Una pareja de aves puede librar de 11.000 insectos una hectárea de cultivo, según ensayos para control de la polilla del racimo
Una pareja de aves puede liberar de hasta 11.000 insectos una hectárea de cultivo durante su época de reproducción según un estudio, desarrollado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en distintos manzanales y viñedos guipuzcoanos, que avala la eficacia de este método natural de control de plagas.
Este proyecto, denominado Biobox y que cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, pretende evaluar el papel depredador de los pájaros y los murciélagos sobre insectos, como la polilla del racimo de la vid y la polilla de manzano, en los cultivos destinados a la elaboración de sidra y vino txakoli en Gipuzkoa de forma ecológica.
En el estudio, desarrollado a lo largo de 2019, han tomado parte cuatro sidrerías y otras tantas bodegas que han prestado un total de 16 parcelas para el proyecto, en la mitad de las cuales se colocaron 145 cajas nido y 29 refugios para aves y murciélagos, mientras que el resto se mantuvieron sin intervención alguna.
El proyecto incluyó censos mensuales de aves, la revisión de las cajas nido y los refugios durante los meses de primavera y verano, y la instalación de grabadoras de ultrasonidos capaces de registrar la presencia de murciélagos en las parcelas.
Con el fin de hacer un seguimiento de las plagas de cada cultivo, los investigadores instalaron además distintas "trampas delta" de feromonas específicas para cada tipo de insecto.
Aunque los resultados del informe aún son preliminares, los expertos han constatado, mediante el uso de cámaras de vídeo instaladas en los nidos, que cada pareja de aves, la mayoría de ellas carboneros, herrerillos y torcecuellos, realiza una media de 134 cebas diarias a sus polluelos, dato que se traduce en que un consumo mínimo de 11.000 insectos por hectárea de cultivo durante la época de reproducción.
En cuanto a los murciélagos, los datos se encuentran aún en fase de identificación y, aunque se ha comprobado que la tasa de ocupación de los refugios habilitados para ellos "ha sido baja", es "esperable que aumente a lo largo de las sucesivas temporadas".
Junto a estos datos, el estudio ha permitido también constatar que la respuesta de los pájaros a la instalación de cajas nido fue "muy rápida y positiva", con una tasa de ocupación media del 40 %, si bien el porcentaje de pájaros que llegaron a poner huevos fue de tan sólo el 20 %.
El proyecto también ha puesto de relieve que, si bien en los cultivos de manzana de sidra el número de especies de pájaros era superior, fue en los viñedos donde se contabilizó una mayor cantidad de individuos.
Asimismo, del informe, que cuenta con la colaboración del Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa y las denominaciones Euskal Sagardoa y Getariako Txakolina, se desprende que el paisaje que rodea a los distintos cultivos tiene efectos distintos, tanto en la "riqueza y abundancia" de aves como sobre la "abundancia" de las plagas.
Los responsables del proyecto consideran que todos estos datos resultan aún "preliminares" y pretenden "seguir recopilando información" durante el próximo año con el fin de "obtener resultados específicos" que permitan "tener un conocimiento mejor sobre la importancia del control de plagas por depredadores naturales".