La media de 4.140 kg/ha en trigos de primavera indica el progreso que este tipo de trigos está ofreciendo, siendo una alternativa en casos de no poder sembrar a tiempo, por condiciones climatológicas o rotaciones de cultivo
Evaluación de variedades de trigo blando en Castilla y León. Resultados de la campaña 2020/2021
Gabriel Villamayor Simón y María del Carmen Díez Fraile
Supervisores de ensayos: Rosa María Fernández de la Fuente, José Ramón Valles Rodríguez y Eduardo Aguado del Campo
06/10/2021La gran cantidad de información que generan los ensayos de cereales aconseja realizar publicaciones separadas, por lo que esta primera entrega se realiza sobre el cultivo de trigo blando en Castilla y León en la campaña 2020/2021.
Introducción
La campaña cerealista en Castilla y León ha sido un 10% superior a la media del último quinquenio, pero inferior a la campaña anterior que fue la segunda mayor cosecha desde que se tienen datos. Esta campaña la producción total de cereal está en torno a los 7 millones de toneladas, destacando el trigo blando con 3,7 millones de toneladas, que superó a las 3,6 millones de toneladas de la campaña anterior. Esto es debido al gran aumento de la superficie, que ha superado este año las 900.000 hectáreas, un importante incremento respecto al año anterior que estuvo en 787.000 hectáreas.
A nivel mundial, en esta campaña, la producción de trigo se sitúa en 769,5 millones de toneladas, un 0,7% inferior a la del año anterior, debido a las sequías en Norte América y el tiempo adverso en Rusia y países limítrofes como Ucrania y Kazajstán. A nivel de la UE, la cosecha se estima en 127,2 millones de toneladas.
Los ensayos se diferencian entre los realizados sobre variedades de nuevo registro o registradas en países europeos y ensayos realizados con las variedades más sembradas en Castilla y León, según datos de la PAC de 2020. Esta red de evaluación varietal está integrada por ensayos de cebada de ciclo largo, cebada de ciclo corto, trigo blando de invierno, trigo blando de primavera, trigo duro, avena, centeno híbrido y triticale, aunque como se menciona anteriormente, sólo se presentan los de trigo blando de invierno y primavera.
Análisis climatológico
En la página web del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, www.itacyl.es, dentro de Inforiego, pueden obtenerse todos los datos climatológicos de las estaciones más cercanas a las localidades de los ensayos. Los campos de ensayo de trigo blando se distribuyeron en las localidades de Cerratón de Juarros (Burgos), Zael (Burgos), Fresnillo de las Dueñas (Burgos), Rapariegos (Segovia), Esteras de Lubia (Soria) y Villanueva del Rebollar (Palencia).
La campaña se ha caracterizado por unas precipitaciones un poco más altas de la media, aunque inferiores a las de la campaña anterior. Destacar la escasez de lluvias en todas las localidades durante el mes de marzo, lo que condicionó la cosecha, si bien las lluvias de los meses posteriores ayudaron de manera sustancial a la mejora de los rendimientos.
Resaltar las bajas temperaturas del mes de enero, que trajo consigo la tormenta Filomena y provocó que muchos campos estuvieran numerosos días cubiertos de una capa de hielo. Durante el resto de los meses, las temperaturas estuvieron dentro de una relativa normalidad, destacando los meses de marzo y junio como un poco más fríos que la media de años anteriores. Con este rango de temperatura, los cereales han conseguido acumular las suficientes horas de frío, que unido a las precipitaciones, han permitido una buena cosecha durante esta campaña.
Red de experimentación de variedades de trigo blando
En los cuadros siguientes se presentan los resultados agrupados obtenidos para las distintas variedades, en las respectivas localidades para cada cultivo. El diseño estadístico es de bloques completos al azar con cuatro repeticiones, con tamaño de las parcelas de 12 m2. Las variedades cuyo nombre aparece en dichos cuadros seguidas de la letra (T) son las variedades tomadas como testigos. Las producciones se expresan en kg/ha al 13% de humedad. La fiabilidad de los ensayos viene reflejada por su coeficiente de variación. Los ensayos de cereales se consideran válidos si presentan un coeficiente de variación inferior o igual al 15%. Cuando un ensayo es válido y fiable, los diferentes tests que pueden utilizarse en la evaluación de los ensayos permiten determinar la diferencia significativa de rendimiento entre variedades con un umbral de 5%. Las variedades a las que se asigna la misma letra no presentan diferencias estadísticamente significativas. Las medias están ajustadas por mínimos cuadrados. El sistema estadístico empleado es a través del test de Duncan.
Para simplificar las interpretaciones y poder comparar los ensayos, independientemente de los valores absolutos, se utilizan en diferentes cuadros los índices de producción por variedades. El índice de producción de los testigos es 100, que se calcula sobre la media de las variedades testigo en cada ensayo, y en función de este valor se obtiene el índice de todas las demás variedades. Los ensayos se realizan siguiendo las prácticas culturales de la comarca en la que se emplazan. Indicándose en las tablas los resultados de la dosis de siembra, el cultivo precedente, la fertilización, el uso de fitosanitarios y las fechas de siembra y recolección. Para transponer los datos de la experimentación a la escala de una parcela, se deben reducir las producciones de un 20% a un 30% aproximadamente.
Los datos de nascencia y espigado se miden desde el día de la siembra. La altura media de las variedades se mide en cm y en aquellas tablas donde aparecen afección de enfermedades, la escala es de 0-9, siendo 0 no afectación y 9 máxima afectación. El índice productivo se ha calculado sobre la media de los testigos (Marcopolo, Nogal, Camargo y Chambo). Las variedades con la misma letra pertenecen al mismo grupo productivo según la separación de medias Ducan.
La evaluación de cada una de las especies, en las distintas localidades, aparece en los siguientes cuadros.
Cuadro 5. Rendimiento de variedades de trigo blando de otoño, variedades más sembradas, Zael.
En esta localidad, como en casi todas las campañas, buenos rendimientos de las variedades ensayadas, con una media del ensayo que supera los 8.700 kg/ha, destacando Tenor, LG Rufo y el testigo Marcopolo, todas ellas con rendimientos superiores a los 9.300 kg/ha. Excelente coeficiente de variación y diferencias estadísticamente significativas entre variedades. Sensibilidad a roya amarilla en las variedades LG Rufo y LG Asterion. Destacar la precocidad de los testigos Chambo y Camargo.
Cuadro 7. Rendimiento de variedades de trigo blando de otoño, variedades más sembradas, Cerratón de Juarros.
Cuadro 8. Rendimientos de las variedades de trigo de invierno, nuevas variedades, Rapariegos.
Cuadro 11. Rendimiento de variedades de trigo blando de otoño, variedades más sembradas, Fresnillo de las Dueñas.
Único ensayo de trigos de primavera, donde los rendimientos, debido a su menor ciclo, son inferiores a los de los ensayos de trigos de invierno, aunque la media de 4.140 kg/ha indica el progreso que este tipo de trigos está ofreciendo, siendo una alternativa en casos de no poder sembrar a tiempo, por condiciones climatológicas o rotaciones de cultivo. Destacan las variedades Reventon, Ancia y Montemayor, con rendimientos superiores a los 4.600 kg/ha.
Destacar que las variedades de trigo, tanto de invierno como de primavera, tienden a la precocidad de los espigados, lo que evita que los golpes de calor, que en algunas ocasiones aparecen a finales de mayo, no influyan tanto en la merma de rendimientos, habiendo desaparecido casi la palabra asurado, al haberse evitado con estas nuevas variedades.