Entrevista a Luis Méndez, experto en agricultura ecológica de Asaja Málaga
El máximo respeto por el medioambiente. Bajo esta premisa, la agricultura ecológica irrumpe en los campos de hoy. La producción ecológica está normalizada por un reglamento de obligado cumplimiento. El manejo del suelo, así como la no utilización de plaguicidas y abonos químicos de síntesis, pasa a ser fundamental en esta forma de cultivar. Pero, ¿cuál es la situación de la agricultura ecológica en España? Luis Méndez, experto en agricultura ecológica de Asaja Málaga, nos acerca esta nueva realidad que aún debe evolucionar. “Somos los primeros produciendo y de los últimos consumiendo. Si no cambiamos eso, si el consumidor no conoce el producto y lo demanda, nos moveremos tan sólo en los márgenes que la exportación nos permita”, afirma. El consumo interno es la asignatura pendiente, pero en el otro lado de la balanza, las nuevas generaciones ven que el nicho de mercado existe. Diferenciarse, para vender.
¿Qué es la agricultura ecológica?
Es una forma de hacer agricultura, en la que prima el respeto por el medio ambiente y la producción de alimentos libre de químicos de síntesis.
¿Y en qué se diferencia de la agricultura tradicional?
A diferencia de la agricultura convencional, la producción ecológica está normalizada por un reglamento de obligado cumplimiento. Es una producción certificada, es decir, viene avalada por organismos de control que garantizan que estos productos se han producido bajo las normas de la producción ecológica. Estas normas obligan a técnicas de cultivo que en muchos casos no se usan en la agricultura convencional. El manejo del suelo, así como la no utilización de plaguicidas y abonos químicos de síntesis, pasa a ser fundamental en esta forma de cultivar.
¿Cuáles son los valores añadidos de la agricultura ecológica?
El principal es el máximo respeto al medio ambiente. En la producción ecológica todas las técnicas de cultivo están dirigidas a respetar el medio ambiente, lo que en muchos casos obliga a utilizar variedades locales, mejor adaptadas, recuperando de esta forma productos locales y conservando un patrimonio genético.
Háblenos de la evolución de la agricultura ecológica en los últimos 20 años.
La evolución ha estado marcada un crecimiento exponencial hasta estos últimos años, donde se empieza a detectar cierto estancamiento. Este crecimiento exponencial ha sido en todos los sectores, ya sea producción, industria o exportación.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la agricultura ecológica hoy?
En España, sin lugar a duda, el consumo interno. Somos los primeros produciendo y de los últimos consumiendo. Si no cambiamos eso, si el consumidor no conoce el producto y lo demanda, nos moveremos tan sólo en los márgenes que la exportación nos permita.
Por Comunidades Autónomas, ¿cómo se repartiría la agricultura ecológica existente en España?
España es el país de la Unión Europea con mayor producción ecológica. Por comunidades, se encuentra a la cabeza destacada Andalucía, seguida de Castilla La Mancha, Cataluña, Extremadura y Navarra.
¿Y cuál es la situación en Andalucía y, concretamente, en Málaga?
Según los últimos datos, en Andalucía existen 806.726,55 hectáreas de producción ecológica. Aunque seguimos siendo la comunidad con mayor superficie certificada del territorio español (50,10%), se puede apreciar un descenso de un 15% respecto al último año, lo que significa la primera bajada significativa del sector desde sus inicios. Málaga, que se encuentra a la cola en cuanto a superficie dentro de la comunidad andaluza, cuenta ya con 31.957,48 hectáreas certificadas, y junto a Cádiz y Jaén son las únicas provincias que han aumentado, aunque muy ligeramente, su superficie. Se mantiene el número de operadores, que ya no se incrementa, y se sitúa en 1.018, mientras que sí aumenta el número de elaboradores (75) y se mantienen los importadores (10), en el último año.
¿Cuáles son los productos ecológicos que más se producen en Málaga y Andalucía en general?
En cuanto a cultivos, en Málaga, sigue a la cabeza el olivar con 2.621 hectáreas y los frutos secos con 1.280. Málaga sigue siendo el referente en el cultivo ecológico de subtropicales en Andalucía: se comercializan cerca de 600.000 kilos anuales de aguacates, y 900 toneladas de mango ecológico. La provincia tiene el 70% de la producción ecológica de subtropicales de Andalucía con 439,12 hectáreas certificadas, representado principalmente por el aguacate. En las actividades industriales, Málaga sigue situándose en los primeros puestos con 225 agroindustrias. En Andalucía, el primer cultivo en cuanto a superficie es el olivar con 53.825,75 hectáreas, algo menos que en campañas anteriores, seguido de los cereales, que disminuye significativamente su superficie respecto a otros años con 40.816,52 hectáreas, (un 10% menos) y los frutos secos con 35.932,36.
¿Son los jóvenes más conscientes de la importancia de los productos ecológicos?
La sociedad en general se preocupa más de lo que come y, sobre todo, empieza a mirar también cómo se producen esos alimentos. Existe una preocupación por el medio ambiente que no existía hace unos años, y todo lo que ayude a protegerlo produce empatía.
Y en cuanto a la nueva generación de agricultores, ¿está sensibilizada con lo ecológico?
Son conscientes que existe un nicho de mercado, que hoy en día es bueno diferenciarte para vender, que no sólo se trata de producir, sino también de vender, a ser posible calidad, y si es diferenciada, mejor. Esto lo entienden mejor las nuevas generaciones. Indiscutiblemente, el agricultor hoy es más consciente de la estrecha relación entre la agricultura y el medio ambiente.
¿Qué garantizan las etiquetas de certificación de producción ecológica?
Que hay un organismo de control independiente detrás de ese producto que avala que se ha producido el mismo de acorde a la normativa ecológica.
¿Y quién controla y garantiza el quehacer y las correctas labores de la agricultura ecológica?
Los organismos certificadores. Son organismos independientes autorizados. En Andalucía, operan 11 certificadoras. Su trabajo es fundamental, si la certificación no se hace bien, el sistema se desmorona. Además, existen controles por parte de las comunidades autónomas para todos aquellos que reciben ayudas de la PAC en materia de producción ecológica.
Dice que “somos los primeros produciendo y de los últimos consumiendo”, un contrasentido…
Sí, el consumo interno es la asignatura pendiente. Se han invertido los esfuerzos casi en exclusividad en fomentar canales cortos, que está claro, no son suficientes para dar salida al producto. Hay productos ecológicos con una tasa de exportación de más del 90%. No hay correlación entre el potencial productivo que ha conseguido el sector ecológico en España y el mercado interior realmente generado. La presencia de alimentos ecológicos en la distribución no especializada no alcanza aún en nuestro país los niveles de otros países de nuestro entorno, que están en cotas de consumo mucho mayores. Más del 60% de las ventas internas se hacen por canales minoristas. Es cierto que el consumidor no conoce suficientemente estos productos, pero es que no se está haciendo mucho tampoco para que lo conozca. El producto ecológico tiene que tener un stand en cualquier supermercado de barrio.
Los productos han dejado de ser de temporada. Hoy se puede consumir cualquier fruta en cualquier momento del año. ¿No es antinatural?
Obtener fruta extemporánea debe verse como un logro de la agronomía, no como un defecto. Recrear un ambiente artificial para obtener tomates fuera de temporada es un avance de la agricultura, equiparable en su medida, a los adelantos científicos en medicina, como podría ser una vacuna nueva. La producción ecológica también ha llegado a los invernaderos y debe adaptarse igualmente a los avances de la agronomía. El consumidor que sólo quiera productos de temporada puede escoger.
¿Qué futuro le augura a la agricultura ecológica en el mundo? ¿Y en nuestro país?
En el ámbito internacional es difícil de predecir. La conservación del medio ambiente va a ser una de las prioridades de la mayoría de los países con cierta estabilidad. Formas de producir más respetuosas con éste se verán favorecidas. Por otro lado, la sociedad de estos países va a seguir demandando este tipo de productos. En Europa se está fomentando este tipo de ayuda desde las instituciones, por lo que la tendencia será al alza. En España, si no mejoramos la comercialización, probablemente irán muy ligadas a las ayudas que provengan de Europa, aumentando y disminuyendo en función de éstas. Atomización de oferta, asociacionismo, estrategia comercial, diversificación, calidad, mayor formación y seriedad son premisas para un despegue real de esta forma de hacer agricultura.