El proyecto Life Resilience demuestra la gestión eficiente del olivar con riego deficitario controlado
Life Resilience, proyecto cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea, cuyo principal objetivo es la prevención de Xylella fastidiosa en explotaciones de alta densidad tanto de olivar como de almendro, ha celebrado una jornada online bajo el título “Agricultura sostenible: uso eficiente del agua en los campos de olivo”. Durante la sesión, varios expertos analizaron los beneficios de la aplicación de buenas prácticas sostenibles de riego en los cultivos para reducir el consumo de agua, energía y emisiones de CO2 sin tener merma en la producción y obteniendo un beneficio en cuanto a la calidad del aceite de oliva.
La primera ponencia de la jornada corrió a cargo de Emilio Camacho, catedrático de Hidráulica y Riegos, Unidad de Excelencia María de Maeztu del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba, quien expuso el tema del empleo eficiente del agua en explotaciones de olivar: “Las nuevas tecnologías están lo suficientemente desarrolladas y maduras como para apoyar una gestión del agua precisa basada en el conocimiento, lo que nos ofrece una gran oportunidad para establecer una gestión sostenible de los cultivos ahorrando agua, energía y reduciendo las emisiones de CO2”.
Óscar Veroz, director ejecutivo de la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEAC.SV), destacó los beneficios que se consiguen al mitigar el cambio climático con un mejor uso de los suelos en olivar de riego, donde destacó las ventajas de las cubiertas vegetales: “La buena cubierta vegetal es aquella que mejor se adapta a las condiciones edafoclimáticas de la zona, es fácilmente controlable, tiene capacidad para cubrir el suelo durante todo el año y no compite con el cultivo. Además, está demostrado científicamente que las cubiertas vegetales en cultivos leñosos son una poderosa herramienta para secuestrar el CO2 atmosférico”, explicó Veroz.
Para finalizar, Teresa Carrillo, directora del proyecto Life Resilience, compartió algunos ejemplos prácticos que se han llevado a cabo en las fincas demostrativas del proyecto para mejorar la salud de los cultivos y ofrecerles la resiliencia que necesitan para enfrentarse a la bacteria Xylella fastidiosa. “Uno de los objetivos específicos del proyecto es demostrar qué prácticas de cultivo sostenible, que incluyen métodos naturales de control de vectores, ayudarán a prevenir la propagación de Xylella, haciendo las plantaciones intensivas menos susceptibles al ataque de plagas y enfermedades. Estas prácticas deben aumentar la biodiversidad y reducir el consumo de agua, la huella de carbono y la incidencia de plagas y enfermedades sin comprometer el rendimiento de la explotación”.
Puedes ver el vídeo completo de la jornada a través del siguiente enlace: