Expira el próximo 17 de julio
Rusia prepara el terreno para abandonar el acuerdo de exportación de grano
Rusia afirma que los barcos que transportan grano desde los puertos ucranianos deben abandonar el mar Negro antes de que expire el próximo día 17 el acuerdo de Estambul, tras reiterar que no hay fundamentos para una nueva prolongación del pacto.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado su propósito de abandonar el acuerdo alcanzado con el auspicio de Naciones Unidas y Turquía para la exportación de materias primas y alimentos producidos en Ucrania.
En un comunicado señala que “la parte rusa continúa abordando de manera consciente y responsable sus obligaciones como parte del acuerdo, haciendo los esfuerzos necesarios en estricto cumplimiento de las reglas de procedimiento para que todos los barcos que participan en él puedan completar con éxito su misión y abandonar el mar Negro antes de que expire su vigencia”.
La diplomacia rusa reitera que "es obvio que no hay motivos para continuar la Iniciativa del Mar del Negro" pactada hace un año para permitir la exportación de alimentos ucranianos en medio de la guerra a fin de garantizar la seguridad alimentaria mundial. Rusia recalca que el acuerdo no puede ser prolongado sin el consentimiento de todas las partes: Rusia, Ucrania y Turquía.
Moscú reitera que la iniciativa, cuyo propósito era brindar asistencia a los países necesitados de África, Asia y América Latina, “se ha convertido en una exportación puramente comercial de alimentos ucranianos a países 'bien alimentados'”.
Del mismo modo aduce que, de los 32,6 millones de toneladas de cereales exportados desde los puertos de Odesa, Yuzhni y Chornomorsk desde el 1 de agosto de 2022, el 81 % se envió a países con ingresos altos y medios altos, mientras que solo un 2,6 % llegó a los países más pobres como Etiopía, Yemen, Afganistán, Sudán y Somalia.
Sanciones y exportaciones rusas
Además, el Ministerio de Exteriores estima que el memorándum entre la Rusia y la ONU para la normalización de las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes rusos, y que está diseñado para tres años, “continúa degradándose”.
Este pacto no requiere ninguna decisión especial sobre su extensión, pero como no se cumple, en opinión de Rusia, tampoco debe Moscú renovar el acuerdo sobre la exportación de grano ucraniano.
La diplomacia rusa recuerda que desde julio de 2022, la Unión Europea (UE) ha introducido "cinco nuevos paquetes“ de sanciones contra Rusia, mientras que persisten las restricciones extraterritoriales ”cada vez mayores” de Estados Unidos y el Reino Unido que han bloqueado las exportaciones agrícolas rusas.
Las exigencias de Rusia para mantener la iniciativa eran la reconexión de su banco agrícola, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoníaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.
“Hablamos de un amonioducto por el que se bombeaban anualmente unos 2 millones de toneladas de materia prima para la producción de fertilizantes suficientes para alimentar a 45 millones de personas”, según Exteriores.
Asimismo desde Rusia reprochan que, de las 262.000 toneladas de fertilizantes rusos previstas para la donación a países necesitados, solo se han enviado dos lotes desde septiembre de 2022 a Malaui (20.000 toneladas) y a Kenia (34.000).
La ONU, sostiene Rusia, “permanece en silencio“ sobre este asunto y Occidente ”declara públicamente que no puede relajar las sanciones, incluso para alimentos y fertilizantes”.