Urcacyl recomienda utilizar las gasolineras de las cooperativas

Según la organización castellana y leonesa, las cooperativas agroalimentarias son empresas intrínsecamente ligadas a la agricultura, a la ganadería y al territorio y operan como agentes socioeconómicos relevantes en la zona en que se ubican.

La Unión Regional de Cooperativas de Castilla y León dice que es el momento de repostar los vehículos agrarios en las estaciones de servicio de las cooperativas, que dispensan carburante en más de 50 puntos ubicados por toda la región, para dar servicio a los agricultores, ganaderos y habitantes del medio rural.

Según la organización, por sus características, no se deslocalizan, contribuyen decisivamente a la creación de riqueza, empleo estable y de calidad, y repercuten los beneficios que generan en el sector agropecuario y en el medio rural, y por tanto en la región en la que se asientan.

La actividad de distribución de carburantes de las cooperativas agroalimentarias en la región, "a unos precios más que competitivos" según Urcacyl, forma una red de puntos de suministro -junto a los exclusivos para socios y las entregas a domicilio-, que se convierte en un auténtico servicio público, generador de riqueza y empleo, en un espacio, la España vaciada, castigado por la falta de servicios y el progresivo despoblamiento.

Estas sociedades, que cuentan con un capital 100% del sector agrario y 100% de la Comunidad Autónoma, facilitan insumos agrarios como los carburantes de una manera ventajosa, aprovechando el mayor poder de negociación frente a los operadores del sector petrolero y de la energía, situación que repercute directamente en otros usuarios del sector y del entorno rural de varias formas:

• Permiten la disponibilidad y accesibilidad de estos suministros en entornos alejados de los grandes puntos de consumo, atendiendo tanto al carácter específico de su utilización en las labores del sector agrario (laboreo, siembras, cosechas, vendimias) como a satisfacer las necesidades logísticas y de abastecimiento de los habitantes de su zona.
• Reducen los precios al consumidor, como consecuencia de la mayor competencia en el sector de la distribución, disminuyendo así el impacto de los costes energéticos en las explotaciones agropecuarias y en la economía en general.
• Los márgenes de comercialización que obtiene la cooperativa agraria retornan al propio sector y repercuten directamente en las poblaciones en las que se ubican.

Las cooperativas, únicas empresas existentes en muchos de los pueblos, realizan diferentes actividades dirigidas fundamentalmente a sus socios, pero también a los habitantes del entorno en el que operan, como la producción, comercialización, transformación, así como la compra, distribución y abastecimiento de materias primas, medios de producción, productos, bienes y servicios que son necesarios para las explotaciones, tales como fitosanitarios, semillas, abonos, y distribución de carburantes.