Partiendo de los niveles de inversión de 2018
La inversión en investigación debe duplicarse para frenar la crisis climática y alimentaria en 2030
CGIAR, la mayor asociación de investigación agrícola del mundo, pretende aumentar la financiación a 2.000 millones de dólares anuales para apoyar la innovación mundial en la recuperación de la pandemia.
El CGIAR, la mayor asociación de investigación agrícola del mundo financiada con fondos públicos, insta a gobiernos y donantes a duplicar la financiación para acabar con el hambre y detener el cambio climático de aquí a 2030.
Su nueva estrategia a diez años sitúa la crisis climática en el centro de la investigación mundial sobre seguridad alimentaria por primera vez en sus 50 años de historia, marcando una nueva era para "un desarrollo agrícola y medioambiental más unificado".
La hoja de ruta, que se dio a conocer en la Cumbre de Adaptación al Clima, organizada por los Países Bajos, reubica el trabajo del CGIAR en el contexto de la nueva y cambiante presión sobre los sistemas alimentarios.
La estrategia advierte que, sin más intervenciones basadas en la ciencia para alinear la agricultura con los objetivos climáticos, el número de personas desnutridas en todo el mundo podría superar los 840 millones para 2030, y los desastres relacionados con el clima desplazarían a 200 millones en el año 2050.
“La crisis climática está a la vanguardia de las amenazas a nuestra capacidad de proporcionar una buena alimentación para todos, manteniéndose dentro de los límites ambientales”, afirma Claudia Sadoff, miembro del equipo de gestión ejecutiva y directora general de la investigación y el impacto en la organización del sistema CGIAR, en su intervención en la Cumbre de Adaptación al Clima.
“El sector agrícola se encuentra en un punto de inflexión, una oportunidad única en una generación para reajustar nuestra forma de trabajar y la escala de nuestras ambiciones. Debemos duplicar la inversión global desde los niveles de 2018 para lograr los niveles de asociación necesarios para ampliar el impacto, y atraer a las mejores mentes a los desafíos que enfrentan nuestros sistemas alimentarios”.
Para ayudar a racionalizar la inversión en la investigación agrícola que también responde a la crisis climática, el CGIAR está experimentando una reforma institucional para convertirse en un solo CGIAR con un liderazgo y una Junta recientemente integrados este año, con el fin de apoyar el nivel de colaboración requerido para respuestas globales y nacionales más coherentes.
“Desde su fundación hace 50 años, las contribuciones del CGIAR, junto con sus socios, a la mejora de los cultivos, las prácticas agronómicas, la sanidad vegetal y animal, la mejora de la nutrición, la gestión de los recursos naturales y las respuestas al cambio climático han multiplicado por 10 el rendimiento de las inversiones”, afirmó Kundhavi Kadiresan, directora general de Compromiso Global e Innovación de la Organización del Sistema CGIAR.
“Si se gestionan y gobiernan de forma diferente, los sistemas alimentarios podrían ser una palanca dqe cambio global, a la vanguardia de la vida sostenible para todos, liderando otros sectores con soluciones e inspiración. La transición a un solo CGIAR ofrece una oportunidad para una nueva estrategia de 10 años que puede dar forma a una agenda científica más fuerte y más relevante para el mundo dinámico de hoy”.
La estrategia de investigación del CGIAR esboza cinco áreas de impacto, que abarcan la nutrición, la pobreza, la inclusividad, la adaptación y mitigación del clima y la salud ambiental, que se beneficiarían de una mayor investigación en tres áreas clave. Estos incluyen la transformación de sistemas alimentarios completos y conectados, el desarrollo de una mayor resiliencia y el potencial de la innovación genética.
“La agricultura es uno de los principales contribuyentes al cambio climático y se ve profundamente afectada por él”, dijo Marco Ferroni, presidente de la Junta del Sistema CGIAR. “Ahora es el momento de que la misión original del CGIAR -resolver el hambre- se amplíe a retos más amplios del siglo XXI, adoptando un enfoque de transformación de los sistemas alimentarios, de la tierra y del agua para ofrecer un amplio acceso a dietas saludables y oportunidades de ingresos dentro de los límites del medio ambiente”.