20 años en riego por goteo subterráneo en el olivar
Este año 2021 es un buen momento para echar la vista atrás y ver el camino recorrido en el mundo del riego del olivar. En 2021 celebramos los 20 años de la entrada al mercado del gotero que revolucionó la tecnología del riego subterráneo, Uniram AS.
En Jaén las primeras plantaciones puestas en riego de apoyo se dotaron de goteros insertados en tubería ciega de PE o microtubo, con una cantidad variable de 2 a 4 goteros por árbol. La instalación constaba de la tubería de distribución enterrada de donde salían microtubos de los que colgaban los goteros sujetos a las ramas. Otro sistema extendido en aquella época fue el conocido como cola de cerdo, que consistía en un tramo de tubería con goteros integrados rodeando el árbol.
Todos estos sistemas tenían los inconvenientes de estar en superficie, es decir, interferían en las labores de cultivo, se producían daños mecánicos con la poda, había daños por mordeduras de roedores y el movimiento de los goteros desplazaba el riego de la zona radicular creada.
La solución más indicada era el enterrado del sistema de riego y así se intentó a finales de la década de los 90. Las primeras empresas ofrecieron esta solución con resultados poco satisfactorios, debido al uso de material poco adecuado. Cabe recordar que en la zona de Jaén los campos tienen una topografía cambiante con pendientes de superiores al 15%. El 38% de la superficie de olivar tiene pendientes entre el 7 y el 15% y hasta en un 36% de la superficie las pendientes son superiores.
A partir del 2001 tuvimos en nuestras manos la solución técnica definitiva. Regaber introdujo el Uniram AS con un rango de autocompensación que podía soportar desniveles de hasta 35 metros, sin afectar a la uniformidad de riego, e incorporaba los mecanismos de antisucción (AS) y antiraíces. El mecanismo AS impide cualquier entrada de aire y tierra de fuera a dentro de la tubería, efecto que se puede producir cuando la tubería se descarga al final del riego.
Paralelamente Regaber firmó un convenio de colaboración con la Delegación de Agricultura de Andalucía para el ensayo de riego subterráneo en una finca de experimentación. Proyecto dirigido por Miguel Pastor Muños–Cobo. El ensayo certificó el perfecto control del caudal del sistema y que los goteros funcionaban perfectamente evitando su obturación. El mismo estudio certificó que el uso de riego subterráneo aumentaba la producción de la plantación, ya que este sistema minimiza la pérdida de agua por evaporación y aplica el agua y los fertilizantes directamente a la zona radicular, entre otras razones.
El crecimiento en metros instalados fue exponencial y el campo de Jaén ya cuenta con millones de metros de Uniram instalados y miles de hectáreas funcionando como el primer día.
A día de hoy nos complace compartir nuestra experiencia y poder afirmar que toda instalación bien realizada y con los materiales adecuados tiene una esperanza de vida aún por determinar. No se han detectado problemas de taponamiento por raíces ni por succión de barro. El olivo no tiene un sistema radicular agresivo. Solo podemos reportar alteraciones por presencia de topos u hormigas pero de forma muy testimonial.
Seguimos trabajando en la mejora de los sistemas con la introducción de goteros de bajo caudal y más puntos de emisión así como la introducción de sistemas de control para afinar al máximo la gestión del riego.