Previsión de que las reservas mundiales de grano caigan en la campaña actual y empiecen a recuperarse en 2022
La FAO tensiona aún más el mercado de cereales anunciando que la demanda crecerá más que la oferta en 2021
El pronóstico sobre el comercio mundial de maíz y cebada apunta a un crecimiento del 9,2% debido a un incremento sin precedentes de la demanda por parte de China. Se prevé también que el comercio mundial de trigo en 2020/21 (julio/junio) aumente un 2,0 % respecto del nivel estimado para 2019/20, respaldado por los aumentos interanuales previstos en las importaciones de China, Marruecos y el Pakistán.
El pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2020 se ha alzado 1,7 millones de toneladas este mes, situándose en 2 767 millones de toneladas, es decir, un 2,1 % por encima de la producción de 2019. El incremento intermensual refleja casi exclusivamente las revisiones al alza de los pronósticos sobre la producción de cereales secundarios en varios países de África.
En cuanto al arroz, funcionarios de Guinea y de la República Popular Democrática de Corea señalaron una producción inferior a la prevista anteriormente por la FAO, lo cual contrarrestó un aumento en relación con Madagascar y dio lugar a una ligera revisión a la baja del pronóstico sobre la producción mundial de arroz en 2020, que, sin embargo, se mantiene en un récord histórico.
El pronóstico sobre la utilización mundial de cereales en 2020/21 se ha incrementado en 6,0 millones de toneladas respecto de la cifra de abril, elevándose a 2 783 millones de toneladas, es decir, un aumento del 2,7 % respecto del nivel registrado en 2019/20. El aumento de este mes se debe principalmente a una revisión al alza de 4,2 millones de toneladas del pronóstico sobre la utilización de maíz en 2020/21, que refleja en gran medida un uso como pienso mayor de lo previsto anteriormente en China y los Estados Unidos de América.
Con esta revisión al alza, el pronóstico sobre la utilización total de cereales secundarios se ubica un 3,4 % por encima del nivel registrado en 2019/20. Se estima que cerca del 60 % del incremento interanual previsto en el uso de cereales secundarios como pienso se producirá en China. Se prevé que la utilización total de trigo en 2020/21, prácticamente sin variaciones este mes, superará el nivel de la campaña anterior en un 1,7 %, siendo la razón principal un aumento previsto en el uso de piensos, que ocurrirá por primera vez desde 2011/12 y casi exclusivamente en China.
El pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial de arroz en 2020/21 se ha modificado solo ligeramente respecto de las expectativas de abril y apunta ahora a una expansión anual del 1,9 % y un nivel sin precedentes, respaldado por la expansión prevista en los usos alimentarios y por una recuperación del consumo como pienso.
El pronóstico de la FAO sobre las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas de 2021 se ha revisado a la baja en 2,8 millones de toneladas, situándose en 805 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 2,3 % respecto de sus niveles de apertura. Como consecuencia de esta revisión a la baja, además del aumento de las expectativas de utilización, la relación entre las reservas y la utilización de cereales a escala mundial ascendería a un 28,3 %, por debajo del 29,6 % de 2019/20 y su nivel más bajo en siete años.
El pronóstico sobre las reservas mundiales de cereales secundarios se ha recortado en 4,1 millones de toneladas respecto del informe del mes pasado y actualmente se sitúa un 7,4 % por debajo de sus niveles de apertura, en gran medida debido a una probable reducción de las existencias de maíz en China y los Estados Unidos de América. Una ligera revisión al alza de las existencias mundiales de trigo desde el mes pasado ha hecho que el pronóstico aumentara un 2,8 % por encima del nivel de apertura, previéndose que más del 40 % del incremento interanual pronosticado se produzca en China.
Tras una revisión al alza de 400 000 toneladas, se considera que las reservas mundiales de arroz al cierre de 2020/21 se encuentran a la par con sus niveles de apertura, ya que es probable que las reducciones previstas principalmente en Bangladesh, China e Indonesia se vean compensadas por las acumulaciones previstas en los Estados Unidos de América, la India y Tailandia.
De acuerdo con los pronósticos, el comercio mundial de cereales en 2020/21 alcanzará los 467 millones de toneladas, lo cual, pese a ser un aumento solo marginal respecto de abril, representa una expansión interanual del 5,9 %. El pronóstico sobre el comercio mundial de cereales secundarios en 2020/21 (julio/junio) se mantiene prácticamente sin variaciones desde el mes pasado y sigue apuntando a un fuerte aumento del 9,2 % respecto del nivel de 2019/20, principalmente debido a las compras de maíz y cebada, probablemente sin precedentes, por parte de China.
Se prevé que el comercio mundial de trigo en 2020/21 (julio/junio) aumentará un 2,0 % respecto del nivel estimado para 2019/20, respaldado por los aumentos interanuales previstos en las importaciones de China, Marruecos y el Pakistán. El pronóstico de la FAO sobre el comercio mundial de arroz en 2021 (el año civil) se mantiene prácticamente sin variaciones desde abril, aunque se sitúa un 6,4 % por encima del nivel de 2020.
Perspectivas iniciales de la FAO sobre la oferta y la demanda de trigo en 2021/22
Este mes se han reducido las perspectivas sobre la producción mundial de trigo en 2021, y el último pronóstico de la FAO se ubica actualmente en 778,8 millones de toneladas, aunque sigue encontrándose 4 millones de toneladas (un 0,5 %) por encima de la estimación sobre la producción en 2020.
La reducción de los pronósticos sobre la producción mundial está relacionada principalmente con la Unión Europea (UE), donde una superficie sembrada inferior a lo que se había previsto ha dado lugar a una disminución de 4 millones de toneladas respecto del pronóstico anterior.
No obstante, la estimación apunta todavía a que la producción de la UE aumentará un 6 % respecto del año pasado hasta alcanzar los 133,3 millones de toneladas y, sumada a las perspectivas favorables de los Estados Unidos de América, el Reino Unido y Ucrania, sustenta las perspectivas en general positivas sobre la producción mundial este año.
Según los pronósticos, la utilización de trigo a escala mundial en la campaña de comercialización de 2021/22 aumentará un 0,9 %, ubicándose en 770 millones de toneladas, gracias al incremento interanual previsto en el consumo dietético y el uso industrial. Se prevé que el consumo de alimentos aumentará principalmente en consonancia con el crecimiento de la población, mientras que con arreglo a los pronósticos, la India y el Reino Unido liderarán el aumento del uso industrial del trigo en 2021/22.
Por el contrario, es probable que el uso de trigo como pienso se contraiga respecto del nivel récord estimado para 2020/21, principalmente a raíz de las expectativas de un menor uso de trigo como pienso en China, donde es posible que los precios más atractivos del maíz y otros cereales secundarios alienten una sustitución del trigo como pienso.
Sobre la base de las perspectivas para la producción en 2021 y la utilización prevista en 2021/22, el pronóstico preliminar de la FAO sobre las reservas de trigo a escala mundial al cierre de las campañas en 2022 se cifra en un nivel sin precedentes de 293 millones de toneladas, es decir, un 3,0 % por encima de sus niveles de apertura.
Se prevé que las existencias de trigo en China seguirán aumentando en 2021/22, dando razón de la mayor parte del aumento de las reservas mundiales previsto, junto con la recuperación de las reservas prevista en Ucrania y la UE tras años consecutivos de escasez de suministros. Por el contrario, se prevé que las existencias de trigo en los Estados Unidos de América y la Federación de Rusia, así como en varios países de África y Asia, descenderán por debajo de sus niveles de apertura. En el plano regional, las reservas de trigo disminuirán en Asia (excepto en China) y en África, donde se prevé que alcancen los niveles más bajos registrados desde 2012/13.
Tras la expansión del comercio prevista en 2020/21 (julio/junio), que lo ubicaría en un nivel récord, el comercio de trigo en 2021/22 podría contraerse en un 1,8 %, disminuyendo hasta 185 millones de toneladas. Los primeros indicios apuntan a una disminución de las compras de China, así como de Marruecos y el Pakistán, tras un año de cuantiosas importaciones, a consecuencia de las buenas perspectivas para el suministro nacional.
En lo que respecta a las exportaciones, el incremento previsto de los envíos procedentes de la Argentina y la UE, respaldado por las expectativas de aumento de las cosechas, será probablemente contrarrestado por la reducción de las ventas de Australia, el Canadá y la Federación de Rusia, a causa de las perspectivas de disminución de la producción, así como de los Estados Unidos de América, debido a una mayor escasez de la oferta como consecuencia de un nivel bajo de reservas permanentes y de una utilización como pienso mayor de lo previsto. No obstante, se prevé que la Federación de Rusia seguirá siendo el principal exportador mundial de trigo en 2021/22.
Perspectivas sobre la producción de cereales secundarios en 2021
Las perspectivas iniciales sobre la producción mundial de cereales secundarios en 2021 señalan un tercer año consecutivo de crecimiento, principalmente en relación con el maíz. El aumento previsto está impulsado por los Estados Unidos de América, donde, pese a las condiciones atmosféricas poco propicias que recientemente han dificultado las operaciones de siembra, se prevé que la expansión de la superficie favorecida por los precios respaldará un aumento sustancial de la producción en 2021.
También se prevé un incremento interanual de la producción en el Brasil, China y Ucrania, a raíz del aumento de la superficie sembrada, y en la UE, como resultado de una probable recuperación de los rendimientos en varios países. Además, se pronostica un aumento considerable de la producción en Sudáfrica y en los países vecinos, lo que refuerza aún más las perspectivas favorables de crecimiento de la producción de cereales secundarios a escala mundial.
Campo de trigo espigado en la provincia de Burgos.