Los regantes defienden un incremento del 25% de la capacidad de los embalses en España
Fenacore pide aumentar la regulación hídrica en 16.000 hectómetros cúbicos para luchar contra el cambio climático y no desperdiciar el agua de nevadas como las causadas por la borrasca Filomena.
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) asegura que si aumentara la regulación hídrica en España, se evitaría el desperdicio de agua tras nevadas y heladas como las originadas estos días por la borrasca Filomena en buena parte del país. Por ello, pide incrementar la capacidad de agua embalsada en 16.000 hectómetros cúbicos, lo que a su vez contribuiría a luchar contra los efectos más adversos del cambio climático.
Junto a ello, los regantes reiteran la importancia de llevar adelante las obras de regulación en los embalses y de la limpieza de los cauces de los ríos para paliar los efectos más dramáticos de este tipo de temporales, que provocará crecidas inesperadas en los sistemas fluviales.
Para ello, con el objetivo de evitar desbordamientos de ríos y de convertir las lluvias torrenciales en recursos para las cuencas generalmente deficitarias, Fenacore urge a sacar adelante un nuevo Plan Hidrológico Nacional.
Imagen de la presa de la Almendra en el río Tormes (Salamanca), una de las que tiene mayor capacidad en España.
Incumplimiento de los Planes Hidrológicos
Los regantes ya reprocharon al Gobierno que las medidas destinadas a la atención de las demandas de agua apenas han recibido un 19% de la inversión prevista en los planes hidrológicos. Y ahora vuelven a advertir de la necesidad de avanzar en la ejecución sostenible de obras de regulación para aumentar, al menos, en un 25% la capacidad de las reservas superficiales de agua, después de comprobar cómo el temporal ha causado un sinfín de destrozos en los cultivos de los agricultores.
En concreto, Fenacore defiende la construcción sostenible de obras de regulación (presas, embalses, trasvases, etc), sobre todo, para prevenir los efectos negativos de las lluvias torrenciales y convertirlas en recursos para las cuencas deficitarias. Unas consecuencias, las inundaciones y sequías, que se agravarán por culpa del cambio climático, a tenor de los últimos estudios publicados al respecto.
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “algunas obras pendientes contempladas en los planes hidrológicos ayudarían a mitigar las consecuencias de los efectos meteorológicos más adversos, como el temporal Filomena. Por ello, solicitamos un impulso al cumplimiento de los programas de medidas comprometidas con los regadíos para ahorrar agua y facilitar el acuerdo del regadío español al nuevo ciclo de planificación”.