Valles del Esla presenta una guía práctica para diferenciar entre la carne de buey y la de vaca
24 de julio de 2012
Actualmente es difícil encontrarse en el mercado carne de auténtico buey por lo costosa que resulta su crianza. La vaca sin embargo, por ser un animal para usos variados, copa un 98 % del vacuno mayor. Teniendo en cuenta esta premisa, lo primero que hay que saber es que estas carnes provienen de animales diferentes. El buey Valles del Esla es un macho castrado de más de 48 meses perteneciente a la raza Parda de Montaña, raza adaptada a la zona de los Picos de Europa, que es donde se sitúa la zona de producción de Carnes Valles del Esla. Esta castración provoca un cambio hormonal importante en el animal, resultando la carne más tierna y suave. Por otra parte, la vaca procede de un clúster indeterminado de razas con diferentes orientaciones productivas. Nadie produce vacas con la única finalidad de producir carne.
Parámetros a tener en cuenta para diferenciarlas
Por otra parte, el sabor también va a servir para distinguir la carne de buey que resulta más suave que la de vaca, consecuencia de su alimentación en extensivo. La carne de buey en boca, presenta un sabor y jugosidad inconfundibles, además de una textura agradable al paladar. “Existe un alto desconocimiento en cuanto a las características que diferencian la carne de buey y la carne de vaca. En Carnes Valles del Esla, queremos hacer partícipe al consumidor y acercarle cada vez más a esta cultura cárnica con el fin de que sepa en todo momento lo que come”, dice Luis Miguel Mencía, gerente de Carnes Valles del Esla.
También un punto importante a tener en cuenta es la maduración de la carne, que influye directamente en la terneza. Este proceso, en la carne de los bueyes Valles del Esla permite que al consumidor final llegue una carne con una terneza, sabor y jugosidad inigualables. La carne del buey pastuenco de Valles del Esla está en condiciones óptimas cuando se almacena en reposo controlado de humedad y temperatura al menos 25 días, siendo variable según el animal.
El color de la grasa infiltrada también ayudará a diferenciar estos dos tipos de carne; normalmente, en el buey pastuenco, el color de la grasa es blanco consecuencia de su edad y alimentación, mientras que en la de la vaca es de un color más amarillento, por ser un animal más viejo. “Carnes Valles del Esla con un cuidado exquisito en todo el proceso de crianza de los bueyes, apuesta por una crianza natural en extensivo y es este modelo, junto con todo un proceso personalizado, el que hace que los bueyes Valles del Esla sean los únicos en España con estas características”, afirma Luis Miguel Mencía, gerente de Carnes Valles del Esla.