En el año 2019 se alcanzará la cosecha de cereales más alta de la historia de la humanidad, según las previsiones de la FAO
Bajarán las existencias en reservas porque el consumo va a crecer a un ritm0 mayor que la producción
Fecha de publicación: 05/12/2019
La última previsión de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2019 asciende a un récord absoluto de 2 714 millones de toneladas, es decir, alrededor de un 0,4 % más que la cifra de noviembre y hoy por hoy casi 57 millones de toneladas (un 2,1 %) por encima de la reducida producción de 2018. El aumento intermensual obedece principalmente a una revisión al alza de la producción mundial de cereales secundarios, que guarda relación con unos rendimientos mayores de lo previsto anteriormente en China, la Federación de Rusia y Ucrania. En el nivel actual, la previsión sobre la producción mundial de cereales secundarios se sitúa en cerca de 1 433 millones de toneladas, cifra que representa un aumento interanual del 1,7 % (24,5 millones de toneladas) y se halla apenas por debajo del récord registrado en 2017.
La previsión sobre la producción mundial de trigo en 2019 también se ha incrementado ligeramente respecto del mes anterior, hasta 766,4 millones de toneladas, es decir, un 4,8 % (34,8 millones de toneladas) por encima de la producción del año pasado. Gran parte de la revisión mensual fue consecuencia de ajustes al alza en las estimaciones de la producción en la Unión Europea (UE), que compensaron sobradamente el recorte de la estimación acerca de la producción en los Estados Unidos de América.
La siembra de los cultivos de trigo de 2020, que se cosecharán el año que viene, se encuentra ya en fase avanzada en los países del hemisferio norte. En los Estados Unidos de América, la siembra del trigo de invierno estaba a punto de completarse a finales de noviembre, a un ritmo más acelerado que el año anterior, pero en consonancia con el promedio. Los primeros indicios sugieren que la superficie sembrada podría contraerse a causa de las perspectivas de precios más bajos que el año pasado, mientras que se informó de que las condiciones de los cultivos eran ligeramente inferiores a los niveles normales. En la UE, tras la escasez de lluvias al principio de la estación, la mejora de las precipitaciones en noviembre contribuyó a la recuperación de los niveles de humedad del suelo, lo cual favoreció el arraigo de los cultivos de invierno. Sin embargo, en las zonas occidentales y las más orientales de la UE persistió el tiempo seco, que se tradujo en unas condiciones de siembra que distaron de ser las mejores y podrían dificultar el desarrollo inicial de los cultivos. Las condiciones de los cultivos de trigo de invierno fueron favorables en la Federación de Rusia, lo cual, sumado al constante apoyo del Gobierno dirigido a estimular el crecimiento de las exportaciones, podría redundar en un incremento de la superficie sembrada. Por el contrario, en Ucrania, las limitadas lluvias y las temperaturas por encima del promedio dificultaron la siembra de trigo de invierno en las principales zonas productoras.
En el hemisferio sur se están sembrando actualmente los cultivos de cereales secundarios, mientras que los cultivos de trigo se plantarán más adelante este año. En América del Sur, se prevé que los precios elevados de los cereales, sustentados por la fuerte demanda de exportaciones, favorecerán un nivel elevado de plantaciones de maíz en la Argentina, a pesar de las precipitaciones desfavorables que dificultaron las operaciones de siembra, y en el Brasil. Del mismo modo, se estima que los precios remunerativos de los cereales darán lugar a un aumento de la siembra de maíz en Sudáfrica, el mayor productor de maíz del continente africano, donde los primeros indicios sugieren que la superficie superará el promedio quinquenal. Sin embargo, la previsión meteorológica a corto plazo señala una probable disminución de las lluvias, factor que puede plantear el riesgo de que disminuyan las perspectivas acerca de la producción en 2020.
La previsión de la FAO sobre la producción mundial de arroz en 2019 se ha incrementado en 1,6 millones de toneladas desde noviembre, ubicándose en 515 millones de toneladas, lo que supone una disminución del 0,5 % tan solo respecto del récord absoluto de producción de 2018. Este mes las condiciones meteorológicas adversas y la escasez del suministro de agua para el riego enfriaron las perspectivas sobre los cultivos fuera de temporada en Tailandia y Viet Nam. No obstante, esos ajustes se vieron compensados por revisiones al alza de la producción en función de la superficie en el Pakistán y en diversos países africanos —concretamente, Egipto y Nigeria—, que hoy por hoy se calcula encabezarán, junto con Madagascar, una recuperación de la producción de arroz en África durante esta campaña.
La utilización mundial de cereales en 2019/20 se estima en 2 709 millones de toneladas, cifra prácticamente igual a la del mes anterior, pero que aún constituye un récord al superar en unos 21 millones de toneladas la cifra de 2018/19. La previsión sobre la utilización mundial de trigo en 2019/20, que asciende a 758 millones de toneladas, se ha reducido ligeramente respecto del mes pasado, aunque sigue siendo un récord, ya que supera en un 1,4 % el nivel estimado de 2018/19. La previsión relativa a la utilización total de cereales secundarios en 2019/20 asciende a 1 434 millones de toneladas, es decir, un aumento solo marginal respecto de la campaña anterior, previéndose una disminución del uso de maíz como pienso que se verá compensada con creces por el aumento pronosticado del uso como pienso de otros cereales secundarios, en particular la cebada. Una ingesta de alimentos mayor de la prevista anteriormente explica el aumento de casi 1 millón de toneladas en la previsión más reciente de la FAO sobre la utilización mundial de arroz en 2019/20, que actualmente se ubica en la cifra récord de 517 millones de toneladas.
La previsión sobre las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas en 2020 se ha incrementado en casi 14 millones de toneladas (un 1,6 %) desde el mes anterior, situándose en 863 millones de toneladas, cifra ligeramente inferior a la de la campaña anterior y la tercera más alta jamás registrada. De confirmarse este nivel, la relación entre las existencias y la utilización de cereales a escala mundial también se aproximaría a un nivel relativamente elevado del 31 %, lo cual pondría de relieve una situación cómoda de la oferta. La previsión sobre las reservas mundiales de trigo se ha ampliado en 3 millones de toneladas desde el mes anterior, aproximándose a los 278 millones de toneladas, principalmente debido a expectativas de mayores acumulaciones de existencias en varios de los principales países exportadores. Asimismo, se estima que las existencias totales de cereales secundarios, al superar apenas los 403 millones de toneladas, se situarán casi 10 millones de toneladas por encima de lo previsto anteriormente, como consecuencia de las revisiones al alza de las existencias de maíz en especial en China y, en menor medida, en los Estados Unidos de América. A pesar de otra ligera revisión al alza, las existencias mundiales de arroz al cierre de 2019/20 podrían aún disminuir en un 0,8 % respecto de sus niveles récord de apertura, ubicándose en 182 millones de toneladas, a causa de una reducción prevista de las existencias en los países importadores de arroz, en particular China e Indonesia.
De acuerdo con las previsiones, el comercio mundial de cereales en 2019/20 ascenderá a 416 millones de toneladas, es decir, poco más de lo pronosticado el mes pasado y un 1,1 % (4,5 millones de toneladas) por encima del nivel de 2018/19. El comercio mundial de trigo en 2019/20 (julio/junio), estimado en 172 millones de toneladas, superaría en un 2,3 % el volumen registrado, tras un acusado descenso, en la campaña anterior. Si bien la previsión mundial más reciente se aproxima a la del mes anterior, se efectuaron revisiones en el caso de algunos países concretos. Las importaciones de Argelia se redujeron en casi 1 millón de toneladas para reflejar la reciente decisión del Gobierno de limitar a 4 millones de toneladas, desde más de 6 millones de toneladas, las compras de trigo blando en los mercados mundiales. Por otro lado, se estima que Kazajstán, uno de los principales países exportadores de trigo, importará al menos 1,4 millones de toneladas de trigo a causa de una reducción de la producción nacional. La previsión sobre el comercio mundial de cereales secundarios en 2019/20 (julio/junio), que asciende a 197,5 millones de toneladas, se ha incrementado en 2 millones de toneladas respecto del mes anterior y se acerca actualmente al nivel récord de 2018/19. La revisión al alza de este mes deriva principalmente de un ritmo más dinámico de las exportaciones del Brasil y Ucrania, que compensa con creces una desaceleración de las ventas de los Estados Unidos de América. Por el contrario, la previsión sobre el comercio mundial de arroz en 2020 (enero a diciembre) se ha reducido en 1,0 millones de toneladas, ubicándose en 47 millones de toneladas, como consecuencia de una mejora de las perspectivas sobre los suministros nacionales en varios países de África, aunque también de los esfuerzos, concretamente de Nigeria, por frenar la afluencia de suministros extraoficiales. La previsión revisada sugiere la probabilidad de que el comercio mundial de arroz en 2020 se recuperará solo parcialmente (en torno al 2,5 %) respecto del nivel reducido de 2019.
Cuadros resumidos
1/ Los datos sobre producción se refieren al primer año (civil) indicado. Por producción de arroz se entiende producción de arroz elaborado.
2/ Producción más existencias al inicio del ejercicio.
3/ Los datos sobre comercio se refieren a las exportaciones durante la campaña comercial, que va de julio a junio en el caso del trigo y los cereales secundarios y de enero a diciembre en el caso del arroz (segundo año indicado).
4/ Puede no ser igual a la diferencia entre suministros y utilización debido a las diferencias en las campañas comerciales de los distintos países.
5/ Los cinco mayores exportadores de granos son la Argentina, Australia, el Canadá, la Unión Europea y los Estados Unidos; los mayores exportadores de arroz son la India, el Pakistán, Tailandia, los Estados Unidos y Viet Nam. Por “desaparición” se entiende la utilización interna más las exportaciones para una campaña dada.