno. En el caso del fabricante fitosanitario, éste debe conocer el reglamento para saber cómo hacer el registro de sus productos, si hablamos de Gestión Integrada de Plagas son los agricultores y asesores quienes deber conocer el real decreto que aborda esta temática. No podemos volver loco al mercado, cada reglamento se dirige a un tipo de profesional y éste debe ser consciente de qué puede y no puede hacer.
Han puesto el foco en la Gestión Integrada de Plagas, pero también se ha hablado durante el Symposium de las nuevas normativas de registro fitosanitario debido a la preocupación que os transmiten las empresas. Hay varios temas candentes, como el de los bioestimulantes.
Exacto. Hay temas que se han legislado hace poco por parte del Ministerio aunque los profesionales del sector ya conocíamos lo que iba a suceder. En cambio, es la primera vez que se le explica al público en general, no solamente al trabajador del sector.
Hay que decir que a nivel europeo se está preparando una normativa para regular el tema de los bioestimulantes. Así que aunque el real decreto ha sido español, será una ley europea en un futuro.
En referencia al registro fitosanitario, cada empresa reinvierte según su rentabilidad, es pura economía de mercado. También es cierto que hay una pluralidad en España, sobre todo en Andalucía, en la que se trabajan cultivos ‘poco apetecibles’ de registrar en la industria fitosanitaria. Por ello, el reglamento deja nuevas vías, conocidas como ‘reconocimiento mutuo’. Por ejemplo, productos registrados en un país para un cultivo concreto pueden ser valorados y transmitirse su documentación en España sin necesidad de registrarlos de nuevo. Otro ejemplo es la evaluación comparativa. En resumen, se trata de conseguir algo que se demanda mucho, el uso de fitosanitarios en cultivos menores que no tienen una gran superficie y, por lo tanto, no tienen productos registrados.
La importancia de la figura del asesor es también una temática que se ha tratado mucho durante las jornadas. ¿Hay que seguir concienciando sobre este tema?
Sí. Hoy en día hay 4.000 asesores inscritos en Andalucía, personas formadas para ejercer una función muy importante. Una de las novedades de este Symposium es que hemos habilitado una serie de salas en las que empresas del sector informático que están desarrollando documentos de asesoramiento y cuadernos de explotación pueden informar a las empresas o personas interesadas en ello. La función del asesor es ayudar al agricultor mediante sus conocimientos, su formación. Debe ser eficaz, pero también eficiente.