Campaña 21/22

Las previsiones efectuadas por la FAO auguran un clima de mercado bastante tenso, a pesar de las cosechas récord que se esperan en varias zonas del planeta.

Se prevé que las existencias mundiales de cereales a finales de 2021 disminuyan un 1,7% respecto a sus niveles iniciales, hasta los 808 millones de toneladas (Mt), según ha informado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En combinación con las previsiones de utilización, se prevé que la relación entre las existencias y la utilización de los cereales a nivel mundial para 2020-21 caiga al nivel más bajo de los últimos siete años, el 28,4%.

La FAO espera que la producción mundial de cereales en 2021 aumente por tercer año consecutivo y ha elevado su previsión preliminar de producción mundial de trigo, debido a que las condiciones de los cultivos en varios países son mejores de lo previsto. Se prevé que la producción mundial de trigo alcance un nuevo máximo de 785 Mt en 2021, un 1,4% más que en 2020, impulsada por un probable fuerte repunte en la mayor parte de Europa y las expectativas de una cosecha récord en India.

También se espera una producción superior a la media para el maíz, con una cosecha récord prevista en Brasil y un máximo de varios años en Sudáfrica, según el Informe sobre la oferta y la demanda de cereales de la FAO.

Para la actual campaña comercial 2020-21, la utilización mundial de cereales se prevé ahora en 2.777 Mt, un 2,4% más que el año anterior, impulsada en gran medida por las estimaciones más altas del uso de trigo y cebada para piensos en China, donde el sector ganadero se está recuperando de la peste porcina africana.

La FAO también elevó su previsión para el comercio mundial de cereales durante 2020-21 a 466 Mt, un 5,8% más que el año anterior, impulsado por un comercio aún más rápido de cereales secundarios ligado a niveles sin precedentes de compras de maíz por parte de China. También en el caso del arroz, se prevé que el comercio internacional crezca un 6% interanual.

Asimismo, los precios mundiales de los productos alimentarios subieron en marzo, marcando su décimo incremento mensual consecutivo, con las cotizaciones de los aceites vegetales y los productos lácteos a la cabeza de la subida.

El índice de precios de los alimentos de la FAO, que sigue la evolución mensual de los precios internacionales de los productos alimentarios más comercializados, alcanzó una media de 118,5 puntos en marzo, un 2,1% más que en febrero y su nivel más alto desde junio de 2014.

Las tendencias variaron según los tipos de productos básicos. El aumento de marzo estuvo encabezado por el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO, que subió un 8% con respecto al mes anterior y alcanzó el nivel más alto de los últimos 10 años, con un fuerte aumento de los precios del aceite de soja debido en parte a las perspectivas de una firme demanda del sector del biodiésel.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO aumentó un 3,9% con respecto a febrero, con los precios de la mantequilla alentados por la escasez de suministros en Europa y el aumento de la demanda en previsión de la recuperación del sector de los servicios alimentarios.

El índice de precios de la carne de la FAO también subió, un 2,3% con respecto a febrero, con las importaciones de China y un aumento de las ventas internas en Europa antes de la celebración de las vacaciones de Pascua, que apuntalaron el aumento de las cotizaciones de la carne de aves de corral y de cerdo. Los precios de la carne de vacuno se mantuvieron estables, mientras que los de la carne de ovino bajaron debido a que el tiempo seco en Nueva Zelanda hizo que los ganaderos se deshicieran de los animales.

En cambio, el índice de precios de los cereales de la FAO bajó un 1,8%, pero sigue siendo un 26,5% más alto que en marzo de 2020. Los precios de exportación del trigo fueron los que más bajaron, como reflejo de unos suministros generalmente buenos y unas perspectivas de producción favorables para las cosechas de 2021. Los precios del maíz y el arroz también bajaron, mientras que los del sorgo subieron.