Los técnicos del proyecto Mosoex abordan el control de malas hierbas y su efecto sobre el suelo
El control de las malas hierbas es fundamental en la gestión de los suelos agrícolas. Quebradero de cabeza de los agricultores desde siempre, la experiencia y el conocimiento científico está motivando un importante cambio de consideración sobre el papel de las llamadas hierbas adventicias.
UPA está coordinando el proyecto Mosoex, para investigar cómo mejorar la salud de los suelos, incrementando sus niveles de materia orgánica y reduciendo su erosión. Un grupo operativo en el que colaboran la Asociación Española Agricultura de Conservación. Suelos Vivos, la empresa Solid Forest y la Universidad Politécnica de Madrid, además del INTIA y el CSIC.
Los expertos de estas entidades aseguran que los agricultores deben “liberarse de prejuicios y dejarse guiar por la ciencia. Y la ciencia asegura que debemos reducir al mínimo el laboreo, de cara a mejorar el contenido de materia orgánica, la estructura, la capacidad de retención de agua y la productividad de los suelos agrícolas”.
Avena loca en un campo de cebadas en La Alcarria.
Conocer el papel de las malas hierbas para proteger el suelo
“Tenemos que ser conscientes del banco de semillas que tenemos en el suelo y cómo actuar para que no perjudiquen al desarrollo de nuestros cultivos”, explican desde Mosoex. También afirman que es necesario mejorar la formación de los agricultores acerca de las diferentes especies de malas hierbas en cada zona de producción.
Desde Mosoex recomiendan a los agricultores realizar una amplia rotación de cultivos, mezclando especies con sistemas radiculares y con ciclos vegetativos diferentes, e incluyendo especies que mejoran el suelo, como las leguminosas. “Tampoco debemos descartar la utilización sostenible de herbicidas en aquellos momentos en los que el desarrollo del cultivo principal se pueda ver comprometido por la competencia de hierbas adventicias”, señalan.
Los trabajos del Grupo Operativo Mosoex se alinean con las últimas tendencias en la gestión de suelos agrícolas, que impulsará también la nueva Política Agraria Común con la figura de los ecoesquemas. “Las ayudas de la PAC se condicionarán a cuestiones como la protección de los suelos, por lo que recomendamos a todos los agricultores que sigan nuestros consejos”, aseveran desde Mosoex.