La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados representa un grave riesgo para el medio ambiente
4 de julio de 2011
Contra todo pronóstico y al margen de las políticas generalmente extendidas en la Unión Europea, la legislación española deja una puerta abierta al proteccionismo, poniendo trabas al libre comercio y en particular a la exportación de materias primas secundarias (residuos recuperados para su reciclaje). El texto remitido por el Congreso de los Diputados fue publicado el pasado 6 de junio en el Boletín Oficial de las Cortes Generales del Senado y devuelto al Congreso con su aprobación. Este Proyecto de Ley establece en su artículo 16.3: “Respecto a los residuos susceptibles de ser reciclados, las administraciones públicas podrán articular con carácter temporal, mecanismos que prioricen su reciclaje dentro de la Unión Europea, cuando esté justificado por razones medioambientales”. Cualquier mecanismo articulado para priorizar el reciclaje en proximidad contravendría gravemente los principios más elementales del libre comercio, además de tener consecuencias irreparables de carácter medioambiental, dada la limitada capacidad de reciclaje de papel, dentro de la Unión Europea. El excedente de papel recuperado en Europa para su reciclaje es de unos 12 millones de toneladas anuales, y sólo el entorno España, Francia y Portugal, supera los 2 millones de toneladas (2,29 millones en 2009). Todo ese volumen tendría que ser enterrado en vertederos o eliminado mediante incineración, en el caso de no poder ser exportado a Asia.
Los únicos agentes favorecidos con estos mecanismos proteccionistas serían las fábricas de papel reciclado, que gozarían de las ventajas propias de un mercado excedentario en sus materias primas, con el consiguiente detrimento “artificial” de sus precios de abastecimiento. Sin embargo, multitud de servicios tales como recogidas selectivas municipales o servicios de destrucción de documentación confidencial desechada, que actualmente se autofinancian con los ingresos procedentes del mercado de exportación, representarían a partir de ahora un gasto considerable para los ayuntamientos, las empresas y los consumidores en general.
Según la Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (Repacar), el mercado de la exportación de papel recuperado a Asia es un flujo natural puesto que retorna a su origen el cartón que entra en Europa. Todos los días llegan a los mercados europeos productos protegidos con embalajes de cartón, que vuelven a Asia para la producción de nuevos embalajes. Además, este retorno se hace mediante estrategias de logística inversa, con un máximo aprovechamiento de las sinergias del transporte y un mínimo impacto ambiental (los contenedores que transportan el papel y cartón recuperado a Asia son contenedores de retorno, que han de volver a Asia vacíos o llenos), cerrando así su ciclo de vida mediante el reciclaje. Además, según Repacar, también China ha promulgado recientemente el XII plan quinquenal de desarrollo económico y social, en el que se profundizará en el desarrollo de una economía basada en el reciclaje y en la protección medioambiental. Este país se ha consolidado como uno de los primeros consumidores del mundo de materias primas secundarias, dadas las necesidades de su industria recicladora capaz de absorber los excedentes de los países europeos y norteamericanos y reconvertirlos para posteriores usos, evitando tanto el consumo de nuevos recursos como la madera, como el vertido o incineración del papel recuperado excedente en los países occidentales de origen.
Reciclajes Dolaf es una empresa especializada en la recuperación y exportación de papel usado para su reciclaje, con un volumen de producción anual de más de 100.000 toneladas. Con la valorización del papel recuperado, Reciclajes Dolaf presta servicios gratuitos de recogida selectiva municipal a diversos ayuntamientos, así como servicios de destrucción confidencial de documentación inservible, sin coste alguno para cientos de organismos públicos y privados.