Nuevo proyecto europeo para convertir podas citrícolas y paja del arroz en alimento animal
La Unió de Llauradors i Ramaders (Unión de Agricultores y Ganaderos) participa en el proyecto europeo LIFE LOWCARBON FEED, junto a otros socios, para valorizar residuos agrícolas como las podas citrícolas y la paja del arroz y convertirlos posteriormente en alimento para los animales con un precio competitivo.
“Los residuos agrícolas son un grave problema ambiental actual. Hay que tener en cuenta que según la ‘Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050’, en 2050, la agricultura podría suponer un tercio de las emisiones de la UE; el triple de lo que representa actualmente. Por tanto, en los próximos años deberá aumentar la importancia de este sector en términos de política climática”, explica José Castro, director de Proyectos de La Unió de Llauradors i Ramaders.
“Ante esta situación –continúa– una de las principales soluciones para reducir las emisiones en la agricultura es la valorización de los residuos. Obviamente esto no es sencillo y ahí reside el reto de muchos de los proyectos que se están llevando a cabo, especialmente proyectos para la obtención de biocombustibles. Sin embargo, los costes logísticos y de transformación de los residuos son en la mayoría de casos demasiado elevados para realizar una valorización viable económicamente. Por tanto, tal y como se está haciendo en el proyecto LIFE LOWCARBON FEED, para conseguir una valorización efectiva es necesaria encontrar nuevas soluciones en las distintas fases de la gestión y transformación de los residuos a través de la innovación”.
El proyecto, que cuenta con un presupuesto total de 1.174.439 € y que está financiado en un 60% por la Unión Europea, tiene como objetivo desarrollar nuevos métodos y practicas innovadoras para una valorización efectiva de residuos agrícolas como son las podas citrícolas y la paja de arroz, convirtiéndolos en un nuevo alimento animal competitivo en el mercado. Además, simultáneamente, deberá ser capaz de reducir las emisiones de metano en rumiantes, gas de efecto invernadero 23 veces más perjudicial que el C02.
La Unió es la entidad socia coordinadora del proyecto y la organizadora de esta primera reunión de puesta en marcha, que contó con la participación de todos los socios: Ayuntamiento de Valencia, Ayuntamiento de la Vall d’Uixó, Universidad Politécnica de Valencia, Airatec S.L., Unión de Productores de Caprino (Uniproca) y la fundación Low Carbón Economy y Area Europa (Italia).
Composición y ventajas del nuevo alimento
El proyecto en el que trabaja La Unió pretende mostrar y testar las cualidades de un nuevo alimento animal generado principalmente a partir de residuos agrícolas de cultivos citrícolas y arrozales: “El alimento estará compuesto principalmente por materia foliar de cítricos proveniente de los restos de poda y paja de arroz proveniente de los cultivos de arroz. Dichos residuos formarán entre el 60 y el 95% del contenido total de alimento, dependiendo del estado de los animales a alimentar (lactación-mantenimiento). El resto del compuesto alimenticio estará formado por cereales, compuestos vegetales y melaza. De este modo, el nuevo alimento animal permitirá reducir el impacto ambiental derivado de los actuales métodos de eliminación de dichos residuos agrícolas, siendo gran parte de ellos incinerados”, señala Castro.
Aunque la formulación y composición final del alimento se estudiará en detalle durante la ejecución del proyecto, la paja de arroz y las hojas de cítricos serán la base forrajera del alimento, aportando fibras y un elevado porcentaje de la proteína final. “Mientras la paja de arroz aportará el contenido en fibra necesario para el alimento, las hojas de cítrico aportarán gran parte del contenido proteico del alimento, buena digestibilidad de grasas y energía y un elevado valor de UFL (Unidades Forrajeras de Leche), comparable con la alfalfa deshidratada, considerada como el forraje por excelencia”.
Como complemento, y siempre en pequeñas proporciones, “a la composición principal del alimento se le añadirán cereales, compuestos vegetales con alto valor proteico, melaza o urea, en proporciones y cantidades variables dependiendo del estado fisiológico del animal a alimentar (mantenimiento o lactación). Todo ello compondrá un alimento completo para rumiantes que contenga todas las propiedades y nutrientes necesarios para su adecuada alimentación, mejorando el balance energético del animal y reduciendo las emisiones de metano (CH4).
El papel de los residuos agrícolas
Los residuos agrícolas tienen un gran potencial para su aplicación en alimentación animal y han sido utilizados por nuestros antepasados para ello, “pero los requerimientos de la agricultura y ganadería intensiva actual han limitado el uso de los residuos agrícolas a pequeños ganaderos para complementar la alimentación de su ganado”.
En este sentido, “el potencial de los residuos agrícolas es muy elevado, existiendo multitud de recursos disponibles. Sin embargo, la dificultad del aprovechamiento de los residuos agrícolas estriba en escoger adecuadamente aquel residuo con propiedades deseables para su uso final y, sobre todo, en la necesidad de trazar un adecuado plan de gestión de los residuos de modo que permita obtener un alimento final con elevada calidad, que cumpla con las especificaciones normativas y legislativas y además a un precio competitivo para el mercado actual de alimentación animal”.
