Publirreportaje | Campal

La falta de recursos hídricos en España es un problema de creciente gravedad, especialmente debido a la crisis climática, el aumento de las temperaturas y la irregularidad de las precipitaciones. Esta situación genera un enorme desafío, particularmente para el sector agrícola, que depende en gran medida del agua para el cultivo de una amplia variedad de productos.

La agricultura en España se encuentra en un momento clave en el que se decidirá su futuro. Debemos hacer frente a los nuevos retos: reestructuración del sector, digitalización y tecnificación de las explotaciones y también al cambio climático, como factores imprescindibles para mantener el funcionamiento óptimo de las explotaciones agrícolas.

El ascenso de la innovación tecnológica continua imparable. Técnicas como la digitalización y la agricultura de precisión están a la orden del día, incorporando sensores, drones, satélites y maquinaria automatizada, lo que nos permite un análisis detallado de los cultivos, mejorando la eficiencia y reduciendo el impacto ambiental. No podemos olvidarnos de la inteligencia artificial, que en breve nos permitirá manejar muchísima información y concentrar los resultados para ayudarnos a tomar decisiones de la manera más acertada.

Mientras toda esta tecnología se acaba de desarrollar e implantar por completo, el campo no puede parar y la toma de decisiones debe hacerse con las mejores herramientas de las que disponemos en este momento.

El índice de fracaso de las cosechas es alto en gran parte del territorio agrícola por factores climatológicos que escapan a nuestro control. Pero existen otros factores que podemos y debemos controlar, que son de vital importancia agrícola, como la fertilización, tratamientos fitosanitarios y la SEMILLA.

La SEMILLA es el factor más tecnológico de todos y el único que no podemos modificar una vez implantado el cultivo en campo. Las nuevas variedades tienen ventajas significativas: mayor producción; mejor calidad de grano; mejor resistencia a plagas y enfermedades; y mejor resistencia a sequías y anegamientos inesperados.

Hay un factor importante que incorporan las nuevas variedades y que es muy difícil de medir, la resiliencia o adaptación de las nuevas variedades a todas las condiciones adversas de cultivo. Para esto necesitamos la mejor semilla y acertar con la variedad, nos va a favorecer durante todo el proceso de cultivo garantizando la producción.

La producción vegetal, aunque parece simple, requiere elegir la variedad adecuada según diversos factores: tipo de cultivo, zona de siembra, sistema de producción, fecha y ciclo. No hay una variedad perfecta, por lo que se deben realizar ensayos en diferentes años y condiciones para evaluar las mejores opciones y planificar correctamente la siembra.

El catálogo de Campal ofrece las mejores variedades del mercado: trigos como ADAGIO, cosecha asegurada; BONIFACIO, producción en cualquier situación; LG FILÓSOFO, rústico y productivo; SOLLARIO, con un tamaño de espiga inigualable; RGT BORSALINO, un color nuevo en tu cultivo; LG ALBUFERA, seguro para todos los años; RGT TOCAYO, líder en las siembras tardías, cebadas como LG CASTING, producción en cualquier condición; RGT ALCÁNTARA, un puente a la producción; RGT MEDINACELLI, rusticidad, producción y sanidad van unidas o RGT PLANET, reina de las siembras tardías, avenas como RGT INSIGNIA, donde grano y forraje van de la mano, guisantes como FURIOUS, líder en las primeras siembras o ASTRONAUTE que en siembras tardías parece de otra galaxia.

Pero también incorporamos lo mejor en nuevas variedades, contrastadas en nuestros campos de ensayo. En trigos RGT ANTICICLÓN, una fuerza de la naturaleza en las primeras siembras; LG RUFO, el chico para todo; LG FORTUNATO, un espectáculo en ciclo medio. En cebada RGT SEGONTIA, producción y sanidad en cualquier condición; LG CENTELLA, deslumbrante producción. En guisantes KWS KAMELEON, sanidad y producción.