Entrevista a Jorge Andrés Ovalle, consultor internacional de almendra y director de Afrusec

Durante la celebración de DemoAlmendro 2024, Interempresas tuvo la oportunidad de conversar con uno de los mayores expertos en el mercado internacional de la almendra. Productor y asesor comercial en Chile y en otras zonas del mundo, Jorge Ovalle vaticina un importante repunte de los precios de la almendra a nivel global debido a la escasa oferta disponible en California. Una situación que espera se mantenga al menos durante los dos próximos años.

La campaña de almendra en España recuperará este año su potencial productivo. La última estimación de la sectorial de frutos secos apuntaba a una cosecha en el entorno de las 120.000 toneladas, un 38% por encima de la media de las cuatro campañas precedentes y un 8% superior a la de 2023. En paralelo se espera un ascenso de las cotizaciones que desde hace un año se mueven en cifras claramente insuficientes para el sector productor. Los primeros precios de la nueva cosecha en la Lonja de Albacete así lo reflejan (22/08), con 4 y 4,10 eur/kg para Comuna y Guara, en contraste con las últimas cotizaciones (11/07) de estas variedades antes valoradas en 3,20 y 3,30 eur/kg, respectivamente.

California tiene un suelo en términos de precio de venta de la almendra que se sitúa en los 4 dólares/kg, que es la cantidad en la que se fijan actualmente sus costes de producción. En cambio, en el caso de Chile, el precio de referencia es un poco superior debido a que salimos al mercado en los meses de junio y julio, a contra campaña, con producto fresco recién procesado.

Digo esto porque creo que es un error retener almendra o almacenarla por un largo periodo de tiempo. Es una práctica que degrada sus cualidades organolépticas y por tanto contribuye a su devaluación. En este sentido, California lo tiene claro. Para ellos es clave vender la cosecha en el mismo año en el que se ha producido. La campaña comienza en septiembre y la comercialización se hace lo más rápido posible con el objetivo de liquidar toda la fruta en los siguientes doce meses.

Respecto a la última cosecha de almendra en California, septiembre de 2023, los productores tuvieron serios problemas por el exceso de lluvia. Este hecho provocó una merma en la cantidad y en la calidad de la almendra que empezó a sufrir el ataque de insectos en los almacenes. Esta situación motivó que la comercialización se agilizara para no tener que destruir parate de la cosecha, por lo que en junio de este año dio por finalizada la campaña de venta gracias a una estrategia agresiva de precios.

California, por tanto, se va a quedar sin mercancía para lo que resta de año -una situación del todo anormal-, lo que nos hace presagiar un repunte significativo de los precios de la almendra en 2025. 

En España y en el resto de Europa los precios van a estar condicionados por el mercado internacional. Desde Afrusec prevemos un cambio drástico en las cotizaciones de la almendra a partir de febrero de 2025, para pasar a una horquilla de precios medios entre 5 y 8 $/kg (4 y 7 euros/kg) de pepita dependiendo de los calibres y la calidad, no habiendo tanto diferencial entre las almendras convencionales y las de producción ecológica.

Eso sí, recomendamos que los productores españoles se desprendan de la almendra 'vieja' antes de esa fecha y que ya en el nuevo año saquen al mercado la almendra que van a recolectar en este próximo mes de septiembre.

El consumo mundial de almendra sufrió un gran revés a raíz de la pandemia, debido a que cambió los hábitos de muchos consumidores que por ejemplo se llevaban frutos secos a su lugar de trabajo, como una forma de snack. En este aspecto, el teletrabajo ha penalizado el consumo de almendra en el mundo. El crecimiento que se espera para los próximos años vendrá de la mano de otros productos derivados de la almendra, principalmente de las bebidas que sustituyen a la leche de origen animal y de las harinas, para satisfacer la demanda causada por las intolerancias alimentarias y por los cambios en las preferencias de los consumidores.

California es la zona que marca el precio a nivel mundial y en estos momentos están arrancando plantaciones viejas y sustituyéndolas por otras más productivas, con nuevas técnicas y variedades. En cualquier caso se espera que, en conjunto, mantengan una superficie similar a la actual que se sitúa alrededor de las 650.000 hectáreas. Por otro lado esperamos una fuerte inversión en campañas de marketing que, de nuevo, van a incidir en la vertiente saludable del consumo de frutos secos.

En Estados Unidos se están centrando en el desarrollo de las variedades de almendro autofértiles con el propósito de reducir los costes de producción del cultivo. Algunas de ellas son Freedom, Harmony, Independence... Aunque no tanto por sus cualidades o productividad sino por su condición de autofértiles. Las claves agronómicas en California residen en una correcta elección de la variedad, del portainjerto y en la disponibilidad de agua. Teniendo en cuenta que los suelos allí son peores que en España -arenosos y bastante degradados-, la rentabilidad media puede situarse en los 4-5.000 euros por hectárea, con un rendimiento medio de 2-2.500 kg de pepita por hectárea.

España tiene un potencial de crecimiento muy alto en el cultivo del almendro. En este punto creo que habría que diferenciar entre las plantaciones profesionales que, a mi juicio, son las 120.000 hectáreas de cultivo en regadío que existen en España. El resto, hasta las 750.000 hectáreas -aproximadamente- que refleja la estadística oficial, son parcelas donde los costes no pueden soportar el nivel tan bajo de producción en el que se mueven.

Como muestra creo que es representativo el nivel de profesionalización que se ha alcanzado en zonas de Extremadura y por extensión en Portugal, donde empresas como De Prado lo están haciendo francamente bien. No en vano, esta empresa tiene la máquina de procesado de almendra más grande de Europa, fabricada por Borrell, que es capaz de procesar 50.000 toneladas al día. El futuro pasa por la tecnificación y los proyectos bien dimensionados.

Es duro decirlo pero creo que el desarrollo del cultivo de almendro en España va a depender sobre todo de los fondos de inversión. Es una cuestión de tamaño y que, hoy por hoy, es necesario hacer muy bien los números e impulsar proyectos con un volumen suficiente de hectáreas que los agricultores tienen muy complicado gestionar por sí solos.

La fórmula para que los agricultores participen de esta expansión del cultivo en España creo que pasa por las cooperativas. Es la opción perfecta para que puedan hacer las cosas en tiempo y forma, porque de esta manera van a tener todos los recursos necesarios a su alcance y en el momento oportuno, gracias a la tecnificación de los procesos.