Info

El último de Audi y la barraca del tío Ramiro

Ibon Linacisoro, Director01/08/2006
Una estudiante china descubrió hace unos años un gusano que podría resolver el problema de la contaminación causada por los plásticos. El desdichado invertebrado, para el que la vida contemplativa ha llegado a su fin, posee una enzima capaz de digerir el plástico, un material que no es biodegradable, a no ser que sí lo sea. Para que nos entendamos, el plástico no es biodegradable, pero cuando se trata de un plástico biodegradable, sí que lo es. Al tal gusano le ha arruinado el chollo una estudiante china de 18 años, Chen Zhongguang se llama la criatura, quien llegó a la conclusión de que los gusanos amarillos poseen una enzima especial que digiere el plástico. ¿Y cómo se le ocurrió a Chen poner a prueba al pobre gusano? ¿Daría de comer plástico a todo lo que se mueve hasta dar con el bicho que sí se lo come? Chen observó pequeños mordiscos en la espuma de la caja donde guardaba los gusanos para alimentar a sus pájaros. El angelito separó los gusanos en dos grupos: a uno lo alimentó sólo con espuma y al otro con hojas y trigo. Chen vio que los gusanos que se alimentaban de espuma engordaban más y sus deposiciones contenían restos plásticos, señal de que habían digerido bien la espuma. Eso dice ella, claro. Prueben a comerse una moneda de 2 euros, a ver por dónde sale... y cómo.

Tras un año de análisis y trabajo de laboratorio, la estudiante concluyó que estos gusanos poseen cierta enzima capaz de digerir el plástico. A alguno ya le están saliendo símbolos de dólares en los ojos. Sólo de pensar en el dinero que uno puede ganar con una granja de gusanos, receptora de desechos plásticos... Claro que se plantearía el problema de la hez plástica, inofensiva cuando es de un gusano, pero muy preocupante cuando los gusanos conforman tropa.

Pero el caso es que el caso del gusano comeplástico es uno más de tantos en los que para bien de unos, los futuros granjeros con gusanos a su cargo, debe explotarse a otros, los pobres gusanitos. El ser humano siempre quiere lo que tiene otro y no hay cosa que más fastidie, que ver el último modelo de Audi junto a la barraca del tío Ramiro, en las fiestas de su pueblo. “Yo matándome a trabajar y mira éstos, por montar una barraca, mira qué cochecito”. Y así con la barraca del tío Ramiro, con la tienda de chuches de la esquina, con el taller del barrio y con todo aquel negocio, ajeno, por supuesto, que dé cierto bienestar a sus propietarios/trabajadores. Chen quiere un Audi como el del tío Ramiro, lo quiere. Y cuando alguien se lance a sacar punta a la idea, el pobre gusano y los de su especie cambiarán sus manjares por la dieta del plástico. Práctica, pero un tanto insana.

Comentarios al artículo/noticia

Deja un comentario

Para poder hacer comentarios y participar en el debate debes identificarte o registrarte en nuestra web.

Suscríbase a nuestra Newsletter - Ver ejemplo

Contraseña

Marcar todos

Autorizo el envío de newsletters y avisos informativos personalizados de interempresas.net

Autorizo el envío de comunicaciones de terceros vía interempresas.net

He leído y acepto el Aviso Legal y la Política de Protección de Datos

Responsable: Interempresas Media, S.L.U. Finalidades: Suscripción a nuestra(s) newsletter(s). Gestión de cuenta de usuario. Envío de emails relacionados con la misma o relativos a intereses similares o asociados.Conservación: mientras dure la relación con Ud., o mientras sea necesario para llevar a cabo las finalidades especificadasCesión: Los datos pueden cederse a otras empresas del grupo por motivos de gestión interna.Derechos: Acceso, rectificación, oposición, supresión, portabilidad, limitación del tratatamiento y decisiones automatizadas: contacte con nuestro DPD. Si considera que el tratamiento no se ajusta a la normativa vigente, puede presentar reclamación ante la AEPD. Más información: Política de Protección de Datos