Tal y como subraya José Castro, “este proyecto engloba todas las exigencias que harán viable la producción de alimento animal a partir de residuos de plantaciones citrícolas y arrozales, ya que define una adecuada gestión de dichos residuos, reduciendo los costes de la materia prima, una adecuada transformación y tratamiento, y una formulación que permita producir un alimento final con elevada calidad para la alimentación de rumiantes; y todo ello con una huella de carbono negativa en comparación con otros alimentos animales existentes”.
Uso de técnicas innovadoras
El director de Proyectos de La Unió descata que el proyecto LIFE LCFeed utilizará soluciones innovadoras en todo el proceso de valorización, desde la recogida de los residuos hasta la comercialización del nuevo producto como alimento animal.
“Los nuevos métodos y técnicas de recogida y transporte de residuos están basados en dos proyectos europeos LIFE realizados años atrás denominados LIFE ECOCITRIC y LIFE ECORICE. Posteriormente se utiliza un proceso de transformación innovador que combina técnicas existentes en el mercado como puede ser trituradoras, refinadoras o peletizadoras, con sistemas innovadores diseñados específicamente para el proyecto como el separador lift, secado de baja temperatura, sistemas de control de destilación y fermentación. Por otro lado, es fundamental el control de la formulación de las materias primas para obtener un producto final optimizado”.
La creciente importancia de la sostenibilidad
Este proyecto que está desarrollando La Unió tiene un carácter de sostenibilidad importante pero, ¿qué valor tiene este aspecto en un sector como el agrícola y ganadero? Castro lo tiene claro: “La agricultura y ganadería actual se basan principalmente en sistemas industriales e intensivos, los cuales repercuten negativamente en el medio ambiente debido a los residuos generados, la contaminación del aire, del agua y del duelo. Por lo tanto, cada vez se hace más importante y relevante la sostenibilidad de un sector que representa el 10% de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) de la Unión Europea”.
Conscientes de esta situación, la Unión Europea aplica políticas y medidas para garantizar la intensificación sostenible de la agricultura, ya sea a través de la PAC (Política Agrícola Común) o mediante programas como Horizon 2020. “Es indiscutible la relevancia económica y ambiental de la agricultura y ganadería en Europa, siendo de vital importancia para su desarrollo que éste pase por la aplicación de cuantas más medidas de sostenibilidad posibles. En este sentido, el proyecto conseguirá aumentar los ratios de sostenibilidad tanto en la agricultura –aprovechando parte de los residuos generados en ésta– como en la ganadería –reduciendo las emisiones de metano en los rumiantes–“.
Retomando el cambio climático, y por lo que respecta a los métodos de eliminación actuales de los residuos agrícolas, Castre subraya que los restos de poda citrícola suponen una emisión estimada en España de 724.000 toneladas anuales de CO2 equivalente, mientras que la paja de arroz supone una emisión estimada de 660.000 toneladas anuales de CO2 equivalente. Respecto a la ganadería caprina, sector principal al que va destinado el alimento en el que se está trabajando –y según varios estudios y estimaciones–, se calcula que emiten 16.500 toneladas de CH4 anualmente en España, lo que equivale a 348.000 toneladas de CO2 equivalente.
“Conocidos estos valores de emisiones, todo esfuerzo que permita reducir las emisiones a la atmósfera de GEI ayudarán a la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad de los recursos naturales. En este sentido, mediante el alimento animal LCFeed producido en el proyecto, se pretende evitar la emisión de 1,76 toneladas CO2 por tonelada de alimento LCFeed consumido en el sector caprino”, sentencia José Castro.
Factor precio
El precio es uno de los valores imprescindibles en un país como España. ¿Cómo lograr que el alimento sea económico? “Obviamente la viabilidad económica es un factor fundamental para poder introducir un nuevo producto en el mercado, especialmente en un sector como el de la alimentación animal donde los costes se están ajustando continuamente para poder ser competitivos. En este sentido, en lo referente a la valorización de residuo para poder obtener nuevos alimentos, los costes de recogida, transporte y transformación son claramente los mayores retos”.
Así, en el proyecto se implementan experiencias innovadoras para la recogida y transporte de residuos, tanto de la poda de los cítricos como de la paja del arroz, y por otro lado se utiliza un proceso de producción totalmente novedoso e innovador. “Uno de los resultados del proyecto LIFE LCFeed precisamente será demostrar que gracias a la innovación se puede obtener un alimento de alta calidad nutricional basado en residuos y con un precio competitivo”.
Y todo esto, ¿cuándo estará disponible para el ganadero? “El proyecto actual tiene una duración de casi 3 años, teniendo prevista su finalización en mayo de 2020. Durante este plazo se llevarán a cabo todas las pruebas necesarias para demostrar que el nuevo alimento es viable a nivel técnico, medioambiental y económico. Se demostrará la viabilidad del producto desde una perspectiva más científica en la Universidad Politécnica de Valencia y posteriormente, a escala real, por parte de Uniproca. La Unió y Airatec se encargarán de la recogida de los residuos y de la transformación, respectivamente. La Fundación LowCarbon Economy se encargará de la evaluación medioambiental y los Ayuntamientos de Valencia y La Vall d’Uixó trabajarán la vertiente política del proyecto. Incluso se validará la replicabilidad a nivel europeo por parte de la empresa italiana AreaEuropa. Por tanto, el una vez finalizado del proyecto LIFE en 2020, el producto será lo suficiente maduro para poder introducirse en el mercado directamente”.