Madrid rememora las raíces del arte de imprimir en la Imprenta Muncipal-Artes del Libro
De cuando reinaban los tipos de plomo
30 de enero de 2012
A mediados de diciembre del pasado año se inauguró en el corazón de Madrid la Imprenta Municipal-Artes del Libro, como capítulo final de la reforma de la antigua Imprenta Municipal. Este equipamiento cultural cuenta con 3.000 piezas del mundo de las artes gráficas, de hasta 200 años de antigüedad y anteriores a la aparición del offset, que acercan al visitante a los sistemas y soportes de impresión tradicionales. El centro nace, también, con la vocación de hacer reflexionar a quien lo visita sobre la función que el libro y la imprenta desempeñan en nuestra cultura, en tiempos de incertidumbre para las artes gráficas y avance de las nuevas tecnologías.
“Aunque los estudiantes siguen utilizando el libro tradicional como herramienta de aprendizaje, cada vez es mayor la fuerza que tienen las nuevas tecnologías de la información en su actividad formativa. Es por ello que hacemos un especial esfuerzo en llegar a esta capa de la población, y por lo que reforzamos la exposición permanente con visitas guiadas”, explica Bermejo.
“La idea de preservar las técnicas tradicionales de impresión y encuadernación se desarrolla desde el año 1985, con la creación de la Imprenta Artesanal, que cumplió esta misión hasta 2010 en su ubicación de Conde Duque”. De aquella Imprenta Artesanal ha recogido el testigo la Imprenta Municipal-Artes del Libro. En opinión de su director, para los impresores actuales la visita al nuevo espacio es un hecho “enriquecedor porque para los más veteranos supone reflexionar sobre la evolución técnica, e incluso social, del sector”. Confía en que también lo es para los más jóvenes, motivo por el cual la Imprenta Municipal tiene en marcha un programa de colaboración con estudiantes de diseño, en el que éstos practican cómo crear páginas y productos gráficos con plomo. “Así, completan su formación, enriquecen sus posibilidades y su experiencia visual, conceptual y estética, algo que es importante en los trabajos que desarrollarán en el futuro, que serán eminentemente creativos”.
Las divas de la Imprenta Municipal-Artes del Libro
• Piezas de la exposición permanente y no expuestas
-Tórculo de 1789 para estampar grabados-Máquina para estampar Planeta, de 1913
-Reconstrucción de una prensa de imprimir del siglo XVI
-Prensa de imprimir Krause, de 1860
-Colección de 134 encuadernaciones artísticas, con piezas desde el siglo XIX
-Planchas y estampas calcográficas que recorren los momentos estelares del grabado en España, desde los años 30 (siglo XX) hasta la actualidad.
-Piedras litográficas y litografías, utilizadas en cartelería e impresión de deuda publica, entre otros documentos municipales
-Colección de papeles de guardas originales, de Antolín Palomino y Vicente Cogollor
-Equipamiento de la fundición tipográfica Bauer, última gran empresa de estas características comercialmente activa en Europa
• Piezas de los talleres profesionales
-En el de impresión tipográfica: 13 prensas tipográficas, 5 de las cuales operativas; un conjunto de chibaletes —armazón de madera sobre el que se colocaban las cajas para componer— con sus colecciones de fundición tipográfica.
-En el de encuadernación: colección de hierros de dorar, de entre los siglos XVIII y XIX, para decorar encuadernaciones artísticas. Ésta incluye ruedas, hierros de mano y paletas y planchas grabados manualmente. Parte de la colección proviene del taller de Antolín Palomino.
Talleres profesionales
“Son los herederos de los oficios que se desarrollaban en la imprenta municipal”, explica José Bonifacio Bermejo. Atendidos por funcionarios y personal eventual del Ayuntamiento de Madrid, estos talleres realizan producción útil: el de impresión tipográfica elabora ediciones especiales para el uso institucional del ayuntamiento; los de encuadernación, además de eso, atienden la demanda de la biblioteca y de la restauración del sistema de archivos y museos municipales.
-De impresión tipográfica.- se componen textos con tipo móvil y se produce con prensas de imprimir, que van de 1939 a los años setenta del siglo XX.
-De encuadernación artesanal y artística, y de restauración.- construcción del libro de modo manual: prepración del papel, costura, enlomado, encartonado y decoración.
Imprenta Municipal-Artes del Libro está estudiando la posibilidad de realizar talleres muy específicos para composición tipográfica, grabado, litografía o encuadernación.
¿Queda algo en la calle de la impresión tradicional?
“Quedan, aunque son pocos”, dice Bermejo. Y explica que en Madrid, y en el resto de España, sobreviven algunos pequeños talleres que siguen imprimiendo y realizando cuidadosos trabajos con tipos de plomo. “Tienen un gran mérito”, ya que el producto que confeccionan se mueve con dificultad en el mercado. “Productos como el libro de artista o las ediciones especialmente cuidadas no tienen una tradición y un desarrollo tan grande como en otros países de nuestro entorno. Instituciones como la Imprenta Municipal-Artes del Libro pretenden contrarrestar esa realidad haciendo todo lo posible por llenar esas carencias culturales”.
Del manuscrito al libro impreso, ¿del libro impreso al digital?
Para este profesional de la historia de la impresión, el momento actual encuentra paralelismos con el de la invención de la imprenta. “Entonces ya se planteaba el valor y la utilidad del libro impreso frente al manuscrito. Al final se impuso el primero por su eficacia, pero no desapareció la caligrafía y siguió elaborándose documentación manuscrita”. Con el libro en papel ha sucedido, salvando las distancias, algo similar. Las tecnologías de la información se han consolidado en espacios que hasta ahora eran dominio del libro impreso, “y es previsible que ese proceso continúe, pero creo que no será un proceso excesivamente acelerado, porque las mujeres y hombres del siglo XXI aún tenemos incorporado de forma muy íntima, en nuestro bagaje cultural, el libro en papel. Éste ha servido para formarnos en todos los aspectos de nuestra vida. Incluso las generaciones más jóvenes siguen, y seguirán, utilizándolo”. Bermejo apuesta por una convivencia del soporte papel y el digital en que el papel “estará cada vez más dedicado a contenidos especiales y valiosos”.
Financiación del proyecto cultural
Imprenta Municipal-Artes del Libro cuenta con financiación del Ayuntamiento de Madrid. No obstante, una parte de su fondo de equipos y documentos procede de donaciones de particulares y empresas.
Según datos del centro, la rehabilitación del edificio ha requerido casi 4 millones de euros, a lo que hay que sumar unos 63.000 euros del proyecto museográfico y un gasto corriente anual de funcionamiento del equipamiento de 120.000 euros.
El edificio, un símbolo
Proyectado y construido entre 1931 y 1933, por Francisco Javier Ferrero Llusiá y Luis Bellido, el edificio de la Imprenta Municipal-Artes del Libro es un ejemplo de arquitectura industrial, con un corte en línea de la Bauhaus y ciertos guiños al art-déco. En la rehabilitación, de Carlos Posada, se ha puesto en valor la estructura de hormigón y las soluciones de ventanales.
La fachada homenajea a la tipografía mediante un gran rótulo, el de Imprenta Municipal, con letras de mortero de cemento que sobresalen como si se tratara de tipos móviles. El edificio cuenta con 3.653 metros cuadrados, repartidos en tres plantas.
En la red
La Imprenta Municipal-Artes del Libro cuenta con un portal (www.madrid.es/imprentamunicipal), donde se puede consultar el origen y desarrollo de esta institución, noticias de actualidad y programación de exposiciones, talleres y actividades.
Para curiosos e inquietos por ver qué aspecto tenían los documentos impresos hace más de cien años, la red también permite acceder, mediante otra página web (www.memoriademadrid.es) a las publicaciones realizadas por la imprenta desde finales del XIX hasta 1923. Se puede acceder también a documentación conservada en el Archivo de la Villa sobre el origen y evolución de la institución entre 1876 y 1930. Todo ello, gracias a un laborioso trabajo de digitalización de documentos.