Sistemas centrales de suministro de aire
21 de marzo de 2011
En una estación centralizada de aire, la numerosas bombas individuales de cada máquina son reemplazadas por una menor cantidad de equipos de vacío y/o baja presión. Éstas habitualmente son instaladas en un lugar separado (sala de bombas, sótano o azotea). La conexión de las máquinas de producción se realiza mediante un sistema calculado de tuberías.
La estación centralizada se encarga del suministro exacto de aire que requiere la carga de trabajo, de manera efectiva y económica. Al estar ubicada en un lugar aparte, el nivel de ruido en el lugar de trabajo es reducido considerablemente, apoyando de este modo a un ambiente de trabajo agradable y al cumplimiento de las normativas laborales vigentes.
Cada equipo de vacío y/o baja presión puede disponer de un variador de frecuencia separado, permitiendo la regulación automática del flujo de aire de cada máquina conectada. Los variadores de frecuencia comúnmente permiten trabajar a los equipos a una velocidad de giro del 65% - 75%, sin necesidad de prescindir del aire requerido en la aplicación. Esto significa una reducción considerable del gasto energético, en comparación con sistemas descentralizados que no disponen de un dispositivo de modulación.
De fácil mantenimiento
Los equipos que componen la estación centralizada son en general del mismo tipo y se encuentran en el mismo lugar. Las labores de mantenimiento se simplifican enormemente al acceder a todos los equipos ubicados en un mismo lugar y al no tener que gestionar diferentes elementos de desgaste procedentes de diferentes tipos de maquinaria o de distintos fabricantes. Al repartir las horas de trabajo entre todos los equipos y reducir la velocidad de giro de los motores, los gastos de mantenimiento de una estación centralizada equivalen hasta un 50% del gasto que puede ocasionar un sistema de suministro de aire descentralizado.
Las estaciones centralizadas están diseñadas para trabajar de manera ininterrumpida. Con el suministro centralizado de aire, las paradas de producción por trabajos de mantenimiento o roturas imprevistas de equipos, pasan a formar de manera inmediata parte de la historia. El tener la certeza de acabar los encargos de los clientes en el tiempo estipulado es hoy en día imprescindible y de un valor incalculable para toda empresa de prestigio y renombre.