Compostaje en origen a partir de deyecciones ganaderas para optener fertilizantes de alto valor
El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural impulsa el compostaje en origen a partir de las deyecciones ganaderas en explotaciones catalanas para crear un producto fertilizante que es uno de alto valor comercial. El objetivo es aprovechar los nutrientes provenientes de las deyecciones para diversificar la actividad ganadera y, frente al actual contexto de emergencia por el cambio climático, minimizar la dependencia de materias primas externas y promover una ganadería y agricultura circulares.
La dirección general de Agricultura y Ganadería y el IRTA, con el apoyo de la Agencia de Residuos de Cataluña, han elaborado la ‘Guía para el compostaje en granja de deyecciones ganaderas’, que se está presentando en el sector en el marco de la Semana Internacional del Compuesto (ICAW) como una herramienta útil para hacer del compost una excelente alternativa para fertilizar los campos y sustituir en gran parte el uso de los abonos de síntesis y, al mismo tiempo, acompañar al sector para seguir avanzando hacia una gestión más eficiente con fertilizantes orgánicos.
Así lo explicó la directora general de Agricultura y Ganadería, Elisenda Guillaumes i Cullell, al inicio de la jornada ‘Hagamos compuesto en el Solsonès’ que se celebró en Clariana de Cardener. La jornada sirvió para exponer las diferentes experiencias y usos de la materia orgánica en la comarca del Solsonès, potenciando la comunicación del ciclo de la materia orgánica en el sector agrario, donde el compost es una enmienda orgánica que aporta beneficios a los suelos ya los cultivos. “En zonas agrícolas la descentralización de los tratamientos de compostaje puede suponer una reducción en origen de aproximadamente el 50% del volumen de las deyecciones, contribuyendo, por tanto, a disminuir las emisiones. El compost es una alternativa excelente para fertilizar los campos y sustituir en todo o en gran parte el uso de los abonos de síntesis, aunque hay que tener en cuenta que el compost no sólo tiene la función de proporcionar nutrientes a las plantas, sino que también mejora, a diferencia de los fertilizantes minerales, las propiedades y características físicas, químicas y biológicas del suelo”, señaló.
Para Guillaumes, el tratamiento de las deyecciones ganaderas debe entenderse como una “oportunidad” de las explotaciones ganaderas para dar salida e incluso valorizar ese material que inicialmente podía llegar a ocasionar un problema de gestión. “El tratamiento de las deyecciones es una oportunidad local, pero también una posibilidad de equilibrio territorial, pensando en el movimiento de nutrientes y materia orgánica desde lugares donde sobra hacia lugares donde hay demanda”, afirmó. Además, supone también una reducción importante de las emisiones y por tanto contribuye en la mitigación del cambio climático.
Actualmente, en Cataluña existen 37 explotaciones ganaderas que disponen de un plan de gestión de deyecciones con compostaje en su explotación y cumplen con los requisitos. Y, en concreto, una de ellas ya ha logrado registrar el producto que obtienen en el Registro de Fertilizantes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “Si bien estamos trabajando para que el ministerio facilite este registro del producto, que actualmente es muy pesado, como fertilizante”, concretó la directora general.
Además, desde el Departamento de Acción Climática se están tramitando, a través de la línea de deyecciones ganaderas del PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) un total de 15 expedientes que han solicitado diferentes plantas de compostaje por un importe de 2,9 millones de euros.
En los últimos años, el sector agrícola y ganadero catalán ha dado grandes pasos en su reestructuración y modernización, mejorando su eficiencia, producción y competitividad, hasta convertirse en un elemento clave para la organización y cohesión del territorio. Asimismo, se ha apostado por adaptar las explotaciones a las exigencias de la sociedad actual, que pasan por la protección del medio ambiente y la reducción de la huella ecológica. Ahora, con esta guía se promueve también el fomento del compostaje de las deyecciones ganaderas en origen. Las instalaciones de compostaje en forma de plantas medianas o grandes distribuidas en todo el territorio sólo se justifican, desde un punto de vista técnico y económico, cuando el volumen de material a tratar es muy grande. En cambio, esta modalidad de compostaje en origen, en la que se trabaja habitualmente con volúmenes de producto relativamente pequeños, se ha implementado ampliamente en países como Austria, permitiendo reducir el volumen y el peso de los materiales en origen, así como facilitar la gestión posterior como fertilizante.