El 13% de la superficie total de viñedo es ya de producción ecológica en España, situándose en 2019 en 121.279 hectáreas

España ocupa el primer puesto en lo que a superficie de viñedo ecológico se refiere, posicionándose por delante de Italia, Francia y China. Y es que este tipo de cultivo no ha dejado de crecer en los últimos años, mostrando un aumento sostenido de hectáreas: entre 2009 y 2019, la superficie de viñedo ecológica se ha casi triplicado, pasando de 53.958 hectáreas a 121.279 ha. Además, el número de bodegas que elaboran este tipo de vino ecológico ha pasado de 408 a 1.152. Sin embargo, Italia es el líder en producción, con 708 millones de botellas en 2018, seguida por Francia, con 361 millones. España sigue al país galo muy de cerca, con 341 millones de botellas, pero se mantiene lejos de Italia. ¿Significa esto que nuestras uvas son menos productivas o es que elaboramos vinos de mayor calidad?

Si bien es cierto que la viticultura ecológica sigue representando un porcentaje pequeño si se compara con el total de la agricultura española, nuestro país se ha colocado como líder mundial y seguirá siéndolo hasta 2023, tal y como señala la consultora International Wines and Spirits Record (IWSR).

Viticultura y producción de vino ecológico en España en 2019. Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ve una evolución “claramente creciente" en este mercado, ya que cada vez hay más bodegas que producen vino ecológico y más demanda en mercados exteriores como Suecia, Alemania, Suiza, Dinamarca, Japón, Estados Unidos y Canadá.

Por desgracia, no se da esta situación en España, donde la venta de este tipo de vinos y espumosos apenas supone el 1,8% de la compra total de alimentos, aunque la tendencia marca un crecimiento pequeño pero constante: España ha pasado de consumir 16,8 millones de botellas ecológicas en 2018 a 18,6 millones en 2019 y más de 25 millones en 2020.

De todas formas, el vino solo representa el 1,5% de las ventas de alimentos ecológicos en general, según datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Precisamente, los vinos fueron la cuarta categoría más exportada en 2019, con una cuota del 5,5% de las ventas al exterior de los productos ecológicos españoles, valorados en 995 millones de euros. Así, España exporta el 91% de sus vinos ecológicos.

Por Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha es la que cuenta con mayor superficie de viñedo ecológico con 61.260 hectáreas. Le sigue Cataluña, con 18.632 ha (+11,7%), Comunidad Valenciana, con 12.806,5 ha (+10%), que supera a Murcia, en la tercera posición por primera vez desde que se iniciaron los datos. Murcia cerró 2019 con 11.799 ha y una caída respecto a 2018 del -3,1%. Además de Murcia, solo registraron evolución negativa el pasado año Galicia (15%) y Cantabria (-8%).

Cataluña, por su parte, lidera el ranking en cuanto a número de industrias (bodegas y embotelladoras de vinos procedentes de la agricultura ecológica), que ascienden a 273 en 2019 (+13%), de un total de 1.152 (+11,5%). Le sigue Castilla-La Mancha, con 213 industrias (+14%); Comunidad Valenciana, con 141 (+12%); Castilla y León, con 117 (+14%); y Andalucía, con 102 (+6%), todas ellas por encima de 100 bodegas y embotelladoras.

La base de la viticultura ecológica es su respeto al medioambiente gracias al escaso uso de sustancias químicas (herbicidas, pesticidas y fertilizantes sintéticos, entre otros). Es un sistema que se erige sobre la utilización óptima de los recursos naturales, sin la necesidad de utilizar productos químicos de síntesis u organismos genéticamente modificados (OGMs) sino aplicando recursos renovables de origen natural que no invaden la planta (azufre, cobre, extractos de plantas o animales…). Además, en este tipo de viticultura el sistema de producción debe adaptarse a las condiciones agroclimáticas específicas de cada zona geográfica para mejorar la fertilidad natural de cada suelo e incrementar su biodiversidad.

De esta forma se obtienen vinos ecológicos nacidos del equilibrio entre las necesidades de la planta y el entorno, conservando la fertilidad de la tierra y respetando su medio ambiente. El problema surge, sobre todo, en zonas con climas húmedos y lluviosos, donde la viña está más expuesta a algunas enfermedades. Por eso, la viticultura ecológica en España está más extendida en zonas con climas cálidos y secos, ya que es menos arriesgado y más productivo para su elaborador.

En este sentido, el director general de la FEV resalta el potencial de España en esta clase de producción, "muy ligada a la meteorología", puesto que el clima más seco en gran parte del país reduce la exposición a las plagas y la necesidad de aplicar tratamientos intensivos para evitar pérdidas. "Quizás falte concienciación del producto ecológico en el consumo final y ponerlo en valor en los mercados exteriores, promocionando un vino que no es mejor o peor que el convencional, sino una elección que quizás desde el medioambiente tiene sentido".

Recientemente, la Comisión Europea presentó un plan de acción que pretende ayudar a los productores europeos a dar el salto a la producción ecológica, con el fin de que represente al menos el 25% de la superficie agraria en 2030. El sector vitivinícola está necesitado de apoyo tras haber atravesado un año difícil por culpa de la pandemia.