La competitividad del sector agroalimentario: un denominador común del campo murciano
La dura competencia que existe en estos momentos en los mercados internacionales de frutas y hortalizas es, sin duda alguna, uno de los grandes retos a los que se enfrentan las firmas agroalimentarias, que están viviendo en un contexto económico de crisis económica, un hecho que está afectando gravemente a la productividad del sector en su conjunto. Es indudable que España ha perdido liderazgo comercial, y no solamente por Marruecos, sino por otros muchos países como Egipto, Turquía, Túnez, etcétera, ya que producen con unos imputs ínfimos, entrando en los mercados con unas condiciones más ventajosas que las producciones españolas, y lamentablemente, con el consiguiente perjuicio para los intereses de nuestros productores.
Tampoco la promoción y el marketing son dos factores por los que el sector hortofrutícola español haya apostado intensamente. De hecho, según fuentes consultadas del sector, únicamente un 10% de las firmas están utilizando técnicas de promoción y comunicación para dar a conocer sus productos. Un craso error evidente, ya que si no se intensifican las acciones promocionales, es obvio que no se están dando a conocer las magníficas cualidades organolépticas que tienen los productos hortofrutícolas con origen en España.
Es triste saber que solamente un 15% de las empresas agroalimentarias están gestionando la comunicación y el marketing con departamentos propios. Está claro que para que el sector pueda alcanzar mayores niveles de rentabilidad, tiene que abrirse al mundo de la comunicación, los recursos humanos, la publicidad, etc.
Aviso a navegantes: si el sector no madura en gestionarse con profesionalidad y no apuesta por la modernización e innovación, será muy difícil superar el despegue de los países terceros en el entorno de la Unión Europea